Una chica común

27. 9 días

Pasaron los días y las semanas. Hasta que llegó la fecha para salir de vacaciones. Estaba feliz porque no habrían más tareas, pero desanimada porque no vería más a Robert y porque con el ánimo en el que me había encontrado en esos días me hacía sentirme sola, la escuela al menos mantenía mi mente ocupada.

Me encontraba en casa, era de mañana y estaba acostada en la cama cuando me llega un mensaje de Robert

-oye, quería decirte que terminé con mi novia, no por ti, sino porque no sentía nada por ella. 

 > Y no sé... Siento que tú y yo somos amigos y no sé si se sienta bien seguir intentando algo más, por ti, por mí, por Jorge, por lo que nos rodea. Creo que podemos hablar como amigos, pero no se siente bien lo que hacemos 

-Entiendo, por mí no hay problema- le respondí, sabía que era cortante pero no tenía nada que decir, no podía convencerlo para quedarse conmigo y ni siquiera yo misma estaba segura de querer algo serio con él, no éramos nada aún y ya sentía desconfianza.

-Es que sí me gustas... Pero no sé, aveces pienso que quiero estar contigo y otras veces no me siento bien. Pero creo que hay que vernos para hablar y ver en qué quedamos, no quiero que termine así tampoco.

-Estoy de acuerdo en que debería hablarse en persona, pero te adelanto que no quiero estar con una persona que tiene dudas.

 > También me gustas, mucho la verdad, pero salí de una relación en la que desconfiaba por todo, no quisiera regresar a lo mismo

-claro, cuando nos veamos lo hablamos

-si está bien... Todo normal eh- pensé que me había excedido un poco, quizás no debí decirle eso, pero ya lo había hecho. Él confirmó que todo bien pero después de contestarle él me dejó de hablar. Creí que serían por horas o incluso un día, cómo ya lo había hecho antes. Pero no fue así.

Pasaron los días y no recibía ningún mensaje de él. Pensé que jamás volvería a hablarme, creí que en verdad aquel mensaje pudo haber sido ofensivo o pude dar la impresión de que no quería absolutamente nada con él. Le estuve dando vueltas a esa conversación varios días, aveces me ponía triste por pensar que nunca le importé o que solo estaba jugando conmigo. Llegué a pensar que quizás se había puesto de acuerdo con Jorge para burlarse de mí, pero sé que Jorge jamás haría algo así.

Pasaron 9 días, mientras tanto yo había vuelto a entrenar.

El primer día estaba Jorge, el profesor no había ido así que él nos entrenó. Estaba muy mal físicamente, apenas podía respirar después de correr o hacer cualquier ejercicio. Los brazos me quedaron hinchados por el golpe del balón. Seguí llendo y solo conseguí lastimarme la pierna, así que falté unos días y regresé aunque aún me dolía un poco.

Llegado el día noveno por fin mi crush decidió contestar 

-Hola Michel, ¿Cómo estás? Perdón por haber dejado de hablar, es que necesitaba reflexionar ciertas cosas para poder hablar contigo y salir más adelante. Una disculpa, eres una chica maravillosa, de verdad

-Hola, bien ¿Y tú? Y no te preocupes, no pasa nada- intenté demostrar que no me había importado, no sé por qué lo hice si estaba feliz de que contestara aunque me había molestado, creo que debió al menos avisar que no hablaríamos, yo pude entender. Me la había pasado pensando en eso, y él no avisó.

-Estoy bien, qué hay de nuevo

Seguimos conversando normal pero esta vez de una manera muy simple, le conté que ya había vuelto a entrenar. Él nunca dice nada, rara vez me cuenta algo, así que cuando yo no tengo nada que decir la conversación se vuelve más plana de lo que de por sí ya era.

Con los días regresamos a aquella conversación en donde nos pasábamos fotos, él me mandaba seguido, mientras yo le decía que no tenía ganas, era verdad. Llegaba de entrenar demasiado cansada y adolorida, así que no tenía ganas ni de pararme de la cama. Había aprovechado para leer, en todos esos días leí "¿Quién mató a Alex?" Y "Sé lo que estás pensando". Él insistía en que quería una foto mía, sentí que solo quería eso, más porque no contestaba en horas y aveces en un día. Pero quería darle una oportunidad. 

Pronto me invitó a salir. Le dije que sí, obviamente. Quedamos en ir por un raspado cerca de una cancha de patinaje y basketball. Esperaba ese día con ansias, tenía muchas ganas de verlo.

 



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En el texto hay: amor desamor, tristeza romance dolor

Editado: 07.02.2024

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