Una Gota de Amor

XV. Una niña rica.

Liam Leroy.

Era un horrible dia. El sol ya te daba calor y eso significaba que volvería el verano y yo odiaba el verano. Significaba, socializar, porque el verano es genial, (noten el sarcasmo). En fin, esa misma mañana, osea, ahora. Me levanto del sofá y la cabeza no deja de palpitar, y mi cuerpo ruega la maldita droga, no la quiero tomar.

Kevin se acerca a mi y me observa.

—¿Sabes a quien encontre el otro dia en la calle? —dice con una sonrisa.

—¿A quien? —pregunto obligado, porque en realidad, no me importaba.

Solo pensaba en esa rubia perfecta y millonaria. Sus labios, su cuerpo y...

—A tu padre.

Me tenso ante su mención.

—Ese hombre no es mi padre—le contesto ya enojado.

El me abandono a los seis años, ahí encontre a Ale y Kev, ellos me dieron una familia, cosa que mi "padre", no.

Ale se levanta y se acerca a Kev, le susurra algo en el oído y su cara cambia a preocupación y asombro.

—¿Que pasa? —pregunto queriendo saber que rayos le dijo Alejandro.

—Es Daphne—dice en corto Kev y nada más con eso, agarro mi sudadera y salimos los tres hacia la escuela.

Iba conduciendo yo, así llegábamos más rápido. Lo que había pasado era que, Chloé llamó a Ale diciéndole si luego, le podía pasar la tarea porque ella no iba a poder ir, ya que Daphne había tenido un problema.

Se suponía que ella me tenía que decir si me había elegido a mí o a Alex. Yo ya sabía la respuesta y seguramente, lo elegía a el. Mi padre no me eligió a mí, ¿Por que lo haría una rubia perfecta?

Cuando por fin llegamos, bajamos corriendo, pero había un problema, ¿Donde estaban? Buscamos en el baño, en salones, en el campus, gradas y no estaban, hasta que Kev las encontro, estaban en el clóset del conserje.

Los tres esperamos afuera, pero cuando vimos que no iban a salir de allí, impaciente, yo entre. Ví a la rubia quebrada, ya no era perfecta, llorando alrededor de los brazos de sus amigas.

Mis ojos se encuentran con sus ojos negros con lágrimas.

—¿Nos dejan solos? —les pido y ellas le preguntan a Daph, y esta asiente.

Las amigas se van y el silencio reina. Me siento a su lado.

¿Quien le hizo tanto daño a mi niña?

Sus ojos con lágrimas, su labio tiembla al igual que su cuerpo y no veo su sonrisa, le arrancaron su hermosa sonrisa. Quiere hablar pero no puede.

—¿Quien te hizo esto? —pregunto en un susurro, tratando de que no se note que estoy súper cabreado y que tengo ganas de destruir a la persona que le hizo esto.

Ella traga saliva y toma aire, tratando de hablar.

—Aun no v-viste el video... —trata de no seguir llorando, pero le es imposible—. F-fue... Fue Alex... Alex hizo e-esto...

Apoya su frente en mi brazo y llora. Me muerdo la lengua para no ir por ese idiota y pegarle.

Yo no había visto el maldito video, pero ya me imaginaba de que trataba.

Ella llora y no para. Su mundo perfecto se está destruyendo, todo lo que tanto le costó construir, llegó un chico y lo arruino, arruino su mundo perfecto, y yo no podía permitirlo, no mientras tenga vida.

Ella era una niña rica, claro que si, pero era mi niña rica, mi rubia perfecta, y nadie la iba a lastimar.

Me levanto rápidamente y salgo del clóset del conserje, ella me persigue. Cuando salgo del cuarto, los que estaban esperando fuera, se levantan y me observan a mi y a Daph.

Alex era un hombre muerto.

Kev se acerca a mi.

—Antes de que hagas algo estúpido...

—Lo único estúpido aquí, seré yo si no hago nada—lo corto en seco y voy caminando por el pasillo, listo para dar un puñetazo a Alex.

Mis amigos y las tres chicas me persiguen y tratan de hacerme cambiar de parecer, pero nadie puede.

Porque si el puede dañarla, ¿Por que yo no a el?

Para mi suerte, el timbre suena, todos salen de sus aulas y yo voy directo a Alex y le pego. El no se lo esperaba, así que perdió el equilibrio y se cayó.

Ya todos formaron una ronda alrededor nuestro, pero no me importa, yo le pego en la cara, para que cada vez que se vea en el espejo se arrepienta de haberle echo daño a Daph.

Ale y Kev vienen y tratan de alejarme pero me niego y le sigo pegando. El muy idiota solo me pega una vez, seguro que nunca estuvo en una pelea. Escucho gritos mezclados, el llanto de Daphne, a mis mejores amigos acercándose a mi e inyectandome algo en el cuello que hace que todo se vuelva oscuro.

——————————⬤——————————

Despierto en mi... ¿Casa? Si, estoy en el sofá que yo siempre duermo. Me siento y miro alrededor. Me duele mucho la cabeza, ¿Que hora es o que día?

Veo borroso, pero alguien se acerca a mi con una sonrisa. Tiene el pelo corto, medias rojas, al igual que su falda corta y su chaqueta de lana o su boina. Y tiene lentes naranjas. Es Chloé.

—Al fin despiertas—agarra un vaso de agua y me lo da, enserio lo necesitaba—. Hola.

—¿Que día es? —le pregunto dejando el vaso en la mesa y ella se sienta a mi lado.

—Wow, esa inyección si que es fuerte—dice en lo bajo, me mira y sonríe—. Es un día después de la pelea.

—¿Que paso?, ¿Y Daphne?

—Daph esta bien, esta descansando en casa y lo que pasó, fue que cuando casi matas a Alex, Ale y Kev te inyectaron una inyección...

—¿Daph lo sabe? —pregunto en un susurro, pero ella entiende.

—Si, los chicos nos han tenido que explicar todo, Liam, nos estuvimos turnando, para que cuando despertaras, alguien te explicara todo, esa fui yo, Daph quería estar todo el tiempo y lo estuvo, pero, le dije que se fuera a su casa a duchar y ella dijo que al rato volvería...—suspira y yo la escucho, no puedo creer que todos sepan de mi enfermedad—. No ha ido a clases y tampoco creo que lo haga.

—¿Ella me odia, cierto? —pregunto con una sonrisa triste.

No quiero que ella me odie. Soy un idiota con ella pero no se como comportarme con los sentimientos que me hace sentir la rubia.

—No es a mi quien me tienes que preguntar eso, Liam—me contesta y se levanta para ir por unas porciones de pizza fría, me las sirve y me las dejan enfrente mio—. Come.




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