Una Fecha Muy Especial

capítulo 5: "Una bella declaración de amor"

Tras algunos minutos Aliss, llego al lugar donde se encontraba su amigo ensimismado en sus pensamientos sujetando una rosa roja en una de sus manos, mientras estaba recostado sobre la jaula de los tigres a los que el amaestraba y considera su familia y amigos.

 

—¡Lucas¡ — dijo Aliss, con dulzura sacándolo de sus pensamientos.

—¡Aliss¡ — respondió sorprendido el joven.

—Ya estoy aquí, disculpa la demora, pero ya estoy aquí, en cuanto a cabo la función venia hacia aquí, pero… — acotaba Aliss, siendo interrumpida por su amigo.

—No te preocupes Aliss, no tienes que pedirme disculpas ni darme explicaciones, además creo que debiste quédate con él — pronunció en tono celoso Lucas.

—No comprendo porque dices eso, supongo que te refieres a Bastián, pues te vi cerca de mi camerino, pero yo no podría quedarme con él, él y yo ya hablamos lo que teníamos que hablar ahora estoy aquí para hablar contigo, pues quieres hablar conmigo de algo, ¿no?, por ello me dijiste que venga aquí — agregó con calma Aliss,  mientras dirigía su mirada hacia la rosa que su amigo sostenía en una de sus manos, mientras una ligera opresión sintió en su pecho de solo pensar que alguna fans de su amigo se la había dado al terminar su función.

—Ya no tiene caso — pronunció Lucas, con voz quebrada.

—¿Por qué? — dijo Aliss, con nostalgia.

—Porque no — respondió Lucas, con calma mirando hacia un costado para que la pelinegra no viera sus ojos humedecidos por las lágrimas que amenazaban por caer.

—Tú dijiste que al acabar la función me dirías algo, ¿y yo quiero saberlo? — pronuncio Aliss, dulcemente acercándose más a su amigo.

—Ya no tiene sentido Aliss, ya no, de que vale que te diga lo que siento, tú ya lo aceptaste a él — dijo Lucas, con voz quebrada mientras unas lágrimas salían de sus ojos.

—¿La rosa es para mí entonces? — pronunció Aliss, con alegría haciendo que el joven a pesar del dolor que sentía posara su mirada en ella.

—¿Qué? — dijo Lucas intrigado, al ver la actitud de su amiga.

—Esa bella rosa es para mí, ¿verdad?, creí que alguna de tus tantas fans te la dio al terminar tu presentación, pero es para mí — respondió emocionada Aliss, mientras rodeaba con sus delicados brazos el cuerpo de su amigo.

—Aliss, yo, yo…— decía Lucas nervioso.

—¡Te amo¡ ni siquiera imaginas cuantas veces quise decírtelo cada vez que terminaba nuestra presentación y me acompañabas a mi carpa pero me daba vergüenza, yo pensaba que no sentías lo mismo que yo — agrego Aliss sonrojándose.

—¿Me amas? — dijo Lucas con ilusión.

—Sí, eso le estuve diciendo a Bastián, que ¡te amo!, te amo desde que éramos niños, le conté la historia de nuestra amistad, la muerte de nuestros padres, por ello, él estaba secando mis lágrimas, no sé qué viste, pero no pasó nada entre los dos, yo solo te esperaba a ti, esperaba con paciencia el día en que al acabar la función me digas que también me amas — respondió Aliss dulcemente.

—¡Te amo!, claro que te amo, te amé desde niño también mi bella niña y siempre te lo voy a decir a toda hora a partir de ahora — decía Lucas, tomando el rostro de su amada entre sus manos para besarla con dulzura.

 

Tras algunos segundos ambos jóvenes rompieron el beso y mirándose a los ojos, tomándose de la mano, dijeron: ¡Feliz San Valentín!

Ante la coincidencia el par de jóvenes sonrieron y decidieron quedarse por algunas horas abrazados sentados junto a la jaula de los felinos contemplando ese bello anochecer, aunque de hecho no sería el primer anochecer que verían juntos a partir de ese día, pues ya eran novios, y esta fecha se había convertido en una fecha más que especial para los dos, pues en ella ambos abrieron sus corazones y expresaron su mutuo amor.

 

FIN




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