Una droga || Jeon Jungkook

Capítulo 9

 

Jungkook seguía llorando pero esta vez estábamos en silencio, se podía escuchar el sonido de los mocos en su nariz mientras limpiaba está en un pañuelo y sus ojos ya estaban secos e hinchados de tanto llorar. 

— Te perdono, Kook —dije y al mismo tiempo dijo.

— Iré al psicólogo.

Lo miré.

— No creo que…

— Es mi culpa, solo la mía por haber aceptado esto sin pensar bien, entiendo si en verdad no lo dices enserio— sonrió forzadamente —. Creo que para mi también sería difícil, si pasara algo que no quiero y si me casara con alguien a la que solo vea como una amiga…

— Jungkook…

— Pero quiero que me perdones y que sea de verdad, porque así lo quieres, te juro que iré al psicólogo si no, no podré estar en paz si no lo haces; si no me perdonas.

— No hiciste nada malo, Kook —dije mientras me encogía de hombros y era cierto.

— Pero iba, y con el simple hecho de haberlo pensado era horrible, no entiendo porque no te enojas conmigo.

— ¿Te enojarías si te hago así?

— No podría, yo…

— Entonces yo tampoco podría —sonreí mirándolo pero desvió la vista— yo… Yo ya lo sabía —dije casi en susurro pero volteo a verme rápidamente abriendo sus ojos de máximo asombro mientras volvían a salir lágrimas de sus ojos.

— ¿Q-Qué? —se levantó rápidamente mientras caminaba de un lado a otro— eso es aun peor ¡Dios! ¿Por qué no me dijiste nada? Ok ok ok, vamos golpéame, es lo que merezco.

— ¿Qué? —se acercó y tomó mis manos.

— Golpéame me lo merezco, apuesto que lo quisiste hacer y te decepcionaste de mi, se que no es lo mismo pero me dolerá, golpéame.

— No, Jungko… —empezó a golpearse a sí mismo mientras sujetaba mis manos— ¡Jungkook, detente! —no me hizo caso y siguió golpeando— ¡Detente, que no lo haré! —quite rápidamente sus manos.

— ¡¿Por qué no me odias?! ¡Odiame! ¡Golpéame! ¡Desquitate conmigo! ¡Matame si… —se calló porque uní nuestros labios en un beso.

Al separarnos su rostro parecía confundido, pero en vez de hablar sobre ello lo evadió preguntando:

— ¿Desde cuándo lo sabes? 

— Desde… Desde que… —pausa.

— ¡Vamos, dímelo!

— ¡Desde que lo planeaste con Jin!

— Debiste decirlo, T/n, ahora entiendo por qué no quería hablarme, no puedo estar aquí, no merezco tu perdón, no te merezco —se levantó y salió corriendo de ahí.

— ¡Jungkook!¡Jungkook! ¡Espera, Jungkook! —gritaba entre la multitud de las personas que habían en aquella fiesta, que se detenían y volteaba a verme, pero perdí de vista a Kook— ¡Mierda! —dije con frustración.

— ¿Qué es ese vocabulario, T/n? —se escuchó a un lado, ¡JIN!

Me giré y lo mire entre dientes y más seria que nunca.

— ¡ERES UN MALDITO, KIM SEOKJIN! ¡TE ODIO! —grité con todas mis fuerzas llamando aún más la atención de los presentes.

Una bofetada llegó directo a su mejilla izquierda seguida de otra en el lado derecho por reflejo se llevó las manos al rostro.

— ¡¿Qué demonios te pasa, T/n?!

— Eso ya deberías saberlo ¡Idiota! —caminé a la salida pero antes de salir la mano de Jin me detuvo.

— ¿Podemos hablar?

— No y no te quiero volver a ver, Jin, ya no somos ni amigos ni conocidos —me solté y le di una patada en los bajos, haciendo que se retorciera de dolor en el piso y caminé lo más rápido que mis pies me lo permitían.

— ¡¿Es sobre Jungkook y tú?! ¡Te diré la verdad! —gritó aún en el piso pero no me detuve, no quiero escuchar la excusa que pondrá.

¿Debería ir a casa de Jungkook? Si.

Caminé y después de 20 minutos llegue, pero las luces estaban apagadas y no se veía que hubiera nadie, me daba miedo entrar, a parte que no era mi casa, mejor fui a la mía, mis padres me interrogaron y se decepcionaron porque creyeron que Jungkook se declara ¿Loco? si, aunque en realidad sí lo hizo.

 

Kim Seokjin.

 

— Te lo merecías —dijo Yoon con una sonrisa después de que corriera a todos de mi casa.

— ¡Callate! —grité poniendo hielo en mis mejillas— ¿Cómo se atreve, T/n a abofetear mi hermoso rostro?

— Si ella no lo hacía, lo iba a hacer yo, te dije que no era buena idea que le dijeras esa tontería a Jungkook.

— No era una tontería, era un consejo.

— Vamos, Jin, sabes bien que no era un consejo y si lo fuera ¿A quién demonios se le ocurre decir que para que tengas a la chica que te gusta debes drogarla?

— ¡Hey! no la iba a drogar, ya te lo dije mil veces.

— Ajá —puso los ojos en blanco.

— Hablo enserio, Yoongi, jamás dormiría y dejaría que abusen de mi mejor amiga.




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