Cap 31

Bueno supongo que era necesario hacer este cambio, las verdad no quiero estar todo el tiempo estresada y fastidiada en el trabajo; es que la verdad no se, me siento tan rara al lado del señor Ferrey- si, es verdad que es súper atractivo, tiene una sonrisa que juro por Dios que muy pocas veces la deja ver, pero cuando la muestra es como si el tiempo se detuviera- obviamente nunca lo sabrá ya que es un prepotente y su novia la bipolar... que la verdad ni sé qué decir de ella.

Ahora paso la mayor parte del tiempo, en el apartamento entre mis pinturas y la mayoría del tiempo perdida en mis recuerdos, pensando en todo lo vivido, pensando en un "si, hubiera sido"

Aún no he ido por mi liquidación, pero es que siempre mantengo tan distraída, que pues ni modos. Escucho que tocan la puerta debe ser la señora del arriendo, abro y me dirijo a la mesita para darle el depósito.

-oh señora Lucero, permítame ya le doy su depósito- rebuscaba en el cajón y...

-tómese todo el tiempo que desee señorita Alejandra- esa voz...me giro rápidamente.

-usted que hace en mi casa- ahí estaba él, con su sonrisa casual (maldito se ve tan sexi)

-vine a traerle su liquidación- revisa en su bolsillo

-yo iba a pasar, además quién le dio mi dirección- le digo de forma molesta.

-miré tu contrato- dice como si nada y toma asiento- además necesito hablar contigo.

-primero no me tutee y segundo quién le dio permiso de acomodarse en mi sillon- me cruzo de brazos para mostrar firmeza.

- sabes? Te ves muy linda en tu modo artístico- repasa mi cuerpo sin descaro, a lo cual me acuerdo que estoy en una blusa sencilla de tirantes y un  short de jeans, mi cabello recogido y mis pies descalzos, que si lo pienso bien no estoy dejando nada a la imaginación. Me pongo totalmente roja ante su mirada.

-que quiere, sea directo.

- sé que no me haz perdonado y... Te quería pedir- se rasca la nuca.

-qué cosa- verlo de esa manera me daba mucha curiosidad.

-yo...quisiera, mejor dicho, te quería pedir que si quieres o si puedes...

-ohh vaya dónde quedó aquel hombre sombrío y directo de la entrevista- le hablo con burla- no me digas que eres una fachada.

-yo solo quiero arreglar las cosas contigo, te quería pedir que seas mi amiga- que? Me deja sin palabras.

- por qué? ¿La conciencia no te deja dormir? -hablo con sorna.

-no es mi conciencia, es solo que fui muy injusto contigo, no quiero que te lleves esa imagen de mi, me entiendes?

-mira está bien, voy a olvidar todo lo que pasó vale?- solo quiero que se marche y ya!- cambiaré mi forma de pensar sobre usted, contento?

-no lo hagas, solo por hacerlo si? Odio que solo me den la razón- afirmó con la cabeza, me dan ganas de reír- te burlas de mí? - trata de parecer serio, se levanta y se aproxima despacio hacia mí.

-yo? - me señalo- sería incapaz señor Ferrey.

-Draco- me interrumpe.

-que?

-que me llames por mi nombre...Draco- solo me quedo observándolo un rato- Alejandra...lo siento de corazón- su disculpa suena sincera.

-esta bien- le extiendo mi mano- amigos- y Bam! suelta esa sonrisa.

-amigos- nuestras manos se juntan y ciento una corriente, - bueno si no es más...-si ahí estoy yo dañando el momento.

-me hechas?

-jajajaja perdona, pero no estoy en fachas y además estoy pintando como puedes ver- le muestro mis palmas que están llenas de pintura.

-puedo verlas? - antes de que me niegue veo como me hace ojitos- por favor

-vaya...es como tener a otra persona enfrente mío- no es ese tipo serios frío.

- no soy asi con todo el mundo- me observa detenidamente- solo con personas especiales para mí- dios! Este hombre me confunde

mmm bueno está bien, porque, aunque te diga que no, algo me dice que de todas maneras te saldrás con la tuya o no?

-que bueno que me empiezas a conocer- tonto jejejejeje, me giro y me dirijo al cuarto, no escucho sus pasos- que? ¿Te vas a quedar ahí? - me mira sorprendido, demás que pensó que le iba a decir que se fuera- vamos- se acerca rápidamente- bueno bienvenido a mi mundo del arte...

-owww a decir verdad si parece otro mundo- observa las pinturas que tengo en el cuarto, mientras yo me ubico a pintar, la verdad no sé cuánto tiempo pasa, pero siento que Draco está muy cerca mío.

-mmm no sabes del espacio personal? - me siento un poco incomoda.

-perdona es que....tienes un tatuaje?- rayos me olvidé que no estaba sola, y pues la blusa muestra parte del tatuaje. Por tantas cicatrices de mi espalda, decidí tatuarme uno de mis diseños en ella, sin una especie de ramas de la cuales nacen muchas flores, todo lleno de colores, mi espalda quedó casi totalmente llena. Ahora que Draco se dio cuenta (ya que nadie lo sabía) ni siquiera Sara sabía que mis cicatrices, así que esto es totalmente aterrador para mí. Me levanto rápidamente- mmm si - me rasco la nuca- bueno ya terminé que te parece- le muestro la pintura.

-de verdad sí que tienes un talento- mira la obra detalladamente- cuando pintas todo a tu alrededor desaparece- si eso verdad, ni siquiera me acordaba que él estaba en el mismo cuarto, hasta que me hablo. Tocan a la puerta y me dirijo a ella ya que se me hace extraño, cuando habría, me doy cuenta que es un repartidor de domicilio.

-buenas tardes señorita, esta es la cuenta- me pasa la cuenta

-no, debes estar equivocado yo...

- yo lo pedí- habla Draco, le paga al chico he ingresa como si nada al apartamento- ven vamos a comer algo, y antes de que me digas llegué en la mañana, por lo tanto no haz comido nada más.

-tonto- hablo en susurro

-qué cosa?- pregunta con burla.

-que gracias, que corazón tan noble guardado en una coraza de frialdad.

-que solo tú logras abrir- maldito sabe cómo devolvérmela.

-vamos a comer mejor- preparo todo para servirnos y veo que es un buen pedazo de carne y sus vegetales- oh vaya se ve rico- digo pasando saliva.