Al llegar el lunes tuve que ir a la escuela a dejar una fotografía y a tomarme una foto que me solicitó el profesor que se encarga de avisarme algunas cuestiones debido al taller que doy en la escuela.
En camino a la escuela me puse a llorar, trataba de controlarme porque no me gusta llamar la atención o me daría mucha pena si alguien que conozco me viera en ese estado. Sin embargo me era difícil, secaba las lágrimas con un trozo de papel que llevaba en mi mochila.
Antes de llegar a la escuela me calmé y entonces fui, tomé el colectivo y llegué a la escuela, me tomé la fotografía y enseguida me fui. Cuando iba a subir al autobús para ir de regreso me encontré con Jorge, no lo había visto hasta que lo tenía enfrente y me tomó de los hombros y dijo hola, yo le sonreí, aunque no se notara por el cubrebocas, él me soltó y continuó su camino.
Por la noche me llegó un mensaje, era de Luis, un excompañero de la prepa
-hey, te ví hoy en la escuela, te iba a dar "ray" en mi moto pero ibas con una cara
-apoco, no te ví, iba normal así es mi cara jaja
-si, y eso ¿a qué fuiste? ¿Vas a ir también al evento?¿Como voleibol?
-si, bueno, aún no sé si pueda ir, pero no iré como voleibol, sino como ajedrez
-vi a tu novio, iba con una chava
-ya no somos novios, lo acabo de terminar hace unos días
-¿Por qué?
-no sé, ya está perdida nuestra relación, pero bueno, y tú qué has hecho- le cambié el tema y después de platicar de nuestras vidas un rato me pidió ir a su casa para tener sexo, negué obviamente y luego dejamos de hablar.
Fue bueno hablar con él, me entretuvo un buen rato. Después de esa plática me quedé dormida.
Le platiqué a Fran cómo me sentía, le dije que no podía salir con él porque no me sentía bien, además que no quería tener una relación con él ni con nadie más por un tiempo. Él entendió, pero sabía que aún sin novio no podría estar con él.
Pasó la semana, aunque hablaba con Fran hablábamos como amigos, parecía que el cariño como más que amigos se estaba apagando y era por mi culpa, lo estaba rechazando. Además que me empecé a obsesionar con alguien más pero sabía que esa persona me rechazaría, sin embargo, le conté a Fran, él se molestaba un poco pero también estaba intentando algo con otra chica, así que me apoyaba en cualquier cosa que intentara hacer.
-oye me gusta Robert, creo que me estoy obsesionando con él, veo su foto y se me hace muy lindo, ya hasta lo busqué en Instagram
-pues háblale, seguramente le vas a gustar también
-no puedo, es amigo de Jorge, no puedo hablarle al amigo de mi ex
-hazlo, si quieres le digo a Yazmín que te pase su número
-no- negué porque tenía miedo al rechazo, miedo a que él o Yazmín le dijeran a mi ex que me gusta su amigo. Yazmín o Yaz como le decimos, es la chica con la que está intentando tener algo Fran, y ella va en el mismo grupo que Robert y Jorge, las cosas están un poco enlazadas y creí que sería mala idea, pero realmente me gusta mucho Robert, tenía mucho tiempo que no me pasaba algo así y es difícil controlar mis sentimientos, siempre que me gusta alguien se lo digo y por suerte nunca me han rechazado, con Iván ambos nos gustamos casi al mismo tiempo, con Jorge era muy pequeña así que realmente no lo tomo en cuenta, con Fran resultó que le gustaba, con Jorge el chico con el que fui al motel también le gustaba pero ahora podría ser diferente. -solo pídele una foto, dile a Yaz que le diga que tiene una admiradora y que solo quiere tener una foto de él
-está bien, le diré
-no le digas a Yaz que soy yo, solo que le diga eso
-si, no te preocupes- esperé ansiosa, la razón por la que quería una foto es porque mi obsesión comenzó con una foto que Jorge me había mandado, era una foto de Robert en la que le escribieron algo como broma y mi ex me lo había mandado para burlarse, mala idea. Nunca le hablaba y cuando íbamos a la escuela antes de la pandemia yo trataba de evitar hablarle o mirarle porque desde entonces ya me parecía lindo. Cuando regresamos a clases lo encontré una vez en el primer edificio arriba, había acompañado a mi amiga a hacer un trámite, íbamos saliendo de las oficinas de los maestros y él iba entrando con su amigo
-te manda saludos Jorge- dijo y empezó a reír con su amigo, yo no sabía qué contestar, solo le sonreí. Desde esa vez y sumado a la foto que tenía comenzó a alentarse ese sentimiento, lo había buscado en Facebook, pero no lo encontré, por lo visto no tenía, era muy raro, lo busqué en instagram y fue que lo seguí pero no tenía ninguna foto. Pensé en hablarle, mi pretexto fue pedirle el número del chico con el que jugaba ajedrez, que va en su salón, solo fue eso, le pedí el número, me lo dio, le agradecí y fue todo.
-Dice Yaz que le dijo que mejor te pase su número- dijo Fran
-está bien, pero no le hablaré
-háblale, no tiene nada de malo
-si, si tiene, él y Jorge son amigos, me va a rechazar y qué vergüenza
-no pasa nada, solo dile, yo digo que sí le gustas también, me gustaste a mí que no le gustes a ese
-está lindo, por eso mismo no me hará caso- estaba frustrada, pero quería hablarle, me pasó el número y lo registré, lo pensé unos minutos y después solo lo hice