Una chica común

23. Lunes

Llegó lunes y tuve que ir a clases. Estaba ansiosa por comenzar una parte nueva de mi vida, en la que podré hablar con quién sea y Jorge no se enojará. 

La mañana estuvo tranquila, las clases fueron aburridas y la relación con Fran y otros amigos era mejor, tengo un amigo que también se llama Robert, él es moreno y más alto que yo, de cabello chino. Mi amiga no iba porque estaba enferma, así que yo me juntaba con Robert, Fran, Carlos y Armando. Ellos son grandes amigos para mí, sobre todo Robert y Fran. 

Al salir de clases como era normal, tomé el camión y me fui, iba sentada hasta enfrente mirando a la ventana, cuando iba a bajar me levanté y mientras le pagaba el pasaje al chofer alguien me habló por la espalda, escuché un "hey, hola", intenté voltear pero bajé rápido, ya sabía quién era solo con la voz, caminé detrás del camión para cruzar la calle, antes miré a la derecha para ver si venía, pero como no lo vi seguí mi camino. Al llegar a la esquina me alcanzó 

-hola, no te había visto- dijo Robert, mi crush, mientras caminaba a mi lado

-hola, ni yo a ti, que no tú vives por... Por allá- estiré mi brazo a la izquierda y señalé a la nada

-si pero hoy vine a hacer unas cosas 

-ah bien- me detuve en la esquina donde pasa mi autobús para ir a casa

-y tú, ¿Qué haces aquí? - se detuvo y se paró frente a mí, menos mal traía cubrebocas o no sé dónde metería la cara de vergüenza

-yo espero aquí el camión

-ah ok- yo esperaba a que se fuera, pero no lo hizo, se quedó conmigo a esperar mi camión. Él era más alto de lo que creí, alzaba la mirada para verlo pero me daba pena mirarle, así que miraba a todos lados de los nervios y por temor a que me viera alguien que conozco. Comenzamos a platicar de la escuela y luego sacó el tema 

-¿Y desde cuándo te gusto?- preguntó con la mirada gacha

-pues... Desde antes me parecías lindo pero creo que fue más cuando Jorge me mandó una foto tuya

-¿foto?¿Qué foto?

-Una donde tienes escrito algo, no sé por qué lo mandó, tal vez para que me burlara

-ah ya sé cuál - rio- entonces por eso fue

-yo creo que sí- la charla duró como una hora y mi transporte no llegaba, así que se despidió y se fue.

Estaba muy feliz de haberlo visto y haber podido hablar con él, fue una gran coincidencia encontrarlo justo el primer día. Luego llegando a casa tomé el teléfono para revisar si dijo algo sobre nuestro encuentro, aunque me asustaba que quizá yo no le gustará y en persona menos.

Entré a la app y entonces vi su mensaje «Fue agradable hablar contigo», sonreí como tonta al leer eso, hablamos de otras cosas y después me preguntó qué me parecía él ahora que lo había visto en persona

-¿Te sigo gustando?

-claro que sí

-perdón si me veía mal, estaba sudando, hacía calor y pues con la escuela y eso

-estás bien lindo- le escribí mientras sonreía, hablar con él me gustaba tanto que hacía olvidarme de cualquier cosa.

Los días pasaron, al día siguiente no lo vi, ni siquiera de lejos. Sin embargo, el miércoles, fui a la cafetería a comprar mi desayuno, compré una hamburguesa y regresé al salón con mis amigos. Me quedé afuera de mi salón donde habían unas escaleras que llevaban a la segunda planta, estaba parada a un lado de Fran y me di un mordisco a mí hamburguesa, justo en ese momento volteé a mirar y venía entrando Robert, mi Crush, con su amigo. Sin darle importancia aparté la mirada y me tapé la boca con la mano, reí de la vergüenza que sentía por mí misma y volteé nuevamente a mirarle, él ya estaba a lado mío estirándome el puño como saludo. Chocamos los puños y se fue sin siquiera mirarme a la cara. Después de esa escena vergonzosa me dijo por mensaje que le había alegrado su día al verme comiendo una hamburguesa. Sabía que era en tono burla aunque siempre escribía muy cortante, eso no me gustaba de él, aunque no podía quejarme, al menos hablábamos.

Después cruzamos un par de veces en la escuela y solo me saludaba de la misma forma. Cuando llegó el viernes estaba en examen de un maestro llamado Jeremy, era un señor bastante mayor, siempre vestía de pantalón de tela y camisa con un cinturón café, su cabello era poco y de color grisáceo por las canas. No era muy alto, quizá medía 1.65.

Mientras estaba en el examen, casi para terminar recibí una llamada, era un número desconocido. Contesté y me puse de pie para salir del salón pero no pude hacerlo, ya que había un estudiante sentado en la puerta, así que para no llamar la atención solo me quedé parada en la esquina del salón junto a la puerta

-¿hola?- respondí con voz baja

-hey, Michel, hola, oye ¿a qué hora sales hoy?

-a la 1

-es que, bueno, yo también, quería decirte si nos vemos donde te encontré el Lunes 

-ah si, está bien, ahí te veo

Sonreí como una tonta, casi reí de alegría, pero sabía que no podía hacer escándalo en el salón, así que solo fui a mi lugar. Unos segundos después me entró otra llamada, creí que era mi crush nuevamente, pero está vez era mi amigo Richard, del salón de a lado...



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En el texto hay: amor desamor, tristeza romance dolor

Editado: 07.02.2024

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