Daphne Bonnet.
Hoy la casa la tenía para mi sola, mi familia se había ido a una cena y yo no había querido ir, mis amigas no podían venir, así que invite a Liam, ese imperfecto idiota sexy.
Estábamos acostados en mi cama viendo una de las películas de Harry Potter, el las miraba atento y no podía mentir, eso me encantaba de el, que le preste atención a las cosas que me gustan.
Me acuesto encima de el haciendo que quede muy poco espacio entre nuestras bocas.
Una de las razones por las que lo había invitado eran dos, la primera era que estaba aburrida y quería verlo y la segunda era que, Aye me había hecho una pregunta sobre ellos y esa misma pregunta no salía de mi cabeza. Aun recuerdo la conversación:
—Hola—la salude cuando abri la puerta de mi casa—. ¿Que pasa?
—Hay una duda que tengo y no consigo respuesta—ella entró y se sentó en el sofá, yo la acompañe—. ¿Por que los chicos nos empezaron a hablar tanto?, ¿Con que razón?
Rode los ojos en forma de cero importancia.
—Eso no importa, Aye, todo está bien ahora—le dije aunque un rato después, también me lo empecé a preguntar.
Sin miedo a la respuesta, le pregunto.
—¿Que los hizo cambiar de parecer? —le pregunto, el enseguida entiende, Aye me había dicho que también había hablado con el, pero no le respondió nada.
—Porque... Mira, no se, a Alejandro le empezó a interesar Chloé y supongo que eso nos unió—contesta como si fuera lo más simple del mundo.
—No, yo se que hay otra razón—le digo separandome de el.
—Daphne, no hay otra razo...
—Joder, claro que si la hay. Solo que no se cual es—digo cansada. Estábamos parados uno en frente del otro mirandonos y lo peor de todo es que solo veía indiferencia en sus ojos—. ¿Por que te acercaste? ¡Mirame! ¡Soy un defecto, no soy perfecta! ¿Por que alguien me querría? —le digo con lágrimas corriendo por mis mejillas, el intenta acercarse pero yo no lo dejo—. ¿Por que me querrías tú? ¡Cual es la jodida razón Liam!
Creo que ya no sólo me importaba porque se habían acercado, si no que una parte de mi, quería saber porque alguien me querría, si ni mi propia madre me quiere, ¿Por que Liam lo haría?
—Daphne, no hay una puta razón—sigue diciendo el. Y como si un foco dentro de mi cabeza se encendiera, me doy cuenta. Ellos querían nuestra plata, nos iban a robar.
—¿Se acercaron por el dinero? —le pregunto con un nudo en la garganta. El solo aparta la mirada. Claro que era por la plata—. Liam, mírame... —le digo y me acerco a el—. ¿Tu en el fondo de tu oscuro corazón, me quieres?
La palabra te amo o te quiero tiene un significado fuerte y valioso, no se lo puedes decir a cualquiera, yo no conocía esa palabra por parte de mi familia, para ellos yo no era perfecta, mis amigas obviamente me querían, y antes Connor me había enseñando lo que era querer a una persona, pero luego se fue y quede sola pero a la vez, rodeada de personas. Lo peor de todo es que yo pensé que Liam me amaba, pero no puedes amar o querer si nunca te lo han demostrado que es eso.
—¿Sabes? Yo creí que me amabas, ¡Pero solo querías el maldito dinero!
—Daphne, solo dejame que te lo explique—se intenta acercar otra vez pero no lo dejó.
—¡Ya alejate de mi! —no me importan las lágrimas, solo quiero ir con mis mejores amigas y contarles para que se alejen de ellos—¡Alejate de mi y no vuelvas, me haces daño! —rompo el llanto y el solo observa con indiferencia.
Suspira cansado y agarra su sudadera.
—Me alejas y ni siquiera sabes la verdad.
—Claro que la se, ustedes se acercaron por el dinero y tu nunca me quisiste de verdad—le respondo con un nudo en la garganta.
No se como es que aún sigo de pie y hablando, pero lo hacia.
—¡Tu eres la culpable! —levanta la voz y me señala—¡Tu me empezaste a hablar y solo para olvidarte de Connor! Es fácil culparme cuando no estas de mi lado.
—No, eso no es cierto, yo no estuve contigo para olvidar a Con...
—Y yo no estuve contigo por la el dinero, Daphne.
—Si lo hiciste, no se de quien fue la idea pero lo hicieron por eso—estoy agitada, tengo un nudo en la garganta y las lágrimas no paran de caer—. Yo se tu no me quieres y por eso siempre me intentabas alejar.
—¡Te intentaba alejar porque sabía cómo acabaría esto! No sirvo para las relaciones, nadie me quiere, nunca tuve un padre como tu.
—Mi padre no...
—Yo no tuve una torta en cada cumpleaños, yo no tuve una familia o alguien que me enseñara a andar en bicicleta, pero tu sí, a ti te dieron todo y no lo apreciaste, yo tuve que hacerme la torta de cumpleaños, yo tuve que darme amor propio porque mi madre y padre no estaban ahí para darmelo, yo tuve que aprender a andar en bicicleta y sanar mi heridas ¡Porque no tenía a nadie a mi lado que me cuidara! Estaba solo y tu nunca entenderás ese sentimiento.
Acto seguido, su mano toca la manija dorada de mi puerta blanca e intenta irse pero no lo dejo, ya qué está conversación aún no termina.
—Claro que entiendo ese sentimiento, Liam, ¿Sabes lo horrible que es vivir con el miedo de no ser lo suficientemente perfecta para tus padres? —hablo en lo bajo, mi garganta duele—. Nunca soy buena para ellos y pensé por un momento, que para ti si y que te habías enamorado de mi aún sabido todos mis defectos, aún sabiendo que tengo el maldito complejo de que sea todo perfecto, pensé que te habías enamorado de mí, pero fui muy ingenua, porque tu no tienes sentimientos, no conoces el amor, es algo que nunca me vas a poder dar.
—Daphne, debes creerme cuando te digo que yo no me acerque por el dinero—dice ya me tranquilo y en un tono sereno—, y tienes razón, yo no se lo que es el amor o familia porque nunca tuve, yo no se amar o ser querido, pero tu tampoco lo sabes.
—No puedo hacer como si nada pasará Liam, necesito que me contestes la pregunta, ¿Quién tuvo la idea de acercarse por la plata? —le pregunto y me limpió un poco las lágrimas que aún caían.