—Regresare al hotel —mi tía desvia la mirada hacia Renzo —gracias por todo
—Pueden quedarse aqui Salomé —miró a mi prometido, él sonríe y se acerca para abrazarme por la cintura
—No queremos incomodar —siento su beso en mi oreja, mi corazón late apresurado, la culpa se había instalado en mi
—Mi sobrina no incómoda —declara mi tia, muerdo el labio inferior por que está más que claro que Renzo no es de su agrado.
—Ya en tres dias regresamos a casa —declaró y ella baja la mirada a sus manos —vendré a visitarte más seguido
—Si gusta puede llegar a visitarnos —murmura él, mi tia levanta la mirada
—¿No te molestaria que llegará a tu casa?
—No, después de todo somos familia —rápidamente lo miró, me gustaba este Renzo D'Luca que estaba conociendo, no digo que el anterior no me gustaba pero era muy orgulloso. No recordaba alguna vez que me haya mirado a los ojos mientras nos cruzabamos por algún pasillo en la clínica, si, era amable, siempre sonreía y saludaba pero estaba segura que veia a través de mi, o sea era un fantasma nada más.
Su abrazó fue mas fuerte
—Está bien —declara mi prometido —nos quedaremos a dormir —mi tia aplaude feliz al saber que me quedaré en su casa
—Gracias muchacho —ella le sonríe por primera vez —vamos a la cocina, he puesto café en la estufa y tengo preparado unos ricos pastelitos —ella giró su silla y se dirigió a la cocina
—Ve con mi tia, voy arriba un momento —Renzo asiente, levanta su mano y acaricia mi mejilla
—No tardes —declara, lo veo inclinarse, sé que me va a dar un beso en los labios pero no puede pasar, asi que me pongo de puntillas rápidamente y beso su mejilla para salir disparada hacia las escaleras, corrí hasta llegar a la habitación, me sentia mal, me dejó caer en la cama y abrazo fuerte mi almohada. Nunca había traicionado a mis parejas y hoy habia hecho todo lo contrario. Luka me confundia y mucho, mi atracción sexual por él era increible
«Has un trio» —murmuró mi lado perverso
«Salomé no es de esas» — declara mi consciencia
«Es infiel » —declara la culpa que para mi horror se sentia con derecho de opinar.
Cerré los ojos con fuerza y di puñetazos a mi almohada, sólo a mi me pasaban estas cosas, era como si me hubiera bañado con un saco de sal.
«No seas dramática» —habla mi lado perverso —«Piénsalo puedes tenerlos a los dos»
—«le has mentido a Renzo y encima le serás infiel» —me recuerda la culpa
—«Dile la verdad a Renzo» —aconsejo mi consciencia
Luego el caos en mi cabeza quedó en silencio, quizás era mejor decirle la verdad, debia hablar con el médico y preguntarle si Renzo podia recibir noticias... un poco impactantes.
Me puse de pie y me dirigí al baño a lavarme la cara, me seque suavemente y me peine. Decidí bajar una vez me miraba presentable.
De la cocina se escuchaban risas, sonreí al saber que mi tia y Renzo se estaban llevando bien.
Al llegar los veo conversando animadamente, mi tia estaba llenando la tasa de café de Renzo.
—Tú novio es muy divertido —me dice mi tia cuándo entre a la cocina —sirvete café mi amor
Me servi café y me senté frente a mi tia, ellos conversaban animadamente, mi tia contando las anécdotas de nosotros cuándo eramos chicos, mi mirada estaba centrada en Renzo, realmente estaba interesado en la conversación, no era sólo por educación.
—Preparare la cena —declara mi tia
—Yo lo hago tia, tú sigue conversando con Renzo —necesitaba distraerme.
Me pongo de pie y busco en el refrigerador los implementos.
—Yo te ayudo —Renzo estaba junto a mi, atando un delantal para no ensuciarse. Mordi mi labio inferior por que no me sentia capaz de mirarlo a los ojos.
Empecé a picar la cebolla y aproveché para llorar.
—Chiquita —escuchar la dulzura de su voz, hizo que me sintiera peor de lo que me sentia —yo sigo picando
—No —declaró —ya estoy terminando, estoy bien —murmuro
—¿No has llevado a Renzo a la cascada? —pregunta mi tia
—No —sonrió al recordar el lugar encantador —sinceramente me habia olvidado de ella
—Muchacha debes llevarlo, es un lugar encantador, Salomé hasta de noche la visitaba —Renzo me cierra un ojo
—Me gustaría conocerlo si es de noche es mejor —susurra bajito para que sólo yo lo escuchará. Desvió la mirada —¿Pasa algo?
—Estoy bien —miento
Continuamos preparando la cena en silencio, sentia la mirada constante que me lanzaba Renzo pero me negaba a mirarlo.
Cuándo escuche la puerta principal abrirse me invadieron los nervios, no sabia como iba a reaccionar al ver a Luka.
—Mamá —Dante entraba, saludó a mi tia con un beso, observó a Renzo con el delantal —bueno chicos yo pondré la mesa — sonrió
—¿Donde estan los chicos? —Dante me miró y luego a mi tia
—Luka está muy ocupado en la fábrica, no llegará a cenar —suelto el aire retenido y me siento más relajada —Vicenzo saldrá a cenar con Meredith
—Bien, entonces sólo seremos nosotros cuatro, Berenice tiene turno hoy en la posada.
Dante se dedicó a poner la mesa, Renzo decidió ayudarle.
—No le cayó bien la noticia de que tu novio estaba aqui —me giró y veo a Dante ahi de pie junto a mi en la cocina
—Lo lamentó por él —Dante toma el último recipiente con comida para llevarla a la mesa
—Luka te ha amado toda la vida, es un buen hombre
—Lo sé —mi primo suspira
—Berenice ha querido atraparlo pero no ha podido —Dante sonríe con tristeza —ella es una buena chica pero mi hermano no la ve como una mujer
—Dante yo no busque esto
—Lo sé y lamentablemente mi hermano debe buscar a olvidarte Salomé —lo miré mientras se marchaba, cierro los ojos por que no estoy segura si eso es lo que deseo, que Luka se olvide de mi.
La cena fue amena, me sentia feliz saber que mi tia al fin habia aceptado a Renzo. Dante era un buen anfitrión.
A la hora que nos retiramos a dormir, Luka no había llegado aún. Me di un largo baño, me puse un camisón viejito
Editado: 16.12.2021