Eva
No soy capaz de recordar cuánto llevo así.
He podido percibir algunas cosas, como la voz de mi hermano, o de Lucas.
Es algo leve, casi inaudible, pero me da, por poco que sea, un ápice de fuerza.
Tengo muchas "pesadillas", y lo peor de todo es, que esas pesadillas son reales.
Son los recuerdos de cada golpe que Jonh dejó marcado en mi cuerpo, y aún así, lo peor de todo es no poder despertar.
Recuerdo
Acabo de llegar de mi nuevo trabajo, y estoy cansada.
Si no hago la cena, puede enfadarse, y un Jonh enfadado, no es nada bueno.
Al entrar en la cocina suelto un grito al encontrarme con todo hechi un desastre: sillas rotas, mesa destrozada, comida por todos lados, cristales rotos por el suelo.
Intento pasar como puedo hasta alcanzar el cepillo y poder barrer los diminutos cristales y ordenarlo todo.
Pero como siempre mi plan para que algo me salga más o menos bien, se va al traste cuando escucho unos pasos, sus pasos.
Me di la vuelta temiendo lo peor.
Nada más girar, recibí un fuerte golpe en mi mejilla, haciendo que mi cabeza volteara a un costado. Sin darme tiempo a reaccionar o recuperarme del golpe, me cogió del pelo fuertemente y me tiró al suelo de un empujón.
Luego de eso, me levantó otra vez tirando de mi brazo, gritando como un loco, y me volvió a tirar al suelo, haciendo que mi cabeza y espalda impactaran fuertemente contra los cristales.
Perdí, por un momento, la noción del tiempo cuando él me golpeaba, en el estómago, la cabeza o cualquier parte del cuerpo, con su pie.
Y aún así, no fui consciente de que esos golpes no eran la peor tortura.
Esa tortura, la descubrí, cuando me quitó el pantalón, y me desgarró, no solo por fuera sino que también por dentro, física y psicológicamente.
Al día siguiente, por la mañana, al despertar por un grito suyo, me encontraba tirada en el suelo, llena de golpes y sangre, y aún así tuve que buscar las fuerzas suficientes para poder levantarme y hacer su desayuno.
Fin Recuerdo.
Luego de eso, soy capaz de sentir como mi pulso se acelera y escuchar levemente como gritan buscando algún médico.
Pero algo esta vez es diferente, todo se vuelve negro, como de costumbre, pero luego, solo pude escuchar débilmente una voz:
"¡La perdemos!".
Después, ya nada es negro, al contrario.
Mark
Cuatro semanas.
Cuatro interminables semanas desde que no veo sus marrones ojos, que no la escucho hablar...
Dos meses desde que mi hermana está en coma.
Todos los días voy, a leerle, hablarle, observarla, y por muy estúpido que parezca, a veces llevo películas y las veo allí con ella.
Ya en el hospital, subo a la planta 5, habitación 516.
En la puerta está Lucas, llorando. Me alarmo y temiendo lo peor, me acerco rápidamente a él.
-¿Qué pasa?- le pregunté con miedo a su respuesta.
Él no responde, solo niega con la cabeza, sin dejar de llorar.
Después de lo que parece una eternidad, el doctor sale.
-¿Cómo está?-preguntamos los dos.
-Despertó.
Esas fueron las palabras del médico. Las tan esperadas palabras.
Lucas cayó de golpe en la silla y empezó a llorar, aún más. Yo por mi parte intenté retener mis lágrimas para poder hablar con el médico.
-¿Puedo verla?- pregunté intentando controlar el nudo de mi garganta.
- De momento no, estamos terminando de hacerle los estudios necesarios para saber si el accidente o el haber estado en coma dejó alguna secuela importante, les avisaré cuando puedan pasar.
-Está bien- asentí limpiando mi cara.
El doctor asintió y volvió a entrar en la habitación de Eva.
Yo al igual que Lucas, me dejé caer en la silla que estaba detrás de mi.
-Despertó- susurró Lucas.
Y entonces no pude contenerme más y lloré, lloré como un crío, lloré como había estado haciendo todo este tiempo desde que mi hermana tuvo el accidente, sin embargo estas lágrimas eran de felicidad.
Lloré de alivio al pensar que mi hermana ya está conmigo de vuelta, que realmente está aquí, que está consciente, despierta, viva.
Mi hermana a pesar de todo esta viva.
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Casi una hora después, las enfermeras y el médico que atiende a mi hermana salen de la habitación.
-¿Cómo está? - me levanté rápidamente.
-Está bien, aunque necesita seguir descansando para que sus lesiones terminen de sanar correctamente.
>>Debido a sus lesiones y al tiempo que estuvo en coma, Eva puede presentar pequeños episodios de pérdida de memoria, o de atención, asi cómo le darán fatigas y no tendrá mucha fuerza durante los próximos días.
-Pero estará bien ¿Verdad? - preguntó Lucas.
-Sí, estos casos suelen ser temporales, pero con paciencia todo será mucho más fácil, para ella y para ustedes.
-¿Puedo pasar a verla?-pregunté.
-Está descansando, pero sí, puedes pasar.
Le agradecí y cuando iba a entrar el médico habla.
-Solo procura que no se altere.
-Está bien.
Antes de entrar, Lucas me coge del brazo
-Entra tú solo, le daré algo de tiempo.
Me soltó y caminó un poco hacia atrás.
-¿A dónde vas?-pregunté.
-Solo avisa cuando salgas, estaré aquí afuera.
Asentí, cogí aire y me acerqué a la puerta, la abrí y sin poder evitarlo, empecé a llorar de nuevo.