Una Fecha Muy Especial

Capítulo 3: "Contando los minutos"

En un camerino una linda joven de cabello negro, de rostro pensativo, se miraba frente a un pequeño espejo mientras se trenzaba su largo cabello al tiempo que un pensamiento que tenía en mente desde que su amigo la cito para cuando termine la función daba vueltas y vueltas en su mente.

 

—«¿Qué querrá decirme Lucas?, lo note muy misterioso o solo serán figuraciones mías» —pensaba la linda joven, cuando el sonido de la puerta de su pequeño camerino interrumpió su pensamiento.

Toc toc toc

—Adelante — dijo la Aliss, al tiempo que la puerta de su pequeño camerino se abría.

—Aliss, te trajeron esto — pronunciaba, una mujer de cabellos rojizos ondulados mientras le daba a la joven pequeño estuche.

—Le dije que no recibiera los obsequios que me envían, ¡por favor, devuélvaselo a su dueño¡ — dijo Aliss con firmeza.

—Linda no seas tonta, te lo envía el hijo del alcalde de este pueblo, él podría cambiar tu vida, sacarte de aquí, tener una vida de princesa — respondió la mujer de cabello rojizo emocionada.

—A mí no me interesa ello, yo soy feliz aquí, este es mi mundo, aquí están mis amigos, mi familia — contesto Aliss.

—Está bien, pero de igual manera no se lo puedo devolver la función ya empezó mejor hazlo tú, él me dijo que te vendría a verte en cuanto acabe el espectáculo pues quiere hacerte una proposición— añadió la mujer.

—A mí no me interesan sus proposiciones — dijo Aliss, con molestia.

—Al menos escúchalo pequeña, no seas terca, eres muy linda, mereces un futuro mejor que estar aquí en un circo — agrego la mujer antes de salir del camerino de la joven.

—Mi futuro, mi vida y mi amor están aquí, yo no pienso dejar el circo, no lo pienso dejar — dijo Aliss, con voz entrecortada mientras la mujer de cabello rojizo salía de su camerino.

 

La joven tras ver cerrarse la puerta de su camerino, dejo el estuche que la mujer le dio sobre una pequeña mesa y con la palma de sus manos se secó las lágrimas que habían salido de sus hermosos ojos negros y que habían humedecido su rostro.

Mientras Aliss terminaba de alistarse para su presentación, Lucas, se encontraba en la carpa de circo, específicamente dentro de una gigantesca jaula de metal alineando a sus amigos como el los llamaba, a sus tigres de bengala, para despedirse de su público luego de una fantástica presentación.

 

—¡Gracias¡ ¡gracias! — decía Lucas, colocando una de sus manos tras su cintura mientras la otra la extendía a la vez que se inclinaba hacia adelante mientras los tigres se sentaban en el piso y bajaban sus cabeza recibiendo el caluroso aplauso del público.

—Y esta fue la maravillosa presentación del “Amigo de los tigres: Lucas Sorgot” — dijo el presentador mientras los aplausos se intensificaban más.

—Buen trabajo chicos, hicieron un gran trabajo, ahora merecen un descanso, ya mañana les daré un delicioso desayuno — pronunciaba en voz baja Lucas, mientras acariciaba la cabeza de sus tigres antes de salir de la jaula para llevarlos a que estos descansen, al tiempo que pensaba — «Solo unos minutos más, y tras su presentación hablare de mis sentimientos con ella»

 

Lucas abandono el lugar, al tiempo que Aliss era llamada para presentar su número.

 

—Linda, es tu turno — escucho Aliss, que tenía la mirada fija en un pequeño reloj, que estaba sobre la mesa que le servía de tocador.

—Ahora voy — pronunció Aliss, mientras se ponía de pie.

 

La joven salió lo más rápido que pudo de su camerino, al hacerlo se encontró con la mirada de su apuesto amigo que llevaba empujando la jaula de sus tigres hacia la parte trasera de la carpa.

 

—Suerte — pronunció Lucas, con una encantadora sonrisa.

—¡Gracias¡ — respondió Aliss, con dulzura mientras su corazón se llenaba de alegría de solo haber visto a su amigo y amor secreto.

 

Luego de algunos minutos la joven llego a la carpa, poso su mirada al interior de la misma, y lo único que vio fueron algunas luces que se reflejaban en medio de la oscuridad, Aliss, respiro hondamente, antes de empezar a caminar hacia el pequeño escenario en donde ella tenía que hacer su espectáculo. Tras algunos segundos ingreso a ella haciendo piruetas con su listón, al tiempo que una luz la enfocaba mientras caminaba hacia el escenario, mientras el animador la presentaba: Con ustedes la bella y encantadora “Aliss Oriet: Nuestra princesa del listón”.

Los aplausos, silbidos y halagos hacia la joven empezaron a escucharse en la carpa, pero no solo en ella sino también fuera de ella.

 

—Ya empezó — pronunció Lucas, mientras poso su mirada en el modesto reloj que llevaba puesto.

 

Dentro de la carpa, Aliss respiro hondamente, antes de que al ritmo de la música que sonaba ella empezara hacer su espectáculo mientras los jovencitos presentes en el lugar la miraban embelesados.




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