Una chica común

35. Planes

Las semanas siguientes volví a tener sexo con mi ex novio un par de veces más. Me comenzaba a agradar el hecho de que ahora estaba más segura de que realmente ya no lo quería, o al menos no como novio. El tener sexo con él no me hacía extrañarlo y eso era genial, mis emociones no dependerían jamás de él otra vez.

Por otro lado, había platicado mucho con otro chico que ya me había hablado por primera vez hacía tiempo, sin embargo, no le tomaba importancia. Platicamos más, incluso en persona algunas veces cuando me lo encontré en la escuela. Hablar con él era sencillo, no me sentía incómoda ni juzgada. Se llama Kevin, él es moreno, alto y delgado. Aunque al inicio no me parecía para nada atractivo, con el pasar de los días sentí una pequeña atracción, así que le dije que sí podíamos salir algún día que tuviera tiempo, pues por la escuela, los entrenamientos, el taller que doy en la escuela y los partidos que arbitreo no podía salir mucho en las tardes. Sentí que congeneaba bien con este chico y me agradaba mucho.

También hablaba con otro chico, que casualmente es amigo de Amanda, la novia de Hugo. Él se llama Abisaí, también me cae bien, tenemos un humor bastante parecido pero no me atraía absolutamente nada. Es moreno, gordito y considerablemente alto. Con las semanas que pasaron de haber hablado, incluso antes que Kevin, supe que no saldría con él nunca con intenciones que no fueran de amistad. Parecía ser mujeriego. Me contó que le gustaba Amanda pero yo también, es decir, por qué decirle eso a la chica que estás intentando invitar a salir. Obvio eso arruinaría todo. Además que Abi me comenzó a hablar cuando se unió al taller de ajedrez, y yo no podía contestar como "amiga" si se supone que soy su maestra de ajedrez, pero una vez que se salió, comencé a hablarle más y así fue como nos hicimos amigos.

Después de que Abi se diera cuenta que conmigo no lograría nada, hablamos mejor siendo amigos y a veces me mandaba videos y fotografías. En una de ellas pude ver a Robbie, por lo cual le pregunté si era de su grupo. Al confirmar lo obvio me quedé un poco sorprendida por la coincidencia pero simplemente no era de mucha importancia.

En un día cercano a todos estos sucesos me encontraba en mi salón en hora libre, así que aproveché a comer. Salí con mis amigos solo afuera del salón, en el pasillo, nuestro salón se encuentra al fondo, así que nos quedamos junto a la pared mirando por la ventana que da la vista a la cancha. 

Había olvidado mi agua así que volví por ella a mi asiento. Cuando salí de nuevo le pegué una mordida a mi torta (sandwich) y  cuando giré mi cabeza a la derecha pude ver a Robbie que estaba parado afuera del salón de a lado y me quedó viendo. Me dió vergüenza en ese momento pero después solo lo ignoré. Él no me saludó ni hizo algún gesto y yo tampoco lo hice. 

Mientras comía con mis amigos platicaba con Carlos y Armando se encontraba a un lado hablando con otro chico que no conocía. Al terminar de comer regresamos adentro, ya empezaría la última clase e iría a casa a descansar un poco y después al entrenamiento.

Llegada la tarde fui a entrenar. Estuvo bastante tranquilo. Saliendo me fui con mis amigos, Steve, Louis y Árgel. Me iban a acompañar a tomar un taxi así que bajamos una cuadra de la zona céntrica. Estaba un poco solo y oscuro. Platicamos un rato y de repente Louis me propuso un beso de tres. Jamás he dado uno pero acepté, solo si él y Steve se besaban primero

-está bien, acepto, pero... Si yo lo beso, tú lo besas después 

-ok, está bien- contesté sin problemas, después de todo solo era un beso.

Louis miró a Steve y acercaron sus rostros lentamente, cuando estaban a centímetros de juntar los labios se separaron gritando de asco y arrugando sus caras como si hubiesen bebido jugo de limón. Árgel y yo nos reímos con la escena 

-bésame a mí -dijo Árgel, él es gay

-ay, no- contestó Louis mientras reía

 -si no lo hacen yo no haré nada- no quería hacerlo, ninguno de los dos era feo, pero sí eran chismosos, así que no quería arriesgarme a que le contaran a alguien del entrenamiento y después todos lo supieran, además Steve es menor que yo y Louis aún más.

Después de que intentaran varias veces miré que ya había pasado más de una hora, estaba a punto de dar las 10 de la noche y yo tenía que irme. 

Steve detuvo un taxi por mí, me despedí con un beso en el cachete de Árgel y después de Steve, estaba por subir con Louis, ya que vivimos cerca, pero Steve me habló pidiendo un beso con un gesto de los labios. Sin decir nada solo lo hice, le di un beso y subí al taxi. Steve pegó un pequeño grito de emoción, se me hizo demasiada tierna esa reacción. Cuando estaba en el camino a casa Louis me pidió un beso y también se lo di. Me sentí un poco extraña, pero solo fue eso y claro que no se iba a repetir.

Llegando a casa recibí un mensaje de Armando "le gustaste a mi amigo", después de preguntar qué amigo es, me contó que era el chico con el que estaba hablando fuera del salón cuando estábamos comiendo. La verdad era que ni siquiera recordaba su cara, no había puesto mucha atención.

***

Llegando el sábado tocó ir al Auditorio a arbitrear partidos y ahí estaba Robbie. Lo miré en varias ocasiones y casi siempre estaba distraído, mirando a la nada, su teléfono o viendo el partido que estaba en ese momento. Cada que un jugador iba a servicio en el lado izquierdo yo aprovechaba a mirarle unos segundos. 



#27040 en Otros
#8464 en Relatos cortos
#41192 en Novela romántica

En el texto hay: amor desamor, tristeza romance dolor

Editado: 07.02.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.