Una docena de rosas

Última escena

"Si, mucho. Incluso más ahora, admitiré."

Le habían gustado las rosas. Mi afligido corazón se elevó con la idea. Tuve que reprimir a la fuerza el deseo de sonreír como un chico de colegio flechado por cupido. ¿Qué estaba mal conmigo? Esme estaba mal – no me preocupaba por la chica. En todo caso, no de la manera en que ella se preocupaba por Carlisle. Yo la encontraba interesante. Había decidido que me gustaba cuando sonreía. Y no sonreía seguido. Por eso fue que había resuelto hacer algo por completo en San Valentín.

Normalmente, ni siquiera notaba como pasaba. Era una cosa tan trillada, en serio. Completamente repugnante cuando podía oír los pensamientos de todo el mundo. Ver las fantasías de todos en San Valentín. Chicas soñando sobre un chico específico dándoles flores y recitándoles alguna prosa, como si estos chicos –estos niños- comprendieran los conceptos del comportamiento caballeroso de mi época. Ridículo.

Pero antes, nunca había habido nadie sentándose a mi lado en Biología.

 

De la parte uno: Rosa Misteriosa

Infierno. Ere el puro infierno. Cada día, la misma cosa. Isabella, no, Bella, Swan se sentaría a mi lado en Biología. Cada día encogería sus hombros de manera protectiva hacia delante e inclinaría su cabeza lejos de mí. Cada día su esencia me golpearía fresca mientras ella ondeaba su cabello entre nosotros. Y cada día retrocedía para evitar destruir todo.

No siempre había sido así. El primer día casi había comido a la chica y asesinado a cada inocente del cuarto que hubiera podido dar testimonio de ello. Ya habíamos pasado eso. Había logrado tener un poco más bajo control a la bestia desde entonces. Nos habíamos vuelto amigables.

Sus padres ya no estaban juntos. Su mamá se había vuelto a casar con un hombre llamado Phil que jugaba béisbol. Bella había decidido exiliarse a si misma de ellos a favor de su mamá, incluso bajo su propio sacrificio. Esto aún era un misterio para mí.

Había pensado, al principio, que sería capaz de hablar más y más con ella. Cuanto más hablara con ella y la tratara como humana, más fácil sería no verla como comida. Pero esa no era la única razón.

Ella era absolutamente fascinante.

Si existía una sola entidad en la cual todas las desviaciones de la normalidad habían sido sintetizadas, era Bella Swan. No sólo era su mente completamente ajena a mí, sino que rompía cada regla que había cultivado sobre los humanos.

Hecho: Los humanos eran, por naturaleza, increíblemente superficiales y egoístas.

Hecho: Bella Swan era ninguno de esos.

Hecho: Los humanos eran de muy poca visión en consecuencias a largo plazo y raramente consideraban el futuro.

Hecho: Bella Swan tenía una perspectiva intelectual mucho más profunda que cualquiera de su clase que alguna vez había visto antes.

De hecho, la única que vez que había visto tales niveles de extraordinaria inteligencia y aceptación de la manera en que eran las cosas, era en mi propia especie, no la suya. Y esto solamente aplicaba a las cosas que decía. No tenía manera de saber cuanto más profundo eran sus pensamientos. ¿Pensaba cosas que eran tan complicadas y profundas que no podían ser expresadas en palabras?

Era enloquecedor.

Apenas había podido entrever cuán profunda era antes que… bueno. Antes que casi nos expusiera a todos.

Ellos estaban en lo correcto –mi familia- al demandar que me mantuviera lejos de ella. Comprendía, tan difícil como fuera. Tenían todo el derecho de pedírmelo, y yo les debía al menos eso. Si la posibilidad de exposición sólo me afectara a mi, hubiera ignorado sus demandas. Pero nos afectaba a todos. Simplemente no podía ser el responsable de esa clase de impulsividad imprudente. Por un humano, no menos.

Había sido agotador. El día después del incidente, se había girado y me había mirado, sus ojos llenos de preguntas. Quise responderlas. Nunca sentí la urgencia de simplemente… revelar todo sobre mi –todo- a alguien. Y ahora me sentaba a su lado, día tras día, pretendiendo que no estaba ahí.

Tratando, como sea. Desde que habíamos parado de hablar, la bestia dentro de mí estaba empezando a asomar su fea cara. Su esencia era intoxicante. Lentamente, me acostumbro un poco más a ella. O tal vez, mi cuerpo se ajustó al constante estado de dolor y se balanceó. No obstante, cada día se vuelve más fácil el sentarme silencioso al lado de Bella.

Lunes. Sólo sabía eso porque todos a mi alrededor odiaban el lunes. El tiempo para nosotros era irrelevante. Raramente estaba al tanto de los días. Miré el tablero de modo aburrido, sólo unos pocos estudiantes en el cuarto. Gradualmente, el resto entró lentamente.

ADN… ¡la genética es tan divertida! No puedo esperar para mostrarles a los chicos estos pequeños kits de construcción que conseguí para los modelos de ARN y ADN. Si tan sólo hubiéramos tenido de esos cuando había estado en la escuela…

Dejé de prestarle atención al Sr. Banner mientras buscaba agitadamente en el cuarto de atrás.

Me pregunto si alguna vez conseguiré terminar esta tarea.

¡Jamás podría invitarme a salir! No puedo esperar hasta el séptimo período para ver.

Tal vez podría peguntarle a la nueva chica… Isabella. Ha estado aquí por unas semanas y aún no me he presentado…

¡Mierda! ¡Mi uña! ¡Ouch, Ouch!

¿Qué está mirando fijamente Cullen? Desearía que me estuviera mirando a mi…

Respiré profundo y traté de dejar de prestarle atención al resto de los pensamientos. Conforme más estudiantes entraban lentamente, sus pensamientos se volvían claramente más pronunciados.

Supe que Bella había entrado porque su esencia estaba de repente presente.

En menos del minuto, oí su silla deslizarse. Su esencia estaba magnificada. Newton estaba colgándose alrededor de su escritorio, como de costumbre. ¿No era hora de que fuera a sentarse? Él y Bella estaban hablando sobre algo que, en su mayor parte, ignoré. Había aprendido que escuchar a Newton hablar con Bella a menudo me hacía querer darle un puñetazo en la cara. Realmente no me importaba lo que le decía alguien más. No se porqué era tan protectivo con ella… ¿por qué se veía mucho más débil físicamente que los otros?



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En el texto hay: misterio, rosas, amor

Editado: 27.08.2023

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