Spin off.
Cuando termine de realizar mis ejercicios de vocalización salí para grapar el segundo álbum que sacaba. Estaba genuinamente orgulloso de mí. A las personas les agradaba y les encantaba mi música, una productora me ofreció también un contrato para protagonizar una película ambientada en los ochentas como un estudiante en un amor juvenil, una historia cliché pero que iba a vender obviamente. Fue un éxito arrollador para mí.
He logrado todo lo que quería, me encantaba que me pidieran autógrafos en la calle, y me encantaba saber que tenía un guardaespaldas para cuidarme a mí y mi familia. Cuando termine de grabar quería salir con mis amigos, quienes desde hace meses me pedían salir con ellos para comer o ir al cine, se querían dar unas risas por verme en la pantalla de cine. Yo contestaba con sonrisas y burlas, ya que siempre podía contar con que mis amigos simplemente bromeaban.
Me fui por el pasillo y vi a mi padre platicando con mi agente. Al apenas cumplir mis dieciocho todavía tenía que ser ayudado por mis padres para darme permisos constantes a donde quiera que iba. Eso… y.. bueno, creo que a mis padres también les gusta llamar la atención tanto como yo. Vi en una esquina del lugar de grabación una mesita de bocadillos, sándwiches de queso y pavo, bebidas de jugo y azúcar, panes varios y frutos rojos. Trabajar en ayunas no era todavía mi fuerte, me acerque y aunque sabía que podía tomar lo que quisiera me daba un poco de vergüenza hacerlo sin permiso. Tome un sándwich y cuando quise tomar un jugo una voz se escuchó atrás mío.
– ¡Hola tigre!
Me saludo mi agente mientras me revolvía el pelo como si fuera un niño pequeño, me sonríe con compañerismo, la verdad es que a veces me sentía un poco incómodo con su sonrisa, era un hombre mayor que yo un cuarentón casado. Mi papa me ignoro cuando le salude como de costumbre por las mañanas, me dejo solo con mi agente.
– ¿Qué estas comiendo?
Me pregunto viendo que ya le estaba hincando el diente al sándwich.
– ¡Oh!, Este…. me dio un poquito de hambre y pensaba que podía tomar de la comida de aquí…
Admití apenado, creo que no podía tomar las cosas de ahí.
– ¿Ibas a tomar jugo?, ¡No seas tímido!, ¡Anda te dejo que te sirvas del mío!
En ese momento el saco de su traje una botella pequeña de licor, la sirvió en mi bebida y me la tendió.
– ¡No muchas gracias señor!, ¡Yo no bebo!
Antes de que pudiera tomar otro jugo el me lo puso en las manos.
– ¡Sin pena An!, ¡Ya eres un adulto!, ¡Es momento de que comiences a beber como uno!
No pude decir que no, estaba abochornado y avergonzado. Yo no quiero beber, pero….yo no quiero. Pero tampoco quiero verme como un mocoso inexperto al mundo. Con recelo acerco el vaso a mis labios y le doy unos sorbos, cuando intente dejar de beber ya que el amargo del licor me molestaba y casi me ahogaba mi agente tomo el vaso y me obligo a beberlo todo por completo, me vi forzado a terminar de beberlo para no ahogarme. Me quito el vaso y me miro unos momentos mientras yo quería recuperar el aliento y me veía toser levemente.
– ¿Vez?, ¡No tienes por qué sentirte apenado, yo te enseñare a beber!
Tome una servilleta de la mesa y me limpie los restos de saliva de mis labios, pero cuando lo intente la mano de mi agente me limpio los labios y su sonrisa parecía similar a la del gato de Alicia en el país de las maravillas, en lo personal, a mí siempre me dio miedo ese gato sonriente y me da aún más miedo mi agente Logan. Me aleje apenado y entre risas nerviosas me fui con mi sándwich.
– ¡Voy a ver a mi padre!, ¡Hasta luego!
El me tomo del hombro.
–Espera, espera. ¿Por qué huyes An? ¡Yo no muerdo! ¡Te permito que me consideres como un amigo! No me gustaría que hubiera formalidades entre tú y yo. ¿No me quieres considerar tu amigo An? Para que veas que puedo ser un amigo quiero invitarte a comer, solos tú y yo para conocernos mejor. Te invitare todo lo que quieras, ya sabes carnes y …¿Porque no? Hasta unos vinitos para que te diviertas.
Yo me alejo entre risas nerviosas.
–Claro señor, yo…me tengo que ir.
Me fui rápidamente con mi padre, necesitaba hablar con mi padre. Lo necesitaba ya que en ese momento estaba nervioso y asustado. Cuando lo llame el me miro desdeñoso.
–Papá, necesito hablar contigo.
–Hola campeón, ¿Qué ocurre?, ¿Por qué dejaste a tu agente solo?
–Papá, me gustaría …..que otra persona sea mi agente.
– ¿Qué estás diciendo hijo?
–Es que….él…. no me agrada…
No quería decirle a mi papa que Logan me daba miedo, yo… soy un hombre. Y que un hombre dijera que tenía miedo estaba mal, así que no podía verme débil, pero yo quería estar lejos de él.