Una decisión de Navidad

Capítulo 1

CAPÍTULO 1


 

El destino es el que baraja las cartas; pero nosotros somos los que jugamos. (William Shakespeare)


 

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El rico aroma de un delicioso chocolate caliente y unas deliciosas crepes me tienen a punto de salivar. 

 

<< uhmm, simplemente delicioso.>>

 

Pero lo que realmente me tiene al borde del colapso es el maravilloso espécimen que se encuentra frente a mi. 

 

Alto, pelinegro, piel clara, ojos color avellana, mentón cuadrado, nariz recta. 

 

  • Marina, está todo bien??- esta vez salgo de mi ensoñación para poder responder a su pregunta, la cual obviamente no escuche. - disculpa mi amor, podrías repetir la pregunta.

 

Él - mi maravilloso hombre- me mira inquirioso, luego vuelve a recostarse del espaldar de la silla y me sonrie picaro.

 

  • ¿Quieres que pida babero? - la madre que lo parió. Pero tan transparente soy….. no, no es que el desgraciado sabe lo maravilloso que es. 

 

Me deshago de mis elucubraciones y me yergo en mi lugar para poder ser una mujer madura y estar a la altura de este magnífico lugar y mi acompañante.

 

  • Sabes que estás más bueno que el chocolate amor, así que deja de molestarme. - él sonríe y sigue charlando conmigo. Luego de un rato y con un maravilloso hartazgo, nos disponemos a salir del restaurante. 

 

La brisa fría de la mañana me hace abrazarme a mi propio cuerpo. siento a mi amado pararse en frente y tomar mi cara entre sus manos y comenzar a repartir sendos besos por todo mi rostro. Cierro mis ojos para apreciar mejor las sensaciones que me embargan, pero 

siento que sustituye sus dulces osculos por unos un poco más húmedos y ….. calientes…


 

  • Mamita, mamita. Vamos a llegar tarde al jardín. - me dicen uno de los dos pequeños demonios que.. !!Jolines¡¡ …. me han traído de golpe y porrazo del maravilloso mundo onírico en el que me encontraba plácida y feliz. 

 

Soy Marina, tengo 28 años y un par de pillos de 5 años. Soy madre soltera; el donador de esperma de los gemelos bajó del minúsculo apartamento donde vivíamos a la tienda a comprar leche y nunca volvió. Me mandó un escueto mensaje por wassap pidiendo que le perdonara, pero que él no estaba listo para ser padre. 

 

<<yo sí lo estaba para ser madre con veintidós años y a termino de la carrera de administración de empresas. >>

 

Pues la probeta humana se fue y me ha tocado sacar hacia adelante a mis hijos completamente sola. Ahh porque otro pequeño detallito que no les he dicho es que mis padres murieron hace unos 7 años en un accidente mientras se dirigían a visitarme a la universidad. 

 

Tuve que cambiar mis tacones, por zapatos bajos; mis vestidos de fiesta, por jeans y camisas de trabajo. 

 

  • Pero volviendo al cuento, sobre mí tengo a Kevin y a su lado su hermano menor por 5 minutos Kelan. Son gemelos idénticos y no es porque sean míos, pero estos dos están para comerse. 

 

De mi tengo que añadir que en estos años de olvidarme de mi, he ganado unas muy buenas libras. y aunque sigo teniendo mi mas que hermoso rostro - modestia aparte- mi cuerpo ha ganado unas curvas poco inusuales para los cánones de belleza.

 

  • Vengan pequeños granujas, a alistarse que tienen que ir al jardín de niños.- me levanto con ellos bajo el brazo y los siento en los taburetes de la isleta de la cocina. 

 

Mientras preparo su desayuno, Kevin Y Kelan me cuentan todo lo que harán en el día de hoy. Quisiera darles más tiempo, pero es que solo puedo llegar a revisar sus tareas y prepara las cosas de la casa. 

 

Luego de desayunar, nos alistamos y salimos hacia nuestras respectivas obligaciones. 



 

Llego a mi trabajo y siento que el ambiente está muy caldeado, pero es tanto lo que tengo que entregar que no me preocupo por eso. No me interesan los chismes de oficina y además si contamos que soy la esclava personal de la asistente administrativa de la empresa de insumos deportivos más grande de la región.


 

Ya cerca de la hora de irme, me llaman a la oficina de la gerencia de RRHH. Ese llamado nunca son buenas noticias. 

 

Sin mucha dilación dirigo mis pasos y ya frente a la puerta del gerente toco para que se me permita la entrada.

 

Un escueto << Adelante>> me indica mi próxima acción.

 

  • Buenas tardes Sr Guardiñuela, ¿Deseaba verme? - le pregunté al rechoncho señor responsable del departamento. 

 

  • Siéntese Sra. Montoya.- me dice señalando la silla que se encuentra frente a mí. Tomo asiento y me quedo en silencio mientras él lee algo en un dosier que presupongo es el que contiene mi expediente laboral. Al cabo de unos segundos levanta la vista y me increpa.

 

  • Marina, se que tienes unos buenos años trabajando para nosotros. Está de más decirte lo contentos y satisfechos que estamos con tu desempeño a lo largo de estos años. 




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