Se acerca la mañana y no logro obtener descanso, la mente ya cansada de tanto pensar, los pocos minutos que dormí fueron de pesadillas; sólo soñé con ella.
Ya empieza a esclarecer, intentaré dormir una vez más; me hundo en un delicado sueño como si me hundiera en las aguas del mar. Los pensamientos: ¡tú! aún continúas en mi mente, pero parece que dormiré. Mi corazón late suave, relajado y ya los ojos e cerrado.
Pesadillas me rodean, de nuevo tú en mis sueños y te observo con tu nuevo dueño, mientras yo a lo lejos quedo llorando.
El corazón se me acelera, sudo en mi cama; y aquel grito sale de mí: “¡No! no puedo dormir por ti".
Llega la mañana y aún no he logrado dormir, ni descansar nada.
Saldré a la calle, sonreiré y como si nada hubiera pasado estaré y dejaré que la noche vuelva a llegar para mi sueño y me descanso perturbar, sólo porque tú no volverás.