XII
Mi viaje por mar me hizo recordar cuan buena era la vida y la libertad, pensé en no regresar pero sería estúpido aún tenía que ayudar a las personas que quería y me querían tenía que conocer al hijo de Thomas, hablar con Shanon, la señora Travis, Be, mi nana y presentarme ante el escoses como lo que era y que Dios decidiese mi destino, regresar a Inglaterra no fue grato pero aún era necesario para mi aunque todos parecían felices, mi segunda temporada daría inicio, en esta ocasión había intentado no broncearme mucho ya que debería volver a los vestidos, al llegar Eva y Be nos esperaban en la mansión.
- Niña tonta espero que no vuelvas a escurrirte de mi cuidado reprocho mi nana
- Es bueno verte también, que bella estas amiga
- Eva exagera, solo disfruta de tu libertad, por cierto no veo a mi marido contigo
- Esta resolviendo unos asuntos dijo que vendría en unas horas, por cierto Eva ¿por qué no me informaste que los Travis venían a Inglaterra?
- ¿Te hubieses quedado?
- No
- Pues entonces no había caso niña tonta, ve a tomar un baño llevare el bicarbonato y el limón tenemos que trabajar en ese bronceado otra vez
- Pues tienes razón tengo que ponerme esa pasta blanca, esta temporada hay razones para comportarme
Deje a Be y mi nana en la planta baja muy sorprendidas por mis palabras, la temporada anterior solo fui una debutante que conocía la sociedad, en esta me disponía a jugar con escoces de ojos color mercurio que buscarían revancha, solo esperaba no salir mal parada de esta cruzada en la que me había metido por mis propios medios, recodar las pocas obscenidades que me había dicho y hecho Diablo antes de caer dormido entre la paja de aquel establo me revolvían el estómago, no sabía que una persona podía sentir tantas cosas con simples caricias y besos, eso explicaba por qué algunas mujeres disfrutaban tanto de los placeres de la carme.
La temporada dio inicio y Helena regreso de su viaja, la relación que manteníamos seguía siendo tensa y su relación con la nueva duquesa no era mejor, Gaby decidió irse con Be y dejarme con su madre, antes de que se fuese me dijo que a su regreso conversaríamos, si es que hasta ese entonces no había estallado el escándalo, mi primera aparición en un baile causo el mismo revuelo que de costumbre, lord Cleiton un muchacho muy menudo y algo mayor a mí se acercó y me pidió la primera pieza, él era agradable, buen conversador y un excelente bailarín, dejo su tarjeta con Helena así como cinco caballeros más, Blaird como de costumbre no podía dejar de molestar.
- Que bien, conseguiste que tu amiguita me quitara al duque
- Yo no hice nada ellos se involucraron solos
- Maldita, pero no te preocupes yo me encargaré de que nada te salga bien
- Ve a echar tu veneno a otro lugar
- Buenas noche miladys dijo una voz que reconocería en cualquier lugar
- Señor Travis que gusto volver a verlo
- Me permite esta pieza Lady Shaird
- Encantada
- Te vez hermosa, nunca creí verte con un vestido nos posicionamos en la pista y la pieza dio inicio
- Buen cumplido Reimond él sonrió
- No piensas hacer todas las preguntas que pasan por esa cabecita
- Mañana en casa de su hermano, no propongo la mansión del duque porque su madre y yo no tenemos la mejor de las relaciones, también necesito que los Cavendish estén ahí.
- Como quieras muchacha, mañana ¿quién se supone serás?
- Shadow, es lo más seguro, supongo que ellos deben estar visitando a Ángel y Thomas
- Los muchachos también fueron con ellos para escapar de todo esto
- No los culpo en su lugar haría lo mismo
- Bien cariño la pieza está por terminar, te dejaré junto a tu chaperona y mi esposa ira a buscarte en unos minutos
- Gracias por todo Reimond
- Es un placer ayudarte
Helena conversaba con la marquesa la Salle una dama de dudosa reputación y desde mi perspectiva su mejor amiga, así que decidí ir la mesa de postres y atiborrarme de ellos antes de regresar a casa ya que con Helena al mando lo que menos teníamos en casa eran deliciosos postres, me encontraba devorando un pastelillo de fresas con chocolate cuando un gran revuelo se escuchó en el salón, decidí no prestarle atención y seguir comiendo.
- Buenas noches señorita me gire- es extraño que no saliese corriendo hacia el alboroto
- No soy una cotilla señor
- Me alegra escucharlo odio a las mujeres metiches y me parece sensacional que mi futura esposa no posea tal defecto
- ¿Quién es usted?
- Veo que aún no le han informado soy Adam futuro conde de Blaird, su prometido
- Siento decepcionarlo pero mi tutor se encuentra de viaje con su esposa y dudo que permita tal unión
- No mi querida señorita dijo acercándose- Lady Helena me a concedido su mano
- Ella no puede hacer eso estaba enfadad esa maldita mujer me escucharía
- Ya lo hizo cariño mío me tomo del brazo, me acerco a su cuerpo con la clara intención de besarme, visiblemente este idiota era nuevo en la ciudad y para mi desgracia hermano de Stefany, así que aproveche la cercanía que él había provocado para darle un golpe bajo, tal vez no le doliese debido a la cantidad de ropa pero era suficiente para asustarlo así que lo hice
- ¿Está loca? dijo soltándome
- Piense lo que se le venga en gana – sin más me retire y en el camino me encontré con la señora Travis
- Mi niña nunca creí verte así
- Gracias Vanesa
- Deberías cuidarte mejor si esa señorita no se hubiese desmayado estarías en serios problemas
- Tranquila Vanesa, supongo que Reimond te informo lo que le pedí
- Sí, me lo contó todo, espero que sea la última vez que lo haces, eres una señorita no un muchacho y deberías estar buscando un buen esposo no discutiendo con piratas y cowboys.
- Vanesa soy lo que soy, no puedo cambiar y esta sociedad es aburrida, además prefiero tratar con ustedes que con esto
- Ya veremos, por el momento dime ¿qué sucedió con ese muchacho?
- Nada, simplemente Helena la madre de Gaby, nos odiamos desde que nos conocemos y le a dicho a ese pobre ingenuo que nos casaríamos, conversare con ella en casa
- Nunca puedes alejarte de los problemas
- Eso no es verdad, los problemas no pueden alejarse de mí
- Tengo que irme cariño, están acorralando a Reimond y él se está cansando de dar explicaciones
- Sálvelo yo iré por mi carabina e iré a casa, nos vemos mañana, que su invitación llegue a eso de las diez por cuestiones de protocolo.
- Bien cariño hasta mañana