Una Fecha Muy Especial

Capítulo 2: "Dulces sentimientos"

Una linda joven mientras hacia movimientos con su listón al centro de una pequeña pista seguía con la mirada a su mejor amigo, mientras suspiraba.

 

—«¡Lucas¡ mi tierno y lindo amigo, siempre tan amable y atento conmigo, nos conocemos desde niños. Cuando perdimos a nuestros padres en aquel incendio de la carpa, nos unimos aún más. Te considere durante muchos años el hermano que no llegue a tener, pero con el tiempo mis sentimientos hacia ti fueron cambiando, entonces comprendí que no podía verte como a un hermano, pues no lo somos, a pesar de ello no he podido aún confesarte mis sentimientos porque me da pena» — pensaba Aliss, mientras su corazón latía a prisa al tiempo que seguía con la mirada a su apuesto amigo.

 

Una vez que lo perdió de vista, la joven continuó con su entrenamiento, por un par de horas más, luego de las cuales decidió ir en busca de su mejor amigo, para que este la apoye con el ensayo del número que presentaría esa noche como siempre lo hacía cada vez que ella iba a presentar algún nuevo espectáculo.

La linda joven se acercaba a una gigantesca jaula de metal en donde se encontraba su amigo, haciendo que unos tigres de bengala dieran saltos por unos aros.

 

—¿Aún no terminas? — dijo Aliss, con aquella dulce voz que estremecía el corazón de su amigo.

—¡Aliss! — pronunció Lucas, al tiempo que sentía que los latidos de su corazón se aceleraban más y más.

—¡Disculpa¡ pensé que ya habías terminado de preparar tu numero para la presentación de la noche — respondió apenada Aliss, mientras pensaba — «Sería bueno desearle un feliz de San Valentín, finalmente también se celebra la amistad»

—Ya terminé — contesto Lucas, mientras acariciaba con una de sus manos la cabeza de uno de los tigres.

—¿Entonces puedes ayudarme en mi ensayo final? — dijo Aliss, conectando mirada con su amigo, al tiempo que trataba de evitar ponerse nerviosa.

—Claro que sí — contesto Lucas, desviando la mirada, hacia otro de los felinos, para así evitar que su amiga vea el sonrojo de sus mejillas.

 

Lucas, antes de salir de la jaula acaricio la cabeza de los cuatro tigres que estaban en ella, mientras les decía: Parece un angelito, ¿no lo creen queridos amigos?

Los felinos como si supieran lo que el joven les decía giraron sus cabezas al lugar donde estaba la joven y luego miraron Lucas, al tiempo que emitieron unos rugidos mientras parecían acariciar a su amo. Aliss al ver la escena sonrió.

 

—Voy con ella queridos amigos, dentro de unas horas nos vemos para la función — dijo Lucas, en voz baja mirando a los felinos antes de salir de la gigantesca jaula.

—No sé cómo lo haces, contigo se ven tan cariñosos e indefensos — pronunció Allis mientras se acercaba a su amigo.

—Ellos perciben el afecto, saben que los quiero, que son mi familia, por ello nunca me harían daño — respondió Lucas.

—Si tienes razón, prácticamente creciste con ellos, así como yo crecí con mi listón, desde que perdimos a nuestros padres en aquel incendio que se produjo en el circo ambos nos refugiamos en lo único que nos quedaba como recuerdo de ellos— pronunció Aliss con nostalgia.

—Si es cierto, pero no quiero que entristezcas Aliss, como te dije en su momento, nosotros somos sus sucesores, mientras nosotros cultivemos lo que ellos amaban y los recordemos siempre ellos nunca dejaran de estar vivos en nuestros corazones — respondió Lucas con una cálida sonrisa.

—Tienes razón — dijo Aliss.

—¡Vamos a que te apoye con tu ensayo final!  — pronunció con calidez Lucas.

—¡Vamos! pero antes…— respondió Aliss.

—Antes, ¿qué? — dijo confundido Lucas.

—¡Feliz día de San Valentín! — agrego Aliss, abrazando a su amigo, al tiempo que los corazones de ambos palpitaban a gran velocidad.

¡Feliz día de San Valentín! — contesto Lucas, mientras abrazaba a su amiga, al tiempo que pensaba — «Aún no es el momento, solo unas horas más»

 

Tras romper el abrazo, el par de jóvenes fueron hacia el lugar donde realizaban sus ensayos, al llegar a este Aliss camino hacia el centro de la pista, mientras Lucas tomaba asiento en el suelo.

 

—Me dices si lo estoy haciendo bien ¡por favor¡ — pronunció la joven, mientras empezaba a hacer sus acrobacias con el listón.

—Claro mi niña — respondió Lucas, llevado por sus sentimientos, ante ello Aliss sintió sus mejillas arder, pero prefirió girar su rostro para que su amigo no note su sonrojo.

—«Me llamo su niña» — pensaba la joven.

 

Tras algunos minutos, Aliss se inclinaba dando las gracias, dando así por terminado el ensayo de su presentación, mientras su amigo aplaudía.

 

—¿Qué te pareció? — decía Alisse.

—Espectacular, tu número esta noche le encantara a todo aquel que lo vea — pronunció Lucas con calidez.




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