Una chica común

11. Otra vez

Estaba en un día como cualquier otro en mi casa, estaba pensando en ir a ver al entrenamiento a mí novio, me gustaba verlo pero no me gustaba ir mucho porque el profe diría que no quería ir a entrenar y aunque era cierto, no debía saberlo.

Ese día en específico decidí preguntarle a mi novio si podía ir a verlo a aquella cancha, él me contestó de mala forma, se excusó diciendo que estaban peleando sus padres y no estaba de humor, que no quería verme ese día. Le pedí que me contara qué pasaba y sólo contestó que no quería hablar de ello. Decidí respetar su decisión, si no quería contarme que no lo hiciera, pero sí iría a verlo. Cuando escribí aquellas palabras se enfureció

- si vas no te haré caso

Después de intercambiar unas palabras más dejó de contestar. 

Me llegó otro mensaje, era de mi cuñado. 

Decía: Michell, pobre de ti, necesito decirte algo

- qué pasa 

- es sobre mi hermano

- dime

- no le vayas a decir que te dije, sino, después no te diré nada

- si está bien, dime qué pasa

- Trajo a una niña acá a la casa, están en su cuarto

-¿quién es?¿La conozco?- no sabía si era verdad o estaba mintiendo

- yo creo que sí, es del entrenamiento, de las niñas que han llegado recientemente, aunque tú no has ido a entrenar

- seguro no me estás mintiendo, ¿Cómo se llama?

- la verdad no estoy seguro de su nombre pero lleva una playera azul y short, pasó hace rato y vi que atrás trae un nombre, dice Amanda

- está bien gracias, si es cierto iré a confirmarlo al rato y lo terminaré - le dije, por si me estaba mintiendo sabría que lo terminaría y antes me diría que era mentira. Pero eso no pasó.

Más tarde llegué, varios de ellos me saludaron, entre ellos un amigo llamado Erick. Busqué con la mirada a aquella chica y a mi novio.

Recordé la ropa que vestía y cuando creí no hallar a nadie un balón llegó a mí, lo tomé y al alzar la mirada estaba ella, en su short de licha y una playera azul, al mirarle atrás decía Amanda. Me paré de lado derecho de la cancha, lo bueno era que el entrenador no estaba. 

Llamé a mi novio y él, mostrando enojo en su mirada tal como dijo que haría si iba, me dijo "qué pasó" tan frío, como si no me conociera. Me estaba aguantando las ganas de llorar así que le solté tan rápido como pude

- ya no quiero estar contigo

- ¿ya no? ¿Y eso por qué?- dijo serio

-porque ya no te quiero

-Ah, porque ya no me quieres. ¿Es todo?

Sin responder salí tan rápido como pude, llegué a una banca y ahí me senté, me derrumbé.

Lloré tanto, creo que dolió más aún porque creía que todo marchaba bien ahora. Me decía a mí misma que estaba bien, que yo igual lo engañé de ese modo. Estuve con otro, aunque la diferencia es que él no lo sabe.

En cuanto me calmé emprendí marcha a el trabajo de mi mamá. Estuve pensando en el trayecto cómo decirle, lloraría frente a ella y siempre le he parecido fría, quería que continuará así.

Llegué a su trabajo, saludé como normaemte y me senté. Ella estaba ocupada así que no prestó mucha atención. Yo estaba en mi celular chateando con mi amiga Luz explicándole lo que había pasado mientras me contenía las lágrimas y volteaba a ver a la calle para distraerme.

Más tarde mi madre me preguntó y fue allí donde tuve que decirle, le expliqué lo que pasó y ella se molestó con él

- pienso ir mañana a decirle a sus papás

- pues está bien, sino, después dirá la señora que tú sólo lo dejaste porque sí - me apoyó mi madre

Y claro que iría a hablar con ellos, no sólo por eso, también porque quería enfrentarlo. 



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En el texto hay: amor desamor, tristeza romance dolor

Editado: 07.02.2024

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