Mark
10 años antes del secuestro.
-Mark, le puedes decir a mami que te haga una casa en el árbol- preguntó ella entrando en mi cuarto.
-¿Quieres una casa en el árbol pequeña?- pregunté frunciendo el ceño- ¿Por qué no se lo dices tú a mamá?
-Se lo dije pero me dijo que no le molestara. ¿Puedes pedírselo tú por favor?
-Claro, yo le pregunto a ver- dije en un suspiro.
-Gracias.- sonrió de forma que dejaba ver el hueco que había en su boca por la falta de un diente.
-Nada enana- dije y le hice un hueco en mi cama para que se acostara conmigo.
-Buenas noches Mark- dijo ella en un susurro.
-Buenas noches Eva- le dije dándole un beso en la frente.
*******************************
5 años antes del secuestro.
-Oye, pero ¿Qué haces?- le pregunté de mala manera a mi madre cuando entré en la casa y la vi golpear a mi hermana.
-No te metas, vete a tú cuarto.
-Claro que me iré a mi cuarto, pero me la llevaré a ella conmigo, y más vale que no te vuelva a ver haciendo eso, porque me dará igual que seas mi madre, iré y te denunciaré por maltrato a tu hija.
Mi madre se quedó mirándome con el ceño fruncido, y después de mirarnos a mi y a mi hermana de mala manera se fue a la cocina.
Fuimos a mi cuarto e hice que se acostara en mi cama.
-¿Cuánto hace que te pega?- le pregunté y ella se encogió de hombros-¿Por qué no me lo habías dicho?
Se volvió a encoger de hombros y me abrazó mientras lloraba.
***********************
3 años antes del secuestro.
-Perdona ¿Nos conocemos?- le pregunté a la camarera del bar que está frente a mi trabajo.
Ella me miró, abrió sus ojos con asombro y negó rápidamente con la cabeza mientras volvía entrar en el restaurante.
Extraño, estoy seguro, de que yo he visto a esa chica antes, esos ojos...
Entonces caí.
-¡Eva!- grité y la seguí pero no la encontré.
******************************
1 año antes del secuestro.
-Espera, espera- dije con desesperación- Por favor, Eva espera.
Ella se paró al escuchar su nombre, lo que me dio tiempo a alcanzarla.
Cuando estuve frente a ella, la miré, la inspeccioné detalladamente, es ella, es mi hermana.
-Dios...-susurré y la abracé.
La había recuperado.
Después de estos años buscándola, la tengo a mi lado.
Una pena que no supiera todo lo que se avecinaba.
****************************************
En la actualidad
4 años después del secuestro.
-Cariño, ¿estás escuchándome?-me preguntó Liz.
-¿Eh? Dime cariño- la miré con el ceño fruncido.
-Puedes ir a despertar a Lora, ya le toca la,
La puerta sonó y Liz fue a abrir en lo que yo terminaba de darle la merienda a Lora.
Escuché una voz muy familiar y vi a mi pequeña escuchar atentamente y sonreír cuando reconoció la voz.
-Vamos a ver quien vino- le dije y la levanté de la sillita de niños para ir al salón.
-¡Tío!- chilló mi niña con felicidad y fue corriendo hacia él, quién la cogió en brazos y la alzó para darle un beso en su mejilla.
-¿Cómo estás enana?-le preguntó y entre los cuatro empezamos a hablar.
A las nueve y media, después de la cena, Lucas se despidió de nosotros y lo acompañé hasta su coche.
-¿Has ido hoy?- le pregunté.
-Si- contestó mientras sacaba las llaves del bolsillo.
-¿Y cómo...?- empecé a preguntar pero no me dejó terminar porque me contestó de inmediato.
-Bien, la verdad que bien.
-¿Cómo sabes lo que iba a preguntar?
-Porque me haces las mismas preguntas, todos los meses- dijo con una sonrisa- Y yo siempre te digo lo mismo. Deberías ir, créeme te hará bien.
Dijo y asentí pensativo, aunque tenía claro cuál era mi respuesta, el siempre me aconsejaba lo mismo.
Pero aún no es el momento, aún no estoy listo, no después de la última vez.
Tres días después.
Aquí estoy, a las puertas de la que puede ser la mejor decisión de mi vida, o por el contrario, la decisión que me hunda por completo.
-Hola buenas tardes ¿En qué puedo ayudarle?
-Hola, vengo a hacer una visita, creo que mi nombre está en la lista.
-¿Puedes decirme cómo te llamas?
-Mark Blake.
-Sí, aquí figura, pase le están esperando.
-Gracias.
Caminé nervioso por el pasillo, pensaba estar preparado para esto, pero creo que me equivoqué, no sé si tomé una buena decisión, sin embargo, al entrar en la colorida sala y verla mis dudas se evaporaron.
Me acerqué con cuidado de no hacer ruido y una vez a su lado, las lágrimas empezaron a caer.
-Hola- susurró.
Me dejé caer y la miré mientras lloraba.- Siento haber tardado.
-Él dijo que vendrías cuando estuvieras listo, y ahora ya lo estás.- me sonrió y me abrazó, soltando algunas lágrimas.
-Ya está, estás bien, tranquila- le susurré al oído.
-Lo sé.- se separó de mi y sonrió, una sonrisa de verdad.-Te quiero Mark.
Sonreí y volví a abrazarla.- Te quiero Eva.
FIN