Una extraña señorita

I

5 años atrás

Era una noche tormentosa, llevaba  meses esperaba lo peor, mi madre había partido hace dos años y la vida de mi padre se apagaba de a poco, me encontraba apoyada en el umbral de su puerta esperando a que terminase de conversar con el abogado, verlo postrado en aquella cama me partía el alma pero no podía hacer nada, desde que mamá murió perdió las ganas de vivir  no quería ni hacerlo por mí, decía que su vida termino junto con la de ella, aquello me hubiese herido pero no valía la pena llorar por un cadáver que se limita respirar y hablar de vez en vez, los médicos no lograron sacarlo de su estado decían que si un paciente se niega a vivir no había nada que hacer, el abogado salió de la habitación y me dirigió una mirada llena de compasión y lascivia, odiaba a este tipo y a todos los que empezaban a mirarme como si fuese un objeto bonito, entre y cerré la puerta tras de mí, me acerque a  papá quien había empeorado las últimas horas.

  • Mi pequeña su voz era suave, nada comparado con los recuerdos que guardo- me iré, te quedarás sola  pronto, lamento no haber podido hacer más por ti.
  • Tranquilo padre soy fuerte  sobreviviré
  • No cariño, debí darte la vida que le prometí a tu madre tendrías cuando ella no estuviese, le he fallado y no quiero fallarte a ti mueve su mano con lentitud pero las fuerzas lo están abandonando acerco la mía y concreto el acto que él ya no puede llevar a cabo, me sonríe y unas lágrimas resbalan por su rostro, nunca lo había visto llorar, quiero acompañarlo pero no es el momento para lágrimas inútiles- cuando parta toma el dinero que se encuentra en  el primer cajón del tocador de tú difunta madre y vete muy lejos, no dejes que aplaquen tu espíritu, pero regresa para ser presentada en sociedad y  elije al caballero que consideres correcto, hagas lo que hagas regresa cariño promételo.

Era la petición de alguien a quién la vida se le terminaba ¿qué podía perder?  de todas formas  me iría, el que heredase el título del ducado no me querría aquí- está bien lo prometo

  • Bien pequeña quisiese que me dijeras palabras de cariño pero no nos engañemos dejaste de amarme desde el momento en el que decidí no vivir, lamento no haber dado lo mejor dicho aquello cerro sus ojos  la vida lo había abandonado, besé su mejilla, tome el dinero y de inmediato llame al servicio para que preparasen todo, corrí a mi habitación donde al fin deje salir todas las lágrimas y amargura que existía en mi ser, mi padre me había pedido abandonar todo pero no me iría hasta darle sepultura y despedirme de mi madre.

*****

  • Hay madre ¿qué hare?, se ha ido escuchaste lo que debo hacer, espero sigas acompañándome y que ahora él sea feliz, te amo dejo una flor en su tumba y subo al carruaje que me llevará a casa desde donde esta noche partiré como tenía planeado, al llegar hay mucho alboroto supongo que se debe a la llegada del sucesor de mi  padre.
  • Mi niña dice mi nana- tú primo debe haber llegado espero te portes bien no quiero que te alejen de mí o por lo menos no hasta que las vacaciones hayan terminado- asiento e intento formar una sonrisa, extrañare a nana  y correr libre, aún no había decidido hacia donde ir  pero el tiempo se terminaba, al ingresar hasta el que una vez fue mi hogar,  divise a  un chico no mayor de diecisiete años se encontraba junto a una mujer que me miraba con algo parecido al odio.
  • Así que tú dijo examinándome – eres Mariana la hija de Edgar y Mary
  • Miranda señora, MIRAN-DA- deletree mi nombre
  • Pero que insolente muchachita había logrado enfadarla, genial ni nos conocíamos y  ya la había sacado de quicio
  • Lo siento mi Lady dijo mi nana mientras hacia una reverencia- por lo general es una niña muy buena, entiéndala acaba de perder a su padre
  • Eso espero no soportare tales desplantes hacia mi madre o mi persona por parte de ella dice el muchacho
  • No se… interrumpo a mi nana
  • Así que tú eres el sucesor de mi padre digo con el tono más despectivo que logro proyectar
  • Y tú la molestia que viene junto con el título su sonrisa de triunfo me sacó de quicio
  • Altanera como te atreves a dirigirte así a la persona que te acogerá bajo su techo, te alimentará, pagará tus estudios y……..
  • Y me venderá  al mejor postor llegada la hora o ¿Me  equivoco?, querido duque aquellas palabras estaban llenas de veneno a pesar de no quedarme mucho tiempo esa señora no me gustaba, aunque el muchacho parecía ser bueno
  • Llegado el momento tomaré esa decisión mocosa, necesito hablar contigo sígueme, a solas dijo mirando a su madre
  • No sin mi nana
  • El que da las ordenes soy yo y tú las seguirás dijo acercándose a mi rostro
  • Y de no hacerlo ¿qué? ¿me golpearas? hice lo mismo que él y quedamos a unos centímetros de distancia con las miradas desafiantes, yo no era nadie para pedir o decir algo pero sin mi nana no me iba a mover
  • Señor interfiere mi nana- permítame estar junto a mi niña
  • Esta bien rebuznó harto de la situación
  • Hijo yo …
  • Basta madre no estoy con el mejor humor, síganme dejo que mi nana pase frente a mí y le saco la lengua a esa víbora para seguir a paso veloz a sir mandón, entramos al despacho y un letargo que ya esperaba comienza
  • Esperaba que tu educación no fuese tan deficiente, ¿y tú institutriz?
  • No tengo, estudio en un internado de señoritas, mi padre no se podía encargar de todo
  • Eso me temía, dejarás el internado, mi madre se encargará de tu educación veo que la educación recibida fuera de casa no ayuda en nada, señora Eva creo que es hora de que abandone la mansión, Miranda ya no necesita una niñera
  • Escúchame bien mocoso impertinente dije poniéndome en pie y encarando al nuevo duque que por cierto no sabía ni su nombre- si ella se va me voy con ella
  • ¿Qué, miedo a la soledad? dijo con ironía, parecía divertirle mi reacción
  • No, pero a la víbora vestida de morado que esta escuchando detrás de la puerta sí – dije alzando la voz
  • Esa víbora como tú la llamas es mi madre y tendrás que dirigirte a ella con respeto igual que a mi, impertinente estaba furioso se notaba tanto en su voz como en su mirar
  • Eva se queda
  • Está bien dijo con resignación- pero no cederé en nada más,  mi nombres es Gaby Sean duque de Brishell
  • Genial dejemos esto en claro tú no quieres problemas y yo no quiero dártelos, trataré de portarme bien y por favor no dejes que tú madre se me acerque no me ve con buenos ojos y lo notaste y yo menos, lo estás notando.
  • Lo lamento tendrán que llevarse bien es mí última palabra ahora vete, arréglate un poco para la cena.
  • No quiero comer, mi padre acaba de morir y no tengo cabeza para nada
  • Como quieras
  • Nana, vámonos
  • No pensaras someter a tú nana a pasar hambre o sí
  • No se preocupe señor estaré bien al salir, tal como lo imaginaba la víbora se encontraba ahí, la mire un momento y seguí hasta mi habitación, al entrar mi nana cerró la puerta la aseguré y la lleve hacía un diván
  • Nana dije tomándola de la mano y bajando la voz a un susurro – tenemos que irnos
  • ¿Qué? grito
  • Calla nos escucharán, papá en su lecho de muerto me pidió que huyese, me dejó dinero y dijo que regresase para mi presentación, lo haré pero no quiero dejarte sola, ven conmigo te puedo dejar algo de dinero o con alguna amiga del internado, no quiero que te quedes aquí con esa víbora que por alguna razón no me aprecia, el duque es bueno pero ella no.
  • Hay mi niña si esa es tu decisión te apoyaré, iré contigo no pienso quedarme y algún día te diré por que aquella mujer no te aprecia
  • Como desees nana prepara algo pequeño, nos veremos a medianoche, en el establo
  • Bien mi niña pediré que te traigan de comer
  • No tengo apetito nana
  • Si vamos a escapar tienes que tener fuerzas pequeña



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En el texto hay: londres, secretos, rebelde amable y libre

Editado: 19.02.2020

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