Una chica común

34.Basta

Pasaron los días, más de una semana, habían sido aburridos, estaba ocupada con la escuela. Eddy seguía insistiendo con salir, no era lo suficientemente mala como para dejarle de hablar o decirle que nunca aceptaría salir de nuevo, así que le acepté nuevamente una cita. Esta vez sería en su casa, compraría algo para comer y veríamos alguna película. Mi hermana lo conoce, también mi mamá, ya que su hermana y la mía son amigas. Así que el permiso no fue problema. 

Fui un día domingo, llegué a su casa,  fui caminando puesto que me quedaba a unos diez minutos. Cuando llegué me hizo pasar y luego a pasar a su cuarto. Me sentía incómoda, era un lugar desconocido, con alguien que no veía en mucho tiempo antes de la vez anterior y además yo me estriño mucho y justo ese día estaba muy inflamada, además tenía gripe y tos, era un mal día. 

Empezamos a comer sobre la cama, platicamos un rato y de ahí puso una película. Estuvimos casi dos horas inmóviles, ya tenía el plato a un lado casi lleno, era comida china. Eddy se acostó sobre mis piernas, toleré eso. Luego de un rato más y con la película por terminar me pidió que nos acostáramos. Se acostó y me acosté entre sus piernas, colocó una almohada entre su pecho y mi cabeza. Luego de que terminara la película recogió la comida y regresó a sentarse a mi lado. Me abrazó, me miró y me tomó de la barbilla y me besó. No lo detuve, a pesar de no sentir nada. 

Después de un beso largo empezó a tocarme, intenté pararlo sin ser grosera, aunque debí serlo. Luego intentó desabrochar mi pantalón y me negué, siguió insistiendo mientras me besaba y después de varios intentos cedí como siempre. Terminamos de alguna manera teniendo sexo, muy corto y nada placentero para mí. En cuánto acabó me vestí y le dije que me iría. Antes de salir me obsequió un suéter y una gorra. 

Me acompañó a mi casa. Al llegar me despedí con un adiós y entré a mi casa. 

Por la noche me quedé pensando en lo que pasó, me sentí abusada aunque en realidad yo me dejé, pero en realidad no quería y aunque cedí me sentí de alguna manera obligada. Por un momento tuve la sensación de que estaba bien porque yo quería tener sexo con otras personas además de Jorge, pero también era cierto que no quería que sucediera con Eddy aunque lo haya permitido. Me traté de convencer a mí misma que no era tan malo, que debía tal vez darle una oportunidad y conocerlo mejor, quizá con el tiempo podría gustarme. Después de todo era buena persona, trabajador, fiel, atento, nada tacaño y yo le gustaba mucho. 

Después de meditarlo pensé en quizá ver qué pasaba, si podía llegar a gustarme. Me había invitado la siguiente semana a el cumpleaños de su sobrina. Su hermana había invitado a Ari, mi hermana. Así que podía ir con ella, Eddy ya me había invitado. 

Llegó el sábado y fui con mi hermana, era un lugar al aire libre y había una alberca. No sé nadar y no me gustaba usar traje de baño, así que me la pasé sentada con mi vertido, era floreado y ajustado. Eddy me habló para ayudarle a embolsar palomitas. Terminando de ayudarle volví a irme. Le hablaba muy cortante.

Casi al terminar el cumpleaños Eddy fue a sentarse a mi lado. Hablamos sobre muchas cosas, de mi escuela, de su trabajo y de nuestras familias. Pasado tiempo comenzó a querer abrazarme y a tomar mi mano. Por mi parte odiaba hacer eso y más en público porque no éramos novios. Tomó su teléfono y empezó a tomarme fotos. Otra cosa que odiaba, tomarme fotos. Me tapaba la cara todo el rato, además de que me sentía mal, hacía calor, estaba incómoda, estaba inflamada y él me molestaba. Intenté ser más amigable pues estaba su familia detrás de mí en la otra mesa. A mí derecha estaban dos señoras comiendo los aperitivos y a mi izquierda Eddy y luego sillas vacías de mi hermana y mis sobrinos que estaban en la alberca. 

Sonreí en un par de fotos y le pedí que se detuviera, entonces lo hizo. Empezó a jugar con mi panza lo cual tampoco me gusta, le pedí que no lo hiciera y lo volvía a hacer de 'juego', comenzaba a irritarme. Tapé mi panza con mis brazos y luego me dijo 'a ver tu mano' y la midió con la suya que claramente era más grande porque él es alto. Después de jugar con mi mano la tomó de nuevo como si fuéramos pareja y me volví a soltar de su agarre. Volvió a insistir con tomar mi mano y nuevamente la retiré, pero entonces volvió a tomarla 

-¡No!- dije ya un tanto molesta 

-poe qué no- preguntó mientras ladeaba su cabeza en mi hombro 

-porque no quiero, no es no 

-¿Qué tiene?

 -solo no quiero- le dije más tranquila y pareció entender, por unos minutos.

-A ver tu mano

-no

-no te voy a agarrar solo préstame tu mano

-¿Para qué?- le miré seria, las señoras de a lado estaban mirando y reían de lo que pasaba

-nada más, préstamela- la tomó y me dejé unos segundos para ver qué hacía y luego entrelazó nuestros dedos

-no- repetí y retiré mi mano. Solo sonrió, parecía que tomaba todo a broma. Se paró a ayudar a su hermana para repartir el pastel. Aproveché para decirle a mi hermana que ya nos fuéramos. Tardó unos minutos en cambiarse para luego sentarse a mi lado y llamó un taxi. Es decir que tenía que esperar todavía a que llegara el taxi por nosotras. Mientras tanto comí jícama con picante. 

Luego de un rato volvió Eddy. Se quitó la gorra rosa que traía y me la puso 



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En el texto hay: amor desamor, tristeza romance dolor

Editado: 07.02.2024

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