Una gordita llena de amor

Prólogo

   Salgo de mi oficina cerrando la puerta con cuidado detrás de mí, tomo un respiro debido a que siento los latidos de mi corazón en los oídos por el miedo y el nerviosismo que tengo en estos momentos, quisiera llorar, gritar o salir corriendo, pero no puedo, no soy así, me niego ser así, paso una de mis manos por mi pecho intentando minimizar la punzada de dolor que esta comenzando a darme, cierro mis ojos unos segundos, inhalo algo de aire cual expulso por la boca, cuando creo yo que estoy lista para enfrentar la guerra que se avecina, me tiemblan las piernas cuando doy los primeros pasos, me detengo, vuelvo a tomar un respiro tomando el control de mi cuerpo, por fin tomando el valor de caminar a pasos decididos hacia la oficina de mi jefe.

   Cuando llego al frente de su oficina, doy dos toques sobre la puerta, se escucha un pequeño silencio seguido de un ¨pase¨, su voz es dura, grave y fría está cargada de enojo, eso lo se mas que bien, pensamientos cobardes llegan a mi cabeza pero antes de salir corriendo como una maldita gallina, abro la puerta de su oficina con mis manos temblorosas, entro con la cabeza en alto mirándolo directamente, está muy enojado, se le notan las ganas que tiene de gritarme, las venas de su frente se notan, ceño fruncido, tiene una mirada afilada y fija en mi persona, tiene sus labios tensos y finos, ese encuentra sentado en su silla detrás de su escritorio, tiene una mano hecha en puño reposando sobre la mesa, se le nota toda la tensión que corre por todo su cuerpo, aun así no deja de verse jodidamente guapo, mas con el traje de marca que lleva puesto se moldea perfectamente a su cuerpo, él es un afrodisiaco prohibido.

    Mi corazón se quiere salir de mi pecho, camino hasta quedar al frente de su escritorio cuando hace señas para que me siente, pero yo no quiero hacerlo, solo quiero que esto acabe, abro la boca para hablar, pero soy callada por un colpe que el le da a su escritorio, doy dos pasos hacia atrás, el se levanta de su lugar imponiendo, me siento pequeña, su ceja izquierda le tiembla con algo de estrés.

- Como te atreviste a ocultarme algo tan importante Atenas... - Su tono de voz es frio.

Tan frio que me hace estremecerme en mi lugar, yo me quedo mirándolo a sus ojos de color grises, dejo todo el miedo atrás en segundos, suelto una risa sarcástica, haciendo que el me mire con una ceja alzada.

- Perdón, pero no eres nadie para reclamarme, solo eres mi jefe y nada más – me defiendo.

     El rodea su escritorio camina a grandes zancadas hasta quedar al frente de mí, yo me quedo en mi lugar haciéndole frente, el me toma con sus grandes manos con fuerza por mis brazos me zarandea con brusquedad.

- ¡¿Te gusto burlarte de mí Atenas Ivanov?! – grita casi en mi rostro, me suelto de su agarre como puedo, me aparto nuevamente antes de que intente tocarme de nuevo -¡¿Por cuánto más lo vas a esconder?! – me acusa señalándome – Pensabas nunca decirme y salirte con la tuya ¿eh? Algo como eso no se esconde, eso es jugar sucio – termina diciendo con los dientes apretados por el enojo.

Tantas preguntas me tienen con dolor de cabeza, además el no merece nada, ¡antes muerta!

- Primero me sueltas que me estás lastimando animal, ¡segundo me importa un carajo si piensas que me estoy burlándome de ti! – le grito de vuelta llena de enojo- ¡eres insignificante en mi vida y en sus vidas! nada interesante, no mereces nada ¡ni siquiera una mirada de su parte! – vuelvo a gritarle.

   Tengo mis sentimientos a flor de piel, todo se me mezcla los ojos se me cristalizan, el me mira impactado por mis palabras, pero no me importa nada, su mirada pasa a una dolida, pasa la mano por su cabello estrujándolo todo despeinado, él se recompone en su faceta seria, el muy cabrón se atreve acercarse nuevamente a mí, pero yo estoy más que lista para dejarle la cara virada de una cachetada, no voy a permitir que me vuelva a tocar, para manejarme como se le da la gana.

- Es una bajeza de tu parte... no sabía que podías ser tan perra... – él iba a seguir hablando, pero mi mano impacto en su cara con fuerza, haciendo que esta gire con algo brusquedad.

- ¿Te sientes hombre insultándome así? – reí sin gracia, estaba alterada - eres una basura humana, una escoria más en este mundo, tu no mereces que te conozcan...

    Steve tiene su mano en su mejilla, me mira con ira pura, pero me importa un carajo nuevamente, salgo de su oficina hecha furia, escucho como grita llamando me, pero ya no aguantaba más, lagrimas caian sin para por mis mejillas, él tiene mucho dinero, yo apenas tengo algo en el banco, se que esto va a escalar más pero no voy a permitir que me arrebate lo mejor que tengo en mi vida, voy a pelear con uñas y dientes hasta el final, Steve Tomlinson no se va a salir con la suya.

 

∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆∆

Queridas lectoras y lectores, me gustaría avisarles que voy a comenzar a actualizar los lunes y miércoles, comenzando desde la semana de arriba.

Me gustaría que comentaran que opinan sobre el  prologo, me gustaría leer sus comentarios.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.