Después de dar mi presentación y recibir los aplausos, siento una mezcla de emoción y satisfacción. Ha sido un largo camino, pero finalmente he superado la prueba. Me siento orgullosa de mí misma y agradecida por todo el apoyo que he recibido. Ahora solo me queda regresar y culminar el curso que se atrasó por el viaje.
Han pasado unas semanas desde que hablé con Harper por última vez, y aunque me preocupa un poco su silencio, decido darme un tiempo para mí misma. Estoy concentrada en mis estudios y en disfrutar de esta experiencia única que estoy viviendo. Aprovecho cada momento para aprender y crecer en mi campo de investigación. Paso tiempo con mis compañeros de estudio, compartimos nuestras inquietudes y celebramos nuestros logros juntos. Me siento rodeada de personas increíbles que comparten la misma pasión por la ciencia que yo.
Sin embargo, en algunos momentos, mi mente vuela hacia Harper. Me pregunto qué estará haciendo en este momento, si estará bien, y si está orgulloso de mí. Aunque quisiera hablar con él, sé que el tiempo y el espacio son importantes para ambos en este momento. Decido enfocarme en mí misma y en lo que quiero lograr. Me dedico a mis investigaciones, a aprender cada día más y a disfrutar de esta etapa de mi vida. Sé que cuando regrese, tendremos tiempo para hablar, compartir y ponernos al día con lo que ha pasado en nuestras vidas.
Mientras tanto, siento que estoy en el camino correcto. He encontrado mi pasión y estoy persiguiendo mis sueños con determinación. Y aunque hay momentos de incertidumbre y nostalgia, sé que el amor que siento por Harper es fuerte y que juntos enfrentaremos cualquier desafío que se nos presente.
Me quedan dos semanas más aquí, y estoy decidida a aprovechar cada día al máximo. Continuaré trabajando duro y disfrutando de esta experiencia única que me ha brindado la vida. Y cuando regrese, espero que Harper y yo podamos hablar y compartir nuestras experiencias, sueños y metas.
Tocan la puerta y un chico, alto y de ojos claros, se presenta, recuerdo haberlo visto en la presentación de la investigación. Su presencia me trae un poco de sorpresa, pero al afirmar mis dudas de que es de la Universidad Mayor Forense, me tranquilizo y lo invito a pasar.
_¡Claro, pasa!. Muchas gracias por tus palabras sobre mi presentación.- le digo sonriendo, mientras le ofrezco una taza de café. Nos sentamos en el sofá y comenzamos a entablar una conversación agradable.
Hablamos sobre nuestras carreras, nuestras áreas de interés y nuestras experiencias en la universidad. Descubro que compartimos muchas cosas en común en cuanto a nuestras pasiones por la investigación y las ciencias forenses. Me gusta su forma de expresarse y su entusiasmo por aprender y crecer en el campo. Con el pasar de los minutos, me siento cómoda y relajada en su compañía. Me sorprende lo fácil que es hablar con él y cómo nuestras ideas y pensamientos se complementan. Parece que hay una conexión genuina entre nosotros.
Mientras disfrutamos del café, compartimos risas y anécdotas sobre la universidad y nuestros compañeros. Me doy cuenta de que es alguien con quien puedo ser yo misma, sin pretensiones ni máscaras. Y eso es algo que valoro mucho en una amistad.
A medida que seguimos conversando, noto que el tiempo pasa volando. Se va haciendo tarde y tenemos que despedirnos. Me siento agradecida por esta agradable sorpresa y por haber conocido a alguien tan interesante y amable. _Ha sido un gusto conocerte.- le digo mientras nos levantamos del sofá. _Espero que podamos seguir conversando y compartiendo más sobre nuestras carreras y pasiones.
Él asiente con una sonrisa, _Claro, me encantaría. Eres realmente inspiradora en lo que haces, y creo que podríamos aprender mucho el uno del otro.
Nos despedimos con la promesa de mantenernos en contacto y seguir conociéndonos. Mientras cierro la puerta, mi corazón se llena de emoción por esta nueva amistad y por las posibilidades que el futuro pueda traer. Agradezco al destino por cruzarnos en este momento y estar segura de que hay muchas cosas interesantes por delante para ambos.
Al día siguiente, mientras espero que Harper pueda contestar mi llamada, mi mente se llena de pensamientos encontrados. El chico del día anterior me ha tomado por sorpresa y me ofrece salir a pasar con él y conocer la ciudad; enserio disfruto de su compañía, pero no puedo evitar pensar en Harper y en por qué no contestó mi llamada o mi mensaje.
Cuando finalmente bajo las escaleras y lo veo fuera con dos bicicletas, mi corazón se alegra por la sorpresa y lo abrazo con gratitud. Es un gesto amable y considerado por parte de él, y me hace sentir especial.
_Gracias, esto es increíble.- le digo emocionada mientras me subo a la bicicleta. Trato de no preocuparme demasiado por lo que pueda estar pasando con Harper y simplemente disfrutar del momento presente.
Recorremos la ciudad juntos, riendo y compartiendo historias mientras pedaleamos. El chico tiene una energía contagiosa y me siento cómoda en su compañía. Me ayuda a olvidar por un momento mis preocupaciones y me permite disfrutar del presente. Pero cada vez que suena mi teléfono, no puedo evitar mirarlo con cierta ansiedad, preguntándome si será Harper respondiendo. Trato de mantener la calma y disfrutar del paseo, pero en el fondo, la incertidumbre sigue presente.
_No te he visto muy animada desde que llegaste, ¿pasa algo?.- me pregunta él, notando mi cambio de actitud.