Hoy puede que nuestro día sea mejor. Despierto por fin recordando un poco de lo que soñé; recordar a tus padres es maravilloso. La doctora me llamó hace quince minutos antes y bueno, estoy ordenando todo para cuando ella regrese. Kno por su parte salió temprano a la universidad, dijo que llegaría almorzar y que fuera a Rosita; no sé si ir.
La puerta suena y en cuanto la abro, la doctora sonríe; siempre es así, se ve tierna. Ella pasa y cierro la puerta, estoy un poco nerviosa, es mi última prueba quizás.
_Ellie, ¿Cómo estás?_ se sienta en la silla de Kno y yo por mi lado en la cama.
_No estoy tan mal._ cruzo la pierna y la miro.
_¿Tienes el cuaderno?_ pregunta sacando su bolígrafo; seguro que sí.
Busco el cuaderno y se lo entrego, espero que no se ría de las cosas que escribí en él.
_Ellie, hay dos camas en esta habitación...
_Es de un vecino._ me mira sorprendida. O sea, ¿cómo no estarlo? Si me da miedo el exterior y hay un hombre en esta habitación; no concuerda.
_Ellie, ¿te sientes bien con su presencia?_ escribe un par de cosas en su agenda.
_Sí.
_Prosigue, cuéntame todo._ sonríe.
_Si me gusta su presencia, es algo extraño como nos conocimos pero creo en él; no es como el exterior._ me pongo aún más nerviosa; anota cada una de las cosas que digo.
_Bien Ellie, no más preguntas, me gustaría que empieces ya a salir.
Espera, ¿salir?, no estoy preparada ni segura, por un par de preguntas fuera de lo común creí que ya estoy bien.
_Eh...
_Ellie, esto es un proceso. Como tu doctora, no puedo evaluar tu progreso si aún no te animas a salir...
Ya lo hice y no fue nada agradable, aún lo recuerdo.
_Por eso, tienes que poner de tu parte. Las personas, no son perfectas, tienes que entender eso. Lo que encuentres afuera, claro que no va a cumplir todo con tu perspectiva. Pero el mundo existe y no para caerte bien, simplemente existe. Aunque no te estás dando cuenta, el tiempo está pasando rápido, ya no eres una niña que tengo que cuidar y decir lo que tiene que hacer. Es importante que no dependas de algo o alguien y si quieres hacer algunas cosas, que nadie las impida..._ respira._ Al final eres quien va a tomar las decisiones, de eso no lo olvides._ se levanta.
No puedo creer que este sea ya el momento de casi una despedida. Quizás esta sea su adiós y no estoy lista para eso.
_El cuaderno, tus escritos no los voy a difundir. Voy a volver después de nueve meses, tengo un viaje de trabajo y tengo que irme._ sujeta mi mano._ Eres muy fuerte.
La acompaño a la puerta y se retira. Una gran sonrisa, recordaba tanto a mi madre en ella. ¿Salir?, no creo que esté preparada para eso... pero qué día.
Me acuesto en la cama y el mismo miedo se hace presente, muchas preguntas nacen sin poder responder ni una. Algunas sin sentido y otras imaginando un futuro prometedor, sin duda estoy siendo muy dura conmigo misma.
Un sonido me despierta, había dormido de tanto imaginar y pensar, del miedo me cuesta mantener mi mano quieta y por lo que observo ya es muy tarde. Abro la puerta y Kno sonríe.
_¿Qué pasó?_ se asusta y es lo único que puede ver, una sonrisa nublada se observa y la fuerza me abandona.
_¿Está bien Doctor?_ es lo primero que escucho.
Estoy en el hospital, probablemente me desmayé. El doctor habla con Kno y voltea a mirarme.
_Estoy bien._ hablo bajo.
_Señorita, ¿Cómo está?_ revisa mis ojos con una pequeña linterna.
_Bien._ susurro. La fuerza me falta y mi respiración aún no es estable.
_Como le dije Kno, fue solo un desmayo, esto sucede, cuando no hay suficiente sangre que llegue al cerebro. Tranquilo.
_Es raro su desmayo._ me mira.
Sonrío un poco, aún me siento un poco débil. Creo que debí almorzar y no estar preocupada.
_Bueno le dejo con la paciente. Mucho gusto señorita._ se retira.
Kno me mira aún con preocupación. Si entendiera que lo mío no tiene solución, que es probablemente el trastorno más raro que estoy desarrollando. A pesar de estar en esta situación, me siento un poco nerviosa por estar aquí.
_No entiendo que pasó. Pero dentro de dos horas nos vamos, quiero estar seguro de que estás bien._ sostiene mi mano.
_No te preocupes.
Sonríe un poco y me mira, sus ojos me encantan mucho, su sonrisa tan única.
_Duerme un poco para que recuperes fuerzas.
_Kno._ no sé si decirlo pero._ tengo hambre._ sonrío un poco para que no se moleste.
Suelta mi mano y su mirada cambia, se levanta y camina varias veces; de un lado a otro.
_¿No almorzaste?, seguro que no. ¡Cómo puedes ser así!. Descuidas de ti misma, mira dónde estás ahora._ grita un poco._ Ya._ se tranquiliza._ esperemos que te den de alta y nos vamos a comer._ se sienta y suspira un poco._ Te pasaste._ se cruza de brazos.