Liam Leroy.
Para conocerme mejor, empezaré por donde me conocieron, en una fiesta, en una Navidad.
—Iré a buscar unas cervezas—les digo a Kevin y Ale. Ellos estaban hablando y fumando, así que no me dan mucha importancia.
Voy a la camioneta, saco una lata y vuelvo con mis amigos, pero no los encuentro, ¿Donde están? Los sigo buscando y no los en...
La risa y la cerveza traspasando la remera tocando mi piel, hace que mire hacia abajo.
—Ups—me dice con una sonrisita la chica rubia enana que me acaba de tirar cerveza. ¡Rayos! La miro de abajo a arriba, es una maldita niña rica, ja, es rubia, tiene el pelo largo y sus ojos negros profundos.
—¿Ups? —le preguntó con una pequeña sonrisa, no muy divertido—¿No deberías decir, "Lo siento"?
Ella parece dudarlo, y niega.
—No, no... No lo creo—dice mirando la mancha que dejó en mi remera. Se va y yo no hago nada, solo me quedo mirándola de atrás mientras se va. Vuelvo con mis amigos, pero solo veo a Kevin.
—¿Y a ti qué rayos te pasó? —me pregunta mi mejor amigo pasándose una mano por el pelo rojizo.
—Se me cayó un poco de cerveza—miento y observo a mi alrededor en busca de mi mejor amigo—¿Y Alejandro? —pregunto mientras caminamos hasta la camioneta.
—Dijo que va a venir con una chica y sus dos amigas—pongo los ojos en blanco, porque Alejandro no para de traer chicas a casa.
Nos apoyamos en la camioneta mientras esperamos a nuestro mejor amigo. Enciendo un cigarro y nos lo vamos pasando cada tanto.
—Me quedé pensando en lo que me dijiste—me dice Kev y yo sonrió.
—Digo muchas cosas, Kev—le digo para que sea más específico.
—Lo se, pero me refiero a lo de la escuela, ir a una escuela—río con ironía, pero dejó de escuchar a mi mejor amigo, por los ojos negros profundos que se acercan.
Si, la niña rica estaba viniendo con sus dos amigas y mi amigo. Sonrió al verla y ella se cruza de brazos y se esfuerza para no ponerme mala cara. ¿Que le hice yo? Yo debería estar enojado con ella. Yo tengo la remera manchada, no ella.
Alejandro las presenta, pero solo oigo el nombre de ella, Daphne. Nos subimos al auto y voy conduciendo, mientras Daphne al lado mío de copiloto. Llegamos a nuestra casa y bajamos del auto.
—No es una mansión, pero algo es algo, ¿Verdad, niña rica? —le pregunto en lo bajo y con una sonrisa.
Ella pone mala cara, sube los pequeños escalones y entra. Ella la observa, mientras yo, me siento en el sofá y la invito a que se siente ella también y lo hace, sorprendentemente.
Pongo unos de esos realitys que tanto me gustan y los veo y ella se duerme. ¡Se duerme! ¿Como te vas a dormir viendo mís súper realitys? ¿En que mundo vive?
En uno que no tiene que robar para vivir el día y le dan todo lo que que quiere, vive como una niña rica.
¡Encima se durmió sobre mi hombro! No es que me molestara, claro. La televisión se apaga, genial, ya no funcionaba. La niña rica parece despertarse.
—Pensé que tendría más baba en mi hombro—le digo divertido molestandola.
Ella abre los ojos y se separa.
—Yo no babeo—me dice enojada.
—Dicelo a mi hombro niña rica.
—¿Por que “Niña rica”? —me pregunta separándose más de mi.
—Porque eres rica—contesto con obviedad.
—No soy rica—mmedicd enojada y yo bufo.
¡Ella sí era rica!
Sí Daphne no era rica, creo que yo estaba muerto sin plata.
—Tu y tus amiguitas viven en barrios privados, tienen ropa de marca y piensan que por tener dinero, el mundo está bajo sus pies—le digo serio.
Ella niega con la cabeza y sonrie con tristeza.
—Te equivocas tanto...
La conversación términa ahí, ya que llega Alejandro y... ¿Chloé? Creo que si.
Mi amigo se ofrece a llevarlas y yo me quedo en casa con Kevin. Me cambio la ropa y me siento en el sofá, Kev esta sentado en la cama de la sala.
—Tienen plata... —comenta metiéndose una fritura en la boca.
—Hmm...
—Y estaba pensando en... —la puerta se abre y ambos nos asustamos—. ¡Hay Dios mío Alejandro!—grita Kevin como una chica—. Casi me matas del susto.
Alejandro sonrie y se siente junto a mi en el sofa, pero ya no sonrie, Kev también se acerca.
—¿Como tienes la cabeza? —me pregunta Alejandro.
—Bien, no me duele, ahora ya vete, quiero dormir... —le digo agarrando las mantas.
—Liam, —esta vez es Kevin—. ¿Tomaste tu medicina?—asiento, no me quedaban muchas, pero no quería que se preocuparan por mi.
Cada uno se va a su cama y yo me quedo en el sofá durmiendo.
——————————⬤——————————
El verano término y empezamos en una escuela. Entramos al comedor los tres juntos, ganando las miradas de todos, incluso de esas tres chicas. Yo le sonrió a la rubia y ella solo me gira la cara. Deben estar muy enojadas con nosotros. Nos sentamos en una mesa y luego, cada uno se va a su clase. Aun que me perdí un poco, ¿Por que era tan grande esta escuela? Bueno, por eso llegue tarde y me tuve que sentar al lado de la niña rica.
El sonido de la mochila al caer en el suelo, la hace salir de sus pensamientos, se voltea hacia mi y me mira con mala cara. Yo me siento a su lado con una sonrisa.
Me encanta molestar y más a ella.
—¿Justo aquí?, ¿De enserio, Liam? —me pregunta en lo bajo para que el profesor no escuche.
—No hay otro lugar vacio niña rica—pone los ojos en blanco y me ignora.
Le presto atención a toda la clase, pero la rubia de al lado no. Le tocó el hombro, cuando el profesor le hace una pregunta. ¿Que tanto piensa? Si yo tuviera dinero, ni siquiera pensaría en algo. Solo me preocuparía no poder bañarme en dinero.
—¿Que pasó? —me pregunta en un susurro y no se da cuenta que tiene al profesor Harrison al frente de nuestro banco.
—¡Señorita Bonnet! —la regaña el profesor.
—Perdón profesor, le prometo que esto no volverá a pasar—le dice rápidamente, y se volteo a verme y yo solo sonrió.