Una consumación en la Taberna

Capítulo 2

Observo desde mi ventana la paleta de colores que el sol vierte sobre el mar y el cielo de mi querida Cala. Parece resistirse a desaparecer, descomponiendo su luz por la superficie de un mar que llega hasta las rocas. ¿O quizás es el regalo que deja a su amada luna?

 

Doy un sorbo a mí infusión de rooibos y sonrío al recordar a mi vecino Joel. Un joven escritor que lucha por sobrevivir cada día a las pesadillas que le atormentan por la noche. Todos viajamos por la vida acompañados por nuestros monstruos pero algunos son tan oscuros que pueden llegar a absorber toda luz, toda energía de nuestra alma, como si de agujeros negros se tratase. Es el caso de mi querido Joel. A él le gusta el amanecer. Ese momento en que la luz vence a las tinieblas. Ese momento en el que él obtiene un poco de paz y el Sr. Gadget le inspira a escribir sus relatos acompañado de su primer café.

 

Hace una semana que Joel decidió ir a La Cabaña. Quería hablar con Anciano. No me preocupo, le acompaña Alma. Esa niña conoce el mejor camino para llegar y cuidará bien de él. 

 

Pierdo la vista por los últimos rayos de sol que se esconden por el horizonte y doy el último sorbo a mí rooibos. Debo prepararme porque hoy hemos quedado en La Taberna y he de pasar a recoger a Rebeldía. Hemos quedado en ir juntas a la reunión. No está pasando por un buen momento.

 

Vuelvo la mirada hacia la estantería llena de libros y entre ellos, destacando como un farolillo en la noche, la Saga Identidad brilla con luz propia. Un suspiro profundo se escapa de mis pulmones y Chi, la gata de Joel que estoy cuidando en su ausencia, me observa con su mirada serena. Parece decirme que ella cuidará de mis preciados libros.

 

Mientras recorro las calles en busca de mi amiga Rebeldía, mis pensamientos viajan al pasado. Al inicio de nuestra historia juntas. Ella era joven y quería comerse el mundo mientras paseaba por La Gran Ciudad. Luego conoció a Tylerskar, un caballero oscuro luchando contra sus propios monstruos, como Don Quijote y sus molinos. Pero la vida no es fácil, no y Tylerskar perdió su batalla. Dejó que el Monstruo le venciera o quizás el Monstruo no podía vencerse, quién sabe.

 

Ella lo intentó...sé que lo intentó. Aún me resulta difícil comprender cómo consiguió abrir los portales. Supongo que su fuerza interior, el amor por Tylerskar y su mayor cualidad, esa que está tan arraigada en su propio nombre, es lo que le dio la clave para traspasar el tejido espacio-tiempo y entrar en todos esos mundos siguiendo la negra estela del monstruo que se llevó a Tylerskar.

 

La fortaleza frente al abismo que recorrieron, antes que ella, Resolución, Experiencia y Conciencia. El país de Nunca Jamás donde Rebeldía encuentra un Tylerskar que aún puede enfrentarse al Monstruo y a la Anaconda. Acompañando a un Tylerskar enamorado a ver una obra de teatro: Un Monstruo entre los vampiros.

 

 

“Espadas contra escudos.

Mazas y cadenas, cuchillos y lanzas.

Lucha en vida para alcanzar la gloria en la muerte.”

 

 

Luchando en la arena del circo romano. Vistiendo la armadura de samurái y absorbiendo su filosofía...

 

Nada era poco para mi amiga con tal de rescatar su alma gemela del profundo cenote en el que, más pronto que tarde, acabaría por engullirlo.

 

Sin darme cuenta, tan ensimismada en mis pensamientos estaba, llego al portal de Rebeldía. Ahí están Ilusión y Esperanza con ella. Parece que pasa algo porque veo a Ilusión llorando de risa y a Esperanza negando con la cabeza y los ojos en blanco. Al fijarme en Rebeldía lo entiendo todo y sé porqué esta chica me tiene el corazón robado y es capaz de abrir portales solo con desearlo. Ha decidido ir a la reunión de esta noche vestida con su piel de lobo, la espada samurái, una escopeta de francotirador, y lo más importante... Tengo los ojos llenos de lágrimas... No sé si es emoción o me estoy partiendo de risa como Ilusión... Pero... Pero es que me lleva el chaleco de piel de Anaconda y las botas de piel de cocodrilo... Cojo el móvil y le saco una foto. Ya veré si la subo a Tiktok o me la guardo para mí álbum personal. Lo mejor de la escena es su cara, Rebeldía no entiende porqué no puede ir así para ella es perfecto.

—Chicas... — digo con toda la serenidad que puedo- hay que ir tirando que Óscar y J. Carlos ya están en “la Hora de la Verdad”. Experiencia me ha enviado un WhatsApp avisándome que ya están todos.

—Pero... ¿Es que no le vas a decir nada? — me recrimina Esperanza — ¿No ves cómo va? 

—Esperanza — le digo suavemente — es nuestra Rebeldía, tal cual, sin maquillajes que la difuminen. No podemos...no queremos cambiar su verdadera esencia.

 

Ilusión se seca las lágrimas y cogiéndonos del brazo nos acercamos, con paso decidido, al encuentro con nuestros amigos. Amigos que han compartido una aventura tan inolvidable e intensa que une los hilos de nuestra existencia.



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En el texto hay: bipolar, drama, identidad

Editado: 29.07.2023

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