Una chica común

12. Verdades

Llegó el momento de ir a su casa a hablar con sus padres, ya le había comentado que iría para agradecerle a su mamá por recibirme en su casa siempre. Él no se negó y no creía que yo sabía lo que había hecho, quizás solamente lo sospechaba. 

Entré y estaba en el sofá con su celular, me pidió pasar a su cuarto. Entré y entonces se sentó en la cama

- quiero decirte que gracias por todo 

- ¿en verdad quieres terminar?

- si

- ¿estás segura? Yo no quiero terminar

- si estoy segura, al menos que me dejes revisar tu celular

- no - rió - para qué quieres revisarlo

- me vas a dejar o no, si no me dejas iré ahora mismo con tus padres y será todo 

- pues ve, porque no te daré mi celular, están en su cuarto

Toqué la puerta de su habitación y escuché la voz de su madre que me permitía pasar, ella dijo que saldría para hablar mejor y en el sofá estaba de nuevo Jorge.

- está bien revísalo - me dijo mientras me tendía el brazo

- claro, como acabas de borrar todo ahora sí ya me lo das

Su mamá se sentó a su lado 

- ahora sí dime, es que ahí está mi marido y tenemos problemas así que sólo será conmigo

- si está bien. Bueno, lo que venía a decirle es que Jorge y yo ya terminamos, ayer le dije que ya no lo quería, pero no es verdad, sólo lo dije porque no quería decirle la verdadera razón y esperé hasta hoy para decírselo frente a usted. Lo que pasa es que ayer trajo a una niña a su casa, estuvieron en su cuarto y es obvio lo que hicieron - mi voz se quebró y tan pronto corriendo las lágrimas

- ¿es cierto eso Iván?

- si - contestó cortante, me miró y luego agachó la mirada, al oírlo aún más lloré y sólo miré a un lado, me daba vergüenza que su mamá me viera en ese estado

- ¿por qué Iván? Sabes que justo esos problemas tengo con tu papá, qué va a decir él si lo sabe, luego tratas de defenderme. La casa no es motel para que traigas a cualquiera. Lo sabes ¿no?

- si

- ahora la vas a ir a dejar y a decirle a su mamá lo que hiciste y te vas a disculpar con la señora. Tú sabes que eres bien recibida para cuando quieras venir a saludar o lo que sea. Y tú Jorge si ella no quiere estar contigo está en su derecho, fue tu error y si ella quiere o no estar contigo será su decisión y debes respetarla

- si - contestó él, un instante después ella se metió de nuevo a su cuarto y yo me metí al cuarto de Jorge a pasar al baño, quería secarme la cara y estar sola sólo un momento.

Cerré la puerta, abrí el grifo y lavé mi cara. Me recargué sobre el lavabo sollozando, apretando los puños y llorando como nunca antes. La sensación en mi garganta por contener los gritos y sollozos me lastimaba, el estómago se me revolvía y la cabeza me dolía. 

Contuve todo y salí con un trozo de papel secando mis ojos. Jorge entró y trató de agarrarme

- no me toques

-no llores, no me gusta verte así - dijo, que palabras tan estúpidas.

Sin decir nada salí, me despedí y me fui, él iba atrás de mí

- no necesitas acompañarme

- si, iré a disculparme con tu mamá

- no iré ahorita a su trabajo y además está ocupada, otro día vas

- ¿y a dónde vas a ir?

- no te interesa

- estaré contigo hasta que te vayas

- haz lo que quieras

- ¿puedes darme un último beso?

- no qué asco, estuviste con otra y quieres besarme - él rió y eso me hacía enojar más

Todo el trayecto fue silencioso, al llegar al centro caminé al parque y me senté, él se sentó frente a mí y sólo me miraba y luego al piso o a cualquier lado.

Subí las rodillas, apoyé mis brazos y recargué mi rostro para llorar nuevamente sin ser vista, llevaba short pero no me importaba.

Las lágrimas caían entre mis piernas encontrándose con el cemento

- perdón

- espero al menos haya valido la pena destruir nuestra relación de tres años en sólo una calentura de 5 minutos - dije más tranquila

- no lo valió

- si pero ya lo hiciste, además es una niña, tiene como 16 años

Después de discutir poco empezamos a hablar de otra cosa, como amigos

- sabes que a pesar de todo no te odio y si necesitas algo puedes pedírmelo

- te necesito a ti

- excepto eso - reí

- ¿te veré otro día?

- no lo creo

- como amigos

- quizá después

- está bien.

Más tarde, llegó el momento de decirle a mi madre y ella lo tomó muy tranquilo. Él se veía apenado, mi madre no dijo mucho, sólo estaba seria, ni siquiera yo sabía lo que pensaba en ese momento, pero cuando tuvimos que irnos él sólo se dió la vuelta y se marchó.



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En el texto hay: amor desamor, tristeza romance dolor

Editado: 07.02.2024

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