Hace días, estaba buscando entablar la conversación sobre ser padres con Harper. Ambos nos habíamos estado enfocando en nuestros estudios, ya que teníamos planes ambiciosos para nuestras carreras.
Un día, mientras él estaba ocupado trabajando en resúmenes, lo miré desde la cama y noté cuánto esfuerzo estaba poniendo en su trabajo.
_¿Estás ocupado últimamente, amor?.- lo miré con ternura.
Él dejó de escribir y suspiró, mostrando una leve sonrisa de disculpa. "Lo siento, Ellie, tengo mucho trabajo."
Entonces, recordé el día en que lo vi cargar al bebé de la amiga de su hermana, y cómo eso había desencadenado una serie de pensamientos y emociones en mí. Sentí la necesidad de compartirlo con él.
_Hoy te vi cargar al bebé de la amiga de tu hermana.- comencé a decir, sintiendo cómo las palabras salían tímidamente.- Ver lo que pasó con la chica... yo...
Harper me miró fijamente, sus ojos buscando los míos mientras sostenía mi mano. Su expresión era de atención y comprensión.
_Yo quiero un hijo contigo, más adelante, claro.- continuó, sus palabras fluyendo con más confianza ahora. _No pienses que te voy a dejar por elegir tus sueños y planes antes que todo.
Lo besé, aliviada por su respuesta y por sentir que podíamos abordar juntos el futuro, equilibrando nuestros deseos individuales con nuestros planes como pareja. Por un momento, el miedo de perderlo se desvaneció, reemplazado por la certeza de que estábamos en esto juntos.
Habíamos olvidado por completo al chico que conocí durante mi viaje, aquel encuentro que se sintió fugaz y ahora parecía un remoto recuerdo. Mi mente y mi corazón estaban ocupados con las conversaciones sobre nuestros planes y deseos para el futuro con Harper.
Pasaron semanas en las que la vida volvió a su rutina. Harper y yo continuamos centrados en nuestras carreras, en nuestros proyectos, en nuestros sueños compartidos. Cada día era un paso más hacia nuestro futuro juntos, y esos momentos de incertidumbre sobre el chico del pasado parecían haber quedado atrás.
Como si fuera algo extraño, ya por la noche recibo un mensaje. El chico, nuevamente él. Me pregunta como estoy y las cosas que hago, a pesar de haber expresado mi punto de vista sobre lo que estaba pasando. No entiendo como puede resaltar un sentimiento de él conmigo.
Mi corazón latía rápido mientras estaba sentada en el sofá de nuestro acogedor apartamento, mirando fijamente el televisor sin realmente ver lo que estaba pasando en la pantalla. Sentía una incertidumbre creciente en mi interior, una sensación de que algo no estaba bien, pero no sabía cómo expresarlo.
Harper estaba en la cocina, preparando la cena. Intentaba concentrarme en la conversación que debíamos tener, pero las palabras parecían estar atrapadas en mi garganta. Finalmente, decidí romper el silencio.
_Harper... -comencé, con la voz temblorosa-. ¿Puedo preguntarte algo?
Él se acercó y se sentó a mi lado, preocupado por mi expresión.
_ Claro, cariño, ¿qué pasa?
Tomé una respiración profunda antes de continuar. _Es solo que... hemos hablado mucho sobre nuestros planes para el futuro, nuestras carreras y todo lo que queremos lograr. Pero... ¿alguna vez hemos hablado sobre el futuro de nuestra relación?
Harper me miró con una mezcla de sorpresa y reflexión. Pareció pensar en mis palabras durante un momento antes de responder.
_ Tienes razón, Ellie. Hemos estado tan enfocados en nuestras metas individuales que a veces olvidamos hablar de lo que queremos como pareja.
Esa respuesta me tranquilizó un poco, pero aún sentía que había algo más, algo que estaba oculto entre nosotros. _Hay algo más, Harper, algo que no sé cómo expresar.
Él tomó mi mano con ternura. _Ellie, somos un equipo, ¿verdad? Si hay algo en tu mente, puedes decirlo. No importa cuán difícil sea.
Me sentí reconfortada por sus palabras y finalmente dejé que mis pensamientos fluyeran. _Es solo que, desde ese viaje y el encuentro con ese chico, me he sentido un poco insegura, como si hubiera un muro entre nosotros que no hemos abordado. Y sé que estoy siendo tonta porque te amo más que a nada en el mundo, pero...
Harper me interrumpió suavemente. _No eres tonta, Ellie. Tus sentimientos son válidos. A veces, las inseguridades pueden surgir, pero eso no cambia lo que siento por ti. Estoy aquí para ti, y estamos juntos en esto.
Sus palabras fueron un bálsamo para mi alma, y me di cuenta de que la verdadera fortaleza de nuestra relación era la capacidad de comunicarnos y enfrentar nuestros miedos juntos. Con un suspiro de alivio, me incliné hacia él y le di un beso lleno de amor y gratitud.
Amo a este hombre, que a pesar de todo lo que pasamos aún su amor sigue en pie conmigo. Nuestros negocios crecieron, ahora son empresas y ya tenemos tres más. Por suerte lo tengo a él y eso me alegra.