Una Era Extraordinaria: Elizabeth Artemis

CAPÍTULO 2. “¿COMIDA ANTES DEL PELIGRO?”

CAPÍTULO 2. “¿COMIDA ANTES DEL PELIGRO?”

 

En la ciudad más grande del reino, llamada “La Ciudad Esmeralda”, cuenta con una movilidad tanto de día como de noche por todo el comercio y servicios que rondan por cualquier parte de la ciudad. Aunque el castillo del reino no se encuentra aquí, la buena ubicación y los vastos recursos que hay y que logra obtener está ciudad influyen mucho para ser tomada de igual importancia como la ciudad “Capital”, donde está el trono del rey.

Como se indicó, el comercio es el principal sustento y el río “E. Renen”, pasa por la ciudad, surtiendo a la misma con más recursos, dando un visto muy hermoso y a la vez trayendo el comercio marítimo. Por otra parte, los bosques que se encuentran cerca de esta ciudad poseen una riqueza de flora y fauna, con animales y plantas únicas que no se pueden encontrar en otra parte del reino o quizá del mundo. Al igual, esta ciudad cuenta con una industria minera muy grande de mucha importancia y sustento para el reino, las minas extraen oro, hierro, minerales preciosos como esmeraldas y diamantes, y además extraen el metal más resistente y valioso de este mundo, el “dehobten”, que vale tres veces más que el oro. Estas minas se encuentran en las montañas que están al norte de la ciudad, con ellas ayudan a muchos residentes de otras partes del reino o de otros a que tengan un trabajo en el que puedan obtener un sustento para su familia. Muchos de estos trabajadores llegan a consumir y gastar su paga en los establecimientos de la ciudad, y todo esto ayuda a varios de los habitantes a subsistir agradablemente, pero esto no quiere decir que todos los ciudadanos son ricos, ya que, como toda ciudad hay un mal manejo de impuestos y apoyos, dejando de un lado las divisiones más pobres y con los nobles haciendo crecer su riqueza, pero el gobernador de esta ciudad por alguna razón no se ha dado cuenta de eso.

Además de todos los establecimientos y trabajos que atrae a todo ser viviente a esta ciudad, el templo de los dioses se encuentra aquí y esto atrae muchísima más personas ocasionando que cada año la ciudad crezca mucho, sin contar que es muy transitada por muchos viajeros y aventureros, ya que pasaran por ella al salir y entrar al reino de “Firecastle”.

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Ya conociste un poco de este reino, pero no te preocupes poco a poco irás conociendo este maravilloso mundo, iré narrando a mi gusto algunas cosas, pero la historia es original, tanto que me cuesta seguirle el paso, no por lo complicado, sino que es muy compleja. Bueno, dejando un poco ese lado, nuestra protagonista Elizabeth Artemis después de que pasara ese terrible suceso que ocasionó La Santa, el clérigo como ya saben, uso magia antigua de nivel 8, que provocó que todos los jóvenes que acudieron este día al templo, olvidaran todo lo sucedido por Emilia Balam, borrando todo recuerdo de ella. Fue algo muy cruel, pero que se le puede hacer, ya no se puede hacer nada… ahora cómo reaccionará Artemis ante esto, ya no recordará lo que paso con Emilia o que puede pasar. 

Es mejor seguirla de cerca, capaz y nos sorprenda lo que pueda pasar… pero por mientras Artemis se dirige a los puestos de comida, que al parecer hay muchas personas por todos lados. Un dato curioso de ella es que adora mucho la comida y más con comidas que sean algo no muy normal, puede ser algo raro, pero es lo que la hace especial.

Año: 921 Día: 346   18:20 h

–         ¡Hola, niña!, ¡ven y prueba un delicioso pescado frito!

–         Aquí tenemos verduras y frutas frescas, ¡pásale! y ¡compre!

–         Vengan a probar un pedazo de carne de jabalí plateado, ¡es único de las tierras del este!, ¡al mejor precio! ¡Que cualquier otro lado!

–         ¡Prueben!, el caldo de frijol que te llevará… ¡hasta las nubes!

–         ¡Prueben el tazón de arroz, más rico que el del vecino!

–         Aquí tenemos un guisado de insectos muy rico, y muchos platillos exóticos, ¡compre!

Se oían por todas partes los vendedores de comida, gritándoles a todo posible cliente que pasaba por sus tiendas. Este mercado está en el centro de la ciudad y es el más grande del reino, tiene numerosos establecimientos con innumerables cosas a la venta, objetos mágicos hasta armas legendarias, sin mencionar los establecimientos de ropa y comida, que abarcan una calle completa, en este puede comprar cualquier clase de ser, sin importar de donde venga excepto demonios que no son muy bien recibidos.

Artemis solo escuchaba sin poder decidir que comprar, podría comprar todo a la vez, pero piensa que no sería muy apropiado y además no disfrutaría esa comida como se debería. Así, sin mucho discurrir, decide que cenar en esta maravillosa noche. 

–         Todo suena delicioso, el guisado no suena mal, pero… Creo que elegiré el jabalí, hace días que no pruebo carne de ese tipo –pensaba muy decidida–. Buenas tardes señor!, me da un jabalí, ¡por favor!

El señor es un hombre algo distinguido, amable, es un poco alto, bien peinado y su vestimenta refleja humildad y elegancia. El señor queda con los ojos muy abiertos al escuchar a nuestra protagonista decir que quería el platillo especial del día.

–         Buenas tardes, niña, perdón ¿Cómo dices? A ver repítelo…

–         ¿No vende carne de jabalí? –le respondió Artemis, confundida.

–         ¡Si, pero en trozos!, ¡no enteros, niña!, además el trozo cuesta una moneda de plata, ¿traes monedas? –Preguntaba el señor a Artemis muy exaltado y dudando.

–         ¡Si!, no se preocupe señor, le sacare buen provecho a su habilidad de cocina –respondía Artemis algo hambrienta.

–         ¡Bueno!, pero en verdad ¿quieres todo el jabalí?, eres la primera que muestra interés por este platillo.




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