PARTE 23

_Te quiero.- fue lo último que recuerdo.

Pasan los días y me adentro cada vez más en la organización clandestina. Es peligro pero es lo que decidimos hacer. Mi determinación de encontrar a mis padres y desentrañar la verdad es más fuerte que nunca, pero también siento el peso de la oscuridad que me rodea. Me muevo con cautela y me aseguro de no levantar sospechas mientras recopilo información valiosa.

Logro obtener acceso a los archivos de la organización y encuentro lo que ya sospechaba: mi madre formaba parte de ellos. Descubro que estaban planeando robar uno de los mayores bancos del país, y todo cobra sentido. Mis padres fueron arrastrados a este peligroso mundo sin saberlo, y ahora mi búsqueda adquiere un nuevo significado.

Me siento abrumada por la revelación y la dualidad de sentimientos que experimento. Por un lado, tengo la certeza de que mis padres están vivos y de que puedo encontrarlos, pero también me doy cuenta de que mi madre ha estado involucrada en actividades peligrosas y cuestionables.

Una noche, mientras me oculto tras la máscara que me identifica como uno de ellos, siento cómo las lágrimas se mezclan con la angustia y la incertidumbre. Es difícil mantener la compostura y ocultar mi verdadera identidad, pero sé que es la única manera de seguir con mi misión.

Me envían a ver las cabras que están en el sótano, y mientras camino por los oscuros pasillos de su sede, siento una sensación abrumadora de peligro y amenaza. Mi corazón late con fuerza mientras trato de mantener la calma y no llamar la atención.

En el sótano, observo las cabras, pero mi mente está en otro lugar. Mi preocupación por mis padres y mi lucha interna por entender las decisiones de mi madre me consumen. Las lágrimas siguen fluyendo detrás de la máscara, pero sé que no puedo dejar que me descubran.

Regreso a mi puesto, sintiéndome más confundida que nunca. Siento la urgencia de hablar con Harper y compartir lo que he descubierto. Necesito su apoyo y su perspectiva para enfrentar esta difícil situación.

Llamo a Harper y le cuento todo lo que he descubierto. Su voz del otro lado de la línea es un bálsamo reconfortante. _Ellie, lo siento mucho. Pero ahora sabes más, y eso te acerca más a encontrar a tus padres y resolver este enigma.- dice con calma.

_Sí, lo sé, pero también me siento abrumada y perdida. No sé qué hacer con esta información.- le confieso, tratando de contener las lágrimas.

_No tienes que enfrentar esto sola. Estoy aquí para apoyarte en todo momento. Juntos encontraremos la manera de seguir adelante.- me asegura, y su apoyo me da fuerzas para seguir luchando.

Decidimos reunirnos en un lugar seguro para compartir más detalles y planificar nuestros próximos pasos. Con el corazón lleno de determinación, me preparo para enfrentar lo que viene. Mi objetivo sigue siendo el mismo: encontrar a mis padres y desenmascarar a la organización clandestina, aunque ahora sé que hay mucho más en juego de lo que imaginaba.

Un día, mientras me encuentro en una de sus reuniones secretas, veo algo que me deshabilita por completo. Mis ojos se posan en una pantalla donde se proyectan imágenes de personas inocentes siendo víctimas de los planes de la organización. El dolor y la angustia de esas personas reflejados en sus rostros me paralizan.

En ese momento, algo se quiebra en mí. Siento el peso de la culpa y la desesperación por no poder detener el mal que está ocurriendo. Me doy cuenta de que no solo se trata de encontrar a mis padres, sino también de detener a esta organización y proteger a los inocentes que se verán afectados por sus acciones.

Me cuesta mantener la compostura mientras las lágrimas amenazan con escapar. Quiero gritar, quiero detener todo esto, pero sé que no puedo hacerlo sin poner en peligro mi vida y la de mis padres.

Continúo fingiendo que soy una de ellos, pero ahora tengo una nueva motivación: detenerlos y proteger a los inocentes. Me vuelvo más astuta y audaz en mis movimientos, buscando cualquier pista que me acerque más a sus planes y a la ubicación de mis padres.

Cada día es una lucha interna entre la esperanza y el miedo. Quiero encontrar a mis padres y poner fin a esta organización, pero también sé que el peligro es real y que cada paso que doy puede poner en riesgo mi vida.

Me refugio en la confianza y el apoyo de Harper. Él es mi ancla en medio de la oscuridad que me rodea, y su presencia me da fuerzas para seguir adelante. Juntos, planeamos cada movimiento con cuidado y estrategia, esperando el momento adecuado para actuar.

Mientras sigo infiltrándome en la organización, sigo viendo escenas perturbadoras que me impulsan a actuar con más determinación. Siento una responsabilidad abrumadora de proteger a los inocentes y poner fin a este mal.