Capítulo 22

Atenas Ivanov

Zachary había despertado hace una hora atrás, pero la tuvieron que sedarla cuando el doctor hablo con ella para avisarle de su situación, se alteró demasiado, lloro y grito como loca, pero tanto Calex como yo nos quedamos a su lado hasta que se volvió a quedar dormida a causa del sedante. Yo me encuentro sentada en una silla al lado de la camilla bien pegadita de ella, acariciaba suavemente su mano, esta estaba bastante pálida, también tenía su mano algo fría, levanto la mirada posándola en mi amigo, este se encontraba sentado en el sillón pegado hacia la pared de la habitación, estaba recostado hacia atrás reposando su cabeza del espaldar del sillón él tenía la mirada perdida el techo, lo entendía a la perfección, ella es mi hermana, pero es la pareja de él, no es para nada agradable saber que el amor de tu vida le queda poco tiempo de vida cuando planeaste toda una vida con ella. Observo nuevamente a mi hermana postrada en la camilla, ya no se encontraba tan pálida como antes, eso sí tenía unas bolsas negras bastantes notarias debajo de sus ojos, sus labios estaban ligeramente separados, los tenía un poco agrietados y secos, tenía el oxímetro conectado de su dedo al monitor que registra sus latidos, también tiene puesta la bata del hospital, está bien arropada hasta el pecho.

Duele demasiado saber que ella en poco tiempo ya no estará...

No quiero ser pesimista, ni negativa pero el doctor había dicho que ella se encontraba en etapa terminal...

Mis niñas perderán a su tía, eso las va a destrozar por completo.

Los ojos se me cristalizan las lágrimas caen por mis mejillas en silencio, aun no logro procesar que tendré una vida sin Zachary, de verdad no quiero perder a la mitad de mi corazón, ella estuvo conmigo desde que nos escapamos de casa, nos cuidamos una a la otra siempre, siempre fuimos ella y yo luchando contra todo y todos, no pueden quitármela de esta manera tan cruel.

Siento una mano sobre mi hombro, luego siento como mi amigo me abrazan por la espalda con fuerza como una manera de reconfortarme, escucho el pequeño sollozo que suelta Calex, ambos vamos a perder lo más importante de nuestras vidas. No se cuánto tiempo pasa, pero una enfermera entra para monitorear a Zachary, yo le pido a Calex que se quede con ella mientras por mi parte salgo de la habitación, necesitaba un poco de aire porque ahí dentro sentía que me estaba ahogando, camino a toda prisa hasta que salgo por las puertas corredizas que dan al estacionamiento, con una mano sobre mi pecho tratando de calmarme, ya afuera puedo respirar algo mejor, mantengo los ojos cerrados con algo de fuerza, me ardían un poco los ojos de tanto llorar, me quedo ahí para como unos cinco minutos.

Abro los ojos viendo hacia el cielo, este se encontraba tapado de nubes negras muy pronto llovería, estaba haciendo algo de frío, saco el celular de mi bolsillo viendo la hora, en media hora tenía que ir por mis niñas a la escuela, cuando voy aguardar mi celular este vibra constantemente dando me a entender que me estaban llamando, no estaba de ánimos para contestar, por un momento se detienen las vibraciones, decido desbloquear mi celular para ver todas las notificaciones, mensajes y llamadas tengo, contesto los mensajes de una Olivia preocupada avisándole que me encontraba en Dover Hospital con un familiar, veo varias llamadas de un número que no conozco, también tengo una llamada perdida de Lancer pero no quiero devolver la llamada no me encuentro muy bien para hablar con él. Cuando voy a guardarlo, tengo nuevamente una llamada entrante, es Lancer otra vez.

¿Debería contestarle o no?... Bueno ya es la segunda vez que llama...

¿Sera algo importante?

Me da pena, nunca le respondí al mensaje. Con algo de nerviosismo y vergüenza decido contestar la llamada.

- Hola...

- ¡Hola Atenas, Bonita! -su vos suena algo ronca- Te llamo porque no sé, si es que me estas ignorando los mensajes o se te olvido escribirme...- se escucha algo decepcionado.

No es algo tan importante como pensé, pero recompensare el no haberle contestado antes.

-Yo lo siento mucho Lancer, no te quise ignorar -hago una pausa, suspiro algo cansada- No he tenido una buena semana y he olvidado contestarte.

- ¿Que pasa bonita?, ¿Te puedo ayudar en algo? -pregunta con notaria preocupación- Suenas bastante cansada bonita

- Lo estoy, pero no quiero agobiarte con mis cosas, Lancer lo siento mucho, ¿pero...podemos hablar en otra ocasión? – pido lo más amable que puedo- De verdad no es buen momento y no puedo hablar más, aunque quiera, lo siento -nuevamente me disculpo.

Digo la verdad, no tengo porque mentirle, no me siento con ganas de seguir hablando.

- Esta bien bonita, solo no te olvides de mí, si necesitas hablar con alguien me puedes llamar a cualquier hora, ¿está bien?

- Esta bien, muchas gracias Lancer

- No hay de que preciosa, entonces hasta la próxima llamada – se despide.

Solo hago un sonido de afirmación para luego colgar la llamada, noto que falta poco para buscar a mis niñas a la escuela, así que le envió un mensaje a Calex avisándole que voy por las niñas, cualquier avance respecto a Zachary me avise, obtengo una respuesta rápida de su parte. Llego hasta mi auto, enciendo el auto y me pongo en marcha a la escuela de mis princesas queda a unos quince minutos. Todo el camino hacia la escuela no puedo sacarme a Zachary en el hospital de la cabeza, tampoco a Steve sobre la discusión que tuvimos en su oficia, no sabia como Steve se había enterado de la existencia de las niñas, no sé a qué venían sus reclamos Hope y Hailey son solamente mías.

Sé que les había prometido a mis niñas buscar a su padre, pero con lo que había pasado no creo que las cosas se arreglen entre Steve y yo, ya el sabe de ellas y por la manera que reacciono creo que quiere conocerlas, pero no me confió, el tiene todo el dinero del mundo para quitármelas, no puedo permitir eso ellas son mi vida entera. Si tenía que recurrir a las personas que mas odio en el mundo para mantenerlas conmigo no lo dudaría dos veces, por ellas hago lo que sea hasta retar al mismo diablo si es necesario.