Una dalia negra

III



Pasaron varios meses desde entonces, y se notaba por los pequeños copos de nieve que empapaban el césped amarillento.  


Ahora Min era inseparable de Jimin. Y Jimin de él. Algo que Hoseok entendió que no solo era una simple amistad. Min… se había enamorado del castaño. Era algo curioso, pero al pelirrojo le asustaba la idea. 

 


__ Jimin, quieres café o te? 


Interrumpió los pensamientos de Hoseok, volviéndolo al momento actual. Este mismo también fijo su mirada al castaño, para darse cuenta lo bien que había cambiado. Ahora Jimin ya no era el mismo niño de hace meses, estaba más llenito, más limpio, abrigado y sin duda mas apegado a Min. Sonrió después de todo. El solo quería lo mejor para Min, y si Jimin lo hacía feliz, que mejor. 


__ YoonGi, ¿me enseñaras a leer junto con Hoseok? __ preguntó emocionado mientras sostenía su vaso con un poco de té caliente.  


Min asintió, sin hacer caso del como lo llamaba el chico. Min siempre había sido tan reservado en ese aspecto, el siempre usaría su apellido sin importar que su nombre fuera mas largo y útil. Siendo Jimin quien lo usaba, realmente se acordaba de su nombre y le parecía lindo si el castaño era quien lo pronunciaba.  


Los tres chicos caminaron despacio directo al césped, nadie estaba ahí por lo que no lo molestarían. Min cubrió mas el cuello de Jimin con la bufanda roja que él había conseguido por ahí, sin cuidado entraron dejando sus huellas en el suelo. Al mismo tiempo, sus manos cubiertas por los guantes tocaron el banco frio de concreto.  


__ Dios mío, que frio hace Min __ bufó el pelirrojo frotando sus brazos. 


__ El frio es mental __ respondió el azabache, haciendo reír a Jimin.  


__ Ah cierto, traeré el libro para enseñarle a leer a Jiminie __ se levantó Hoseok rápidamente para volver a meterse al edificio.  


Min sonrió y miro con el rabillo del ojo al ojimiel, este sostenía tiernamente su vasito.  
__ mi abuela y yo bailábamos siempre en estas fechas.  


Min miró sorprendido al castaño, lo dudó un momento, pero, lo decidió. Se levanto y sin importar que los copos de nieve se estancaran en su cabello desprotegido sin gorro; le extendió la mano a Jimin para ayudarlo a levantarse. Jimin algo sonrojado, dejo su té en la misma banca para después tomar la fría mano de Yoongi. Al tomarse de las manos se entrelazaron sin perder tiempo y sin preguntar Min coloco su mano en su espalda baja del castaño induciendo al ojimiel apoyarse de su hombro. 


Al mismo tiempo los pasos torpes de Jimin se hicieron uno solo con los del pelinegro. Tan sonrojado que no pudo mantener la mirada de Yoongi. Había una conexión enorme que nada a su alrededor importaba.  


__ ¿Algo así lo hacías con tu abuela? __ susurró Min casi al oído de Jimin.  


El castaño negó divertido, sorprendiendo al pelinegro __ Pero esto es lindo. 


Y Yoongi rodo sus pupilas y finalizo con una vuelta algo que Hoseok alcanzo a ver al momento de llegar con libro en mano. Sonrió de lado y se mantuvo observando desde la puerta grande del patio. Sin hacer un mínimo ruido espero hasta que el baile de ambos terminara y así fue, en un largo periodo de cinco minutos, terminó. 


__ Ya traje el libro __ por fin se asomó dirigiéndose a ambos como si nada hubiera visto.  


Min se mantuvo callado pero con algo de emoción en su corazón , sin hablar de Jimin que sus rojizas mejillas no lo dejaban concentrarse. Esto se estaba volviendo realmente interesante. Interesante para ambos.  


“Y así sin darse cuenta pasaron miles de sucesos que unieron más al triste trio de niños, muchos que Min había atesorado en lo profundo de su corazón. Y tal vez no valía la pena mencionarlos, después de dos años…Yoongi ya se había aferrado a Jimin”.  

Todo resultaba realmente bueno hasta que un día Min junto con Hung Bi y otros jóvenes más, fueron llamados a la oficina principal del orfanato donde una hoja se les fue dada a cada uno de ellos. 


__ Ustedes tienen que irse __ habló el director del orfanato, sacando uno de sus finos puros __ Ya han cumplido la mayoría de edad, el orfanato ya no los cubrirá. 


__ Entonces …__ interrumpió uno de los otros chicos citados.   


__ Si. Tienen que irse. 


Min ya lo predecía, pero si se iba; ¿quién iba a cuidar de Jimin y Hoseok? El pelirrojo no era tan fuerte, se quedó un momento pensando hasta que una idea algo apresurada llego a su mente.  


__ Si ya soy un adulto … ¿podría a adoptar a dos menores? __ y por primera vez Hung Bi miró preocupación en su rostro del pelinegro. 
La oficina se había inundado con un silencio para después ser eliminado por una ola de carcajadas por parte del director. Este señor de saco y barba algo gris, no dejaba de ver a Min como un niño pobre que no tenia ni un Won; pero al menos lo iba a intentar. 


__ Claro que puedes __ sonrió de lado __ Solo si tienes 10 000 wones por cada niño que quieras __ hizo una pausa para sacar su botella de whisky __ Porque es muy difícil que tu le des bienestar a dos niños si no tienes donde dormir ¿o me equivoco? 
Min no pudo sentir las inmensas ganas de golpear al sujeto. 




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