Una Extraña en mi vida [saga Italianos #3]

Capítulo 19

La boda, si, amaneció muy soleado, los pájaros cantando, el perfume de las rosas inundando la habitación... y yo, por dentro sintiéndome como en medio de una gran tormenta. Dos días le llevo a Luka preparar todo, mire mi vestido largo y blanco de encaje, el pequeño ramo de flores blancas con una única rosa roja, recién abierta.

Mi mirada se centró en el espejo, me habían arreglado, recogido el cabello, parecía una modelo de revista, la verdad jamás me había imaginado que yo fuera tan bonita y despampanante.

El reloj dio nueve campanadas, en media hora exactamente seria la esposa de Luka.

Mi tía estaba sentada en su silla de rueda con una gran sonrisa en su rostro, debía estar tranquila. La enfermera a su lado estaba pendiente de todo movimiento de ella.

—Berenice lamenta no poder asistir a la boda, a última hora la posada se llenó de clientes —sonreí a mi tía pero sabia que mi prima estaba molesta por que me casaba con Luka.

—No te preocupes tía, lo entiendo —me puse de pie y avancé hacia la gran ventana, ahí podía ver el gran jardín arreglado para la ceremonia.

—Me siento tan feliz de que te cases con mi hijo

No respondí mientras pegaba mi frente al vidrio de la ventana, cerré los ojos por un momento, mi tía creyó lo que Luka le dijo, que después de volver a vernos nos dimos cuenta que siempre nos habíamos amado y que yo había terminado con Renzo y que nuestro mayor anhelo era comenzar a formar una familia lo más pronto posible.

—Tú madre estaría muy feliz al verte hija mía, su sueño era verte casada con un buen hombre, mi querida Mía estaría muy feliz de saber que su sueño se cumplió, Luka es un gran hombre.

—Así es tía, siempre me lo dijo— Suspire y recordé a mamá, su sonrisa y su tristeza, ella siempre deseo que yo encontrará a alguien que me hiciera feliz pero en esa época yo era un imán para relaciones fallidas.

—Muero por tener nietos —sentí que mis mejillas se tiñeron de rojo —Luka me ha dicho que esta loco por ser padre así que esperan que muy pronto salgas embarazada — lleve mi mano a mi vientre, mi hijo estaba ahí.

—Si, esperamos ser padres muy pronto

Cerré los ojos por que mi vida últimamente estaba rodeada de mentiras, así pasó con Renzo y ahora mi historia con Luka era inventada.

—Es hora —no había escuchado la puerta abrirse, mi primo Dante estaba ahí de pie, muy elegante con su smoking, era un hombre muy guapo.

Tome el ramo, me mire una última vez en el espejo y tome el brazo de mi primo para comenzar mi nueva vida con Luka.

Renzo

— Zia — ella dejó de teclear en su computadora y levanto la mirada hacia mi, se veía adorable, cada hebra de cabello en su lugar, su maquillaje perfecto, su sonrisa fue una muy elegante... ella parecía alguien perfecta... —Vamos al balcón a ver el atardecer

Ella sonrió sin hacer el mínimo ruido y negó con la cabeza

—Debo preparar un informe que entregaré mañana a primera hora, ve al balcón —desvío la mirada hacia el computador y se olvidó de mi.

Solté el aire y la contemplé por un momento, ella era una mujer muy bella, muy cuidadosa en su apariencia, su ropa bien combinada, su cabello en su lugar... era tan perfecta pero sentía que eso me molestaba.

Mire el atardecer y recordé los pocos atardeceres que vimos con Salomé en el pueblo de su abuelita, sus cabellos eran una gran maraña después que el viento se lo alborotada pero eso a ella no le molestaba, reía a carcajadas, difícilmente mantenía limpia su ropa, siempre la adornaba con alguna mancha de lo que estaba comiendo, solo se encogia de hombros restándole importancia.

Baje la mirada al recordar cómo se le iluminaba el rostro al ver el sol ocultándose, ella decía que por un breve momento miraría al amor de su vida: la luna. Sonrei al recordarla pero luego sacudi la cabeza, ella no era real,todo fue un montaje de su parte para confundirme, realmente yo no sabia quien era Salomé.

—Tu móvil no deja de sonar —Zia me lo entregó —Es tu padre.

Asentí y tome la llamada, ya que Zia había atendido

—Padre —respondo con una gran sonrisa

—¿Vistes el WhatsApp que te envié?

—Lo siento no lo he visto —escuche los murmullos de molestia de papá y rodé los ojos —no cuelgues, ya reviso.

Abri la aplicación y me quedé de piedra al  ver el articulo: El millonario Luka Marini,  soltero codiciado al fin fue atrapado este fin de semana por una bellísima chica en una íntima ceremonia... —deje de leer el artículo y me centré en la foto, la pareja sonreía a la cámara. Salome estaba despampanante jamás la había visto así  parecía una modelo, apreté mis manos en un puño al darme cuenta que lo único que a ella le interesaba era el dinero, como no me pudo atrapar, no había dudado en casarse con su primo.

Una decepción más de Salomé

—Que sea feliz —le dije a papá

—¿Es lo único que dirás? —pregunto papá

—Si, que sea feliz con el dinero de su esposo, al parecer es lo que a ella le interesa, el dinero.

—No te voy a negar que al principio pensé que era lo que buscaba esta chica pero cambie de opinión Renzo, estoy seguro que a Salomé no la mueve el dinero.

—Solo fingió papá, todo este tiempo lo único que quería era el dinero.

Escuche un suspiro al otro lado de la línea y luego papá terminando la llamada.

Mire nuevamente la foto y no evite sentir aquella molestia en el pecho al saber que ella había seguido con su vida y se había casado.
 




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