PARTE 13

Después de todo lo sucedido, me encuentro de vuelta en mi cuarto, en mi propio mundo. Kno me llevó a comer comida rápida, aunque la atención en el restaurante fue un poco lenta.

_Deberías comer, por favor. Yo debo estudiar y no estar...- Lo miro, se queda en silencio. Logro completar la frase en mi cabeza y siento algo extraño en el pecho._No, tranquilo. Simplemente no pude ir a Rosita. Pero está bien, ve a estudiar.- Me acomodo en la cama y nada se siente mejor que descansar.

Son las cuatro de la tarde. A esta hora, mi madre solía llegar con un vaso de agua y unas pastillas. El dolor de cabeza tenía que parar de alguna manera. Ah, cierto, a esta hora también dormía antes. La llamada de mi padre dejó de ser monotonía. Ahora solo contemplo a través de una pequeña ventana la niña que solía ser antes de llegar aquí: la vida que tenía, los sueños y metas. Los deportes que practicaba. No era la persona que soy ahora. Los psicólogos dicen que esto es producto mío, que si no cambio, debo hacer esto y aquello. Todo el esfuerzo que le dedicas cansa, y cargar con eso hace más difícil la carrera, justo eso que llamamos vida.Salgo de mis pensamientos y veo a Kno revisando papeles. Un silencio incómodo se instala. Lo siento de mi parte. ¿Será que fui dura con él? No lo creo.

_Lo siento.- Me mira. Ya no me siento mal. Después de todo, se trata de él. No quiero que nuestra amistad se vea afectada. Pero bueno._No hay disculpas. Voy a ducharme.- Me levanto de la cama en dirección a la toalla y luego a la ducha. Kno se levanta y se interpone en mi camino, me sujeta la mano. No entiendo qué está pasando. Su respiración se vuelve más profunda. Por favor, que no sea lo que estoy imaginando. Tenemos una amistad que recién empieza.

_Lo siento.- Sonríe. Me calmo un poco y asiento con la cabeza. Me retrocedo, soltando su mano de la mía, y continúo. No lo mires, sigue, sigue. Entro en la ducha, y un baño con agua fría me ayudará a despejar la mente. Ya lista, con cremas en el cuerpo, salgo para cambiarme.

_Pero qué manera de hacer que mis ojos se distraigan.- Le doy un golpe en la cabeza y voy por mi ropa. _¿No puedes simplemente mirar tu cuaderno y seguir? Vine por mi ropa y me cambiaré en la ducha, no te ilusiones.- Voy de nuevo a la ducha, con la ropa en la mano._Cuando salgas, seguro ya no estaré. A las ocho tengo que estar allá en la universidad. _Bueno, cuídate.- Cierro la puerta y me cambio.

También recuerdo que debo salir, que debo ver el exterior y todo lo demás. Escucho cómo Kno se retira. Salgo de la ducha y nuevamente todo el silencio. Observo a mi alrededor y camino para lanzarme en la cama.

Miro el techo y no puedo creer que ya estemos en esta etapa de la supuesta terapia; salir de nuestro mundo a la realidad. No quiero salir, en realidad no puedo. Las piernas me tiemblan. No es que las personas me asusten, es que cada una de ellas tiene diferentes acciones y las malas son las que me ponen de esta manera. Es algo que no puedo controlar, porque está escrito: "duele el presente, cuando el pasado te persigue". Creo que es momento de continuar. Espero que mañana pueda intentarlo. No digo que lo haré, solo voy a intentar; espero no llevarme otro mal recuerdo.