¿una Engreída Enamorada?

¿Qué hago aquí?

—No me molestes mucho hoy, porque sino te echo del gas pimienta que tengo en mi bolso. —le advirtió Samantha en el asiento de pasajero con la mirada hacia el frente, tranquilizándose para no dañar su maquillaje perfecto.

—Ay, por favor, me perdí un episodio de Death Note, así que no solo tú estás mal esta noche. Es un episodio muy importante, es cuando L va a descubrir a Kira. —se quejó un poco molesto.

Samantha le dedicó una mirada de confusión a lo que aprovechó ese comentario para recordarle lo mediocre que era en tan poco tiempo, desatando una discusión donde ninguno sería el de la madurez para terminar

—¿Y a mí que me importa eso?, siempre andas viendo esas ridículas series de amino, animo...

—anime. —le corrigió.

—Lo que sea, desde pequeño ves esa porquería, por eso es que ni novia has tenido en tu vida, sin mencionar las horas que gastas jugando esos videojuegos, y la asquerosidad a la que le llamas comida, estás envenenando tu cuerpo. Oye te daré un consejo, consíguete una vida mejor. —dijo en modo ''consejo''

Dylan se pasó una mano por su pelo recogido en una coleta mientras que miraba molesto hacia el frente.

—Ahora que hablamos de estilos de vida te diré que andar de odiosa y estar hiriendo a las personas con esa lengua que tienes es menos sano que lo que yo hago. Además, creo que seguir con la obsesión de venganza después de tanto tiempo te daña más por dentro, si sigues así te vas a pudrir en menos de lo que crees.

Samantha abrió la boca en una auténtica '0' con aquello ya que Dylan nunca en su vida le había hablado así, entonces antes de hablar se dio cuenta que Dylan se estaba estacionando y cuando el auto paró y ambos estaban afuera se le acercó lo más que pudo y le empezó a decir;

—¿Sabes que pienso? Que eres un ridículo que se alejó del mundo y de todos porque se cree único y diferente, cuando al final eres un estúpido Otaku, Gamer, y gay que va a terminar siendo un mediocre panzón que trabaja para un jefe abusivo el cual ni siquiera le paga bien. —le dijo a lo que se echó el pelo hacia detrás con sus manos en modo de triunfo.

Dylan se quedó simplemente con la boca abierta sin palabras, cuando apretó sus puños para luego soltarlos y respirar profundo, pero cuando iba a hablar fue interrumpido por un gritó, al voltear era Jordan con una bebida en la mano abrazando a un chico como forma de saludo para luego verlos y dirigirse hacia ellos.

—Hey, dulzura, viniste. —dijo para acercarse y dejarle un beso en su mejilla.

Samantha sonrió. —Pues claro, yo sí disfruto de mi juventud.

El chico se volteó hacia Dylan haciéndose el sorprendido. —Oh, amigo también viniste. Viste que Samantha es buena influencia para ti, nunca habías venido a una fiesta, te vas a divertir, lo verás.

Dylan sólo asintió mirando a Samantha, mientras que Jordan la rodó con su brazo y la dirigió hacia dentro ofreciéndole de su bebida.

—Ya quiero que se acabe esta noche. —murmuró mientras iba detrás de ellos a regañadientes.

.............

Ahí estaba él, un viernes por la noche viendo una película de terror mientras comía palomitas de maíz, claramente los viernes en la noche eran los mejores momentos para esas clases de entretenimientos en casa. Cuando de repente su celular empezó a sonar así que se puso a buscar desesperado entre las sábanas cuando lo encontró vio el nombre y de paso la hora, le parecía muy extraño que Dylan lo llamara a esas horas de la noche.

—¿Aló?

—Ke-Keihder, ne-necesito que me hagas un.. un favor. —decía por el otro lado de la línea con la voz entrecortada y casi inentendible.

Keihder asombrado por aquellos balbuceos, se sobresaltó. —¿Qué pasó, estás bien?

—No.. o sea sí... no, no es pa-para mí. Nece-necesito que... busques a Samantha, está en casa de.. de Jordan. —balbuceaba.

Keihder no entendía como Dylan sonaba tan mal, si él nunca bebía. Entonces sin mucho que preguntar le dijo que iría, pausó la película, agarró sus llaves, cerró el departamento y salió de allí lo más rápido que pudo, le escribió muchos mensajes a Dylan pero este no contestaba, así que supuso que se había quedado dormido.

Al llegar y estacionarse lo primero que observa es un grupo de jóvenes fuera, algunos con bebidas, besándose, otros simplemente hablando o riendo, entonces pudo observar como Jordan tenía agarrada a Samantha de un brazo forzándola a entrar a su auto mientras que ella se negaba riendo como si tuviera algún problema mental, eso era una escena demasiada rara, pero Jordan no se veía conforme con su negación, entonces Keihder caminó hacía allá lo más rápido que pudo hasta llegar.

—Samantha, nos vamos. —le avisó mirándola.

—Ah no, amigo. Consíguete la tuya. —le dijo mientras seguía tomando a Samantha de un brazo.

Samantha reía a lo que se negaba a irse con Keihder.




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