Después de todo el caos con Basilio y las entidades sobrenaturales, las cosas finalmente comenzaron a calmarse. Ricardo, Alex y Valeria, junto con su inesperado compañero demoníaco, estaban disfrutando de un momento de paz en sus vidas. El otoño había llegado a la Ciudad de México, trayendo consigo tardes frescas, cafés en las terrazas y caminatas bajo los árboles cuyas hojas comenzaban a teñirse de dorado.
Escena: Una tarde en el café
Ricardo, Alex, Valeria y Basilio decidieron que era hora de un descanso merecido después de tanta tensión. Se reunieron en una cafetería en la colonia Roma, un lugar encantador con mesas al aire libre, cafés aromáticos y una vibra relajada. El sol de la tarde bañaba las calles con una luz cálida, y el bullicio de la ciudad parecía más distante, como si todos los problemas hubieran quedado atrás.
Ricardo (mientras removía su capuchino): "¿Alguien más siente que hemos pasado de una película de terror a una comedia romántica?"
Valeria (riendo mientras hojeaba una revista de moda): "¡Totalmente! Pero, sinceramente, creo que nos lo merecemos. Entre demonios, marcas extrañas y pesadillas, ya era hora de un poco de normalidad. Aunque claro, nunca pensé que diría esto con un demonio sentado a mi lado."
Basilio (en su forma más humana, sorbiendo con torpeza su frappé): "¡Oigan! Yo también necesito un descanso. ¿No tienen idea de lo estresante que fue todo para mí? Tratar de no arruinar más cosas fue agotador."
Alex (con una sonrisa): "Sí, Basilio, lo sabemos. Has sido un verdadero desastre... pero al menos eres nuestro desastre."
Ricardo sonrió, disfrutando del ambiente relajado. La normalidad tenía un sabor dulce, y las pequeñas cosas parecían brillar ahora que todo el drama había pasado. Pero en su mente, había algo más. Alex.
Escena: Un Conflicto Interno
Desde el momento en que todo se había calmado, Ricardo había comenzado a sentir algo que no podía negar. Alex y él habían compartido tantos momentos intensos que ahora, en la calma, las emociones estaban a flor de piel. Pero, ¿cómo iba a decirle algo? ¿Y si solo eran amigos, y él estaba confundiendo las señales?
Ricardo (hablando consigo mismo, mirando a Alex): "¿Es solo mi imaginación o me está sonriendo más de lo normal?"
Alex (levantando la vista y sonriendo): "¿Qué tanto miras, Ricardo? Estás muy callado hoy."
Ricardo se sonrojó de inmediato.
Ricardo (disimulando): "Ah, nada. Estaba pensando en lo tranquila que está la ciudad hoy. Es raro."
Valeria (mirando con astucia): "Sí, claro. Tranquilidad... ¿o alguien está pensando en algo más que tranquilidad?"
Ricardo le lanzó una mirada que decía "¡cállate!", pero Valeria no se dejó intimidar. Ella siempre había tenido una habilidad especial para leer las emociones de la gente, y había notado desde hacía tiempo que entre Ricardo y Alex había algo más que amistad.
Basilio (comiendo un pastelito con total indiferencia a la tensión): "¿De qué hablan? ¿Qué está pasando? ¿Me perdí algo?"
Valeria (susurrando a Basilio): "Shhh, estamos en medio de algo interesante."
Escena: Un Paseo por la Ciudad
Después del café, decidieron dar un paseo por el parque México. El aire fresco de la tarde era perfecto, y la ciudad parecía brillar con esa energía vibrante y despreocupada que solo el otoño en la ciudad podía ofrecer. Basilio, aún maravillado por las pequeñas cosas del mundo humano, estaba más feliz que nunca. Mientras tanto, Alex y Ricardo caminaban un poco detrás del grupo.
Alex (mirando a Ricardo): "Oye, he estado pensando… después de todo lo que hemos pasado juntos, tal vez deberíamos tomarnos un tiempo para hacer algo más relajado, ¿no crees? Algo solo para nosotros."
Ricardo sintió cómo su corazón se aceleraba. ¿Esto era lo que él creía que era?
Ricardo (tratando de no sonar nervioso): "¿Algo como qué?"
Alex (sonriendo con picardía): "No sé, podríamos salir a cenar o ver una película. Algo casual. ¿Qué dices?"
Ricardo no podía creer lo que estaba oyendo. ¿Era una cita? Claro, Alex lo había dicho de manera casual, pero no podía evitar emocionarse.
Ricardo: "Me parece una excelente idea. ¿Este fin de semana?"
Alex (guiñando un ojo): "Perfecto. Está decidido."
Mientras caminaban juntos, Ricardo no pudo evitar sonreír. Tal vez las cosas estaban volviendo a la normalidad, pero eso no significaba que el romance no pudiera florecer entre las hojas caídas del otoño.
Escena Final: Preparativos para la "Cita"
De vuelta en su departamento, Ricardo empezó a preocuparse por la "cita" con Alex. ¿Qué debía ponerse? ¿Era realmente una cita, o solo una salida entre amigos? Valeria estaba sentada en el sofá observando cómo Ricardo revolvía todo su armario en busca de algo que le hiciera sentir confiado.
Valeria (riendo): "¡Relájate! Ni siquiera es oficial que sea una cita. Pero, si lo fuera, te recomiendo que dejes de pensar tanto. Solo sé tú mismo."
Ricardo (suspirando mientras sostiene dos camisas): "¡Es que no sé qué hacer! ¿Qué tal si lo arruino? ¿Y si no es una cita y me estoy haciendo ilusiones?"
Valeria (sonriendo con complicidad): "Mira, a veces hay que arriesgarse un poco. Si hay algo entre ustedes, no va a importar qué camisa uses. Además, Alex parece bastante interesado, así que deja que las cosas fluyan."
Ricardo se dejó caer en la cama, agotado de tanto pensar.
Ricardo: "Tienes razón. Voy a dejar de preocuparme. Al fin y al cabo, si algo va a pasar, pasará."
Valeria: "Exacto. Y si no, siempre puedes culpar a Basilio por cualquier cosa rara que pase."