Una chica común

40. La casa de Louis

Todo transcurrió con normalidad, aunque aún no éramos novios formales Robbie y yo ya nos tratábamos como una pareja, comenzamos a tocarnos de vez en cuando, en zonas desoladas. 

Yo no lo llevaría a mi casa por mi abuela, que es una mujer religiosa, ella no acepta que sus nietas tengan parejas de esa confianza antes del matrimonio. Y Robbie tampoco me llevaría a su casa, era reservado, nunca había tenido una pareja formal y menos presentado a alguien con su familia, aunque tampoco era un santo por lo que ya sabía de él. 

Además de eso, era un chico muy atento y de corazón noble, me repetía que me quería y que me veía hermosa, algo que aunque sea pequeño significa mucho y es algo que no me habían dicho antes. 

Durante los meses de enero y febrero Rob empezó a trabajar, aprovechando las vacaciones. Así que ya no lo veía, solo fin de semana. Incluso en mi cumpleaños, en febrero, no lo ví hasta la noche. Ese día fui a entrenar y casi al terminar el entrenador me compró un pastel, me cantaron las mañanitas mientras grababan y tomaban fotos, estaba mi amiga de la preparatoria, Luz, me había llevado una caja de cartón adornada con fotografías nuestras. Argel me regaló unas donas glaseadas.

Realmente aprecio mucho el gesto de que alguien se tome la molestia de regalarme algo, sin importar lo que cueste. 

Al terminar las mañanitas venía la típica mordida, una de las niñas sumió mi cabeza tan fuerte que tenía lleno de pastel las fosas nasales. Después de risas y de limpiarme la nariz empecé a repartir el pastel. No tardamos mucho en comer y en que se fueran las niñas. Casi enseguida nos fuimos Amy, Luz y yo juntas.

Amy y yo habíamos quedado en salir, pero antes iríamos a su casa a cambiarnos. Le hicimos la invitación a mi amiga de la prepa para ir de fiesta con nosotras, pero negó puesto que no tenía permiso de sus padres. Por lo menos fue a casa de Amy, platicamos un rato las tres en lo que nos duchamos y cambiamos para salir. 

Aunque Robbie no llegó a verme al entrenamiento lo vería en el centro para ir al antro juntos. Mi teléfono sonó y al contestar del otro lado de la línea se encontraba Robbie que me decía que ya casi llegaría a casa de Amy

Habíamos invitado a unos amigos pero cancelaron a último minuto, aún así iríamos nosotros tres. Fuimos a otro bar esta vez, en el cual ya se había hecho reservación. Tomamos un taxi y primero pasamos a dejar a mi amiga y después nos dirigimos al sitio.

Al bajar de taxi pasamos rápido y nos metimos, afuera hacía frío. Se acercó el mesero y nos dió la carta, Rob pidió una botella pero terminamos comprando dos por una supuesta promoción. 

En lo que esperamos la botella conversaba con Amy que se encontraba a mi lado derecho. Rob me agarraba la mano, él estaba a mi izquierda. Decidimos invitar a un amigo del entrenamiento que le gustaba a Amy, Louis, pero no pudo llegar porque tampoco le darían permiso debido a la hora. 

Llegó la botella, vasos y refrescos. Rob me preparó el primer vaso y al beberlo noté que no estaba muy fuerte, así que me lo acabé en poco tiempo. Me sirvieron otro, mientras lo tomaba noté que entró un amigo de Rob y mío y otro sujeto que no conocía, lo invitamos pero negó y pidió una cerveza, unos minutos después se fue la luz en el lugar. Era mi mala suerte de siempre supongo.

Aún así esperamos un momento para ver si la luz regresaba, pero al notar que continuábamos a oscuras decidimos irnos a casa de Louis, que nos hizo la invitación. El amigo de Rob también se iría, así que nos llevaría al centro. 

El chico nos terminó llevando a casa de Louis, antes habíamos hecho una parada para comprar más refresco y botanas. 

-gracias -dijimos los tres al bajar del coche y se fue

Louis bajó y nos abrió

-Shh, no hagan ruido, están durmiendo-dijo Louis que se encontraba descalzo. Nos guío por un pasillo y subimos unas escaleras hasta el tercer piso. Entramos a su señal y nos metimos rápidamente a su habitación.

-nos prestas vasos- dijo Rob señalando la botella 

Louis salió y regresó con los vasos, nos servimos y seguimos bebiendo. Amy se acostó en la cama de Louis con él, mientras que Robbie y yo estábamos sentados al pie de la cama. Platicamos un momento y luego me hizo una seña para que mirara hacia atrás, Amy y Louis se taparon con la sábana, ambos nos volteamos a ver y nos reímos. Nos sentamos en el piso

-ya me estoy mareando un poco- le dije y me dió un beso que seguí, nos acostamos en el piso y empezó a recorrer mi cuerpo con sus manos. Me subió sobre él y empezamos a rozar nuestros cuerpos. Mi falda se subía poco a poco y Rob ayudó con sus manos. Se desabrochó el pantalón y sacó su miembro. Metí su pene en mi boca y luego de hacerle un oral me senté sobre él. No pasó mucho tiempo y se vino. Tuvo que ir al baño a limpiarse y cambiarse el condón. Lo volvimos a hacer una vez más, le pedí que ahora él me diera a mí, luego de hacerlo y que se tuviera que limpiar de nuevo regresó. Nos acostamos, me abrazó y me dió un beso en la frente. 

Amy y Louis seguían en la cama con la sábana cubriendo sus actos. De vez en cuando Louis se asomaba a ver qué hacíamos 

-chismoso- le gritó Rob.

Lo besé mientras estábamos en el piso, él jugaba mis senos y yo empecé a tocar su miembro. 

-¿Lo hacemos de nuevo?-preguntó



#27031 en Otros
#8458 en Relatos cortos
#41172 en Novela romántica

En el texto hay: amor desamor, tristeza romance dolor

Editado: 07.02.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.