Durante los siguientes días, la "guerra" de géneros comenzó a tomar forma. Cada equipo –los hombres y las mujeres– decidió que la competición consistiría en organizar dos eventos: una fiesta épica y una campaña benéfica para recaudar fondos para una causa local.
Valeria se había aliado con un grupo de amigas que eran igualmente entusiastas por la idea de demostrar que las mujeres podían organizar la mejor fiesta del año, mientras que Alex y Ricardo llamaron a algunos amigos para ayudarlos a planificar algo que, según ellos, sería "legendario".
Ambos bandos estaban seguros de que ganarían, pero las cosas no iban a ser tan simples. Como suele ocurrir en la vida, los malentendidos y las sorpresas estaban a la vuelta de la esquina.
Escena: Preparativos para la Fiesta
El equipo de Alex y Ricardo se reunió en el departamento de Ricardo para planear la fiesta. La charla rápidamente se desvió hacia cosas más triviales, como qué música poner y qué tipo de comida servir.
Alex (confiado): "La clave de una buena fiesta es tener la mejor música y suficiente alcohol. Eso es lo único que importa."
Ricardo (mirando las notas que había tomado): "Bueno, sí, pero ¿qué pasa con la decoración? Valeria y sus amigas van a poner todo su esfuerzo en eso. No podemos quedarnos atrás."
Pedro, uno de sus amigos, intervino: "¿Decoración? Bah, la gente solo se preocupa por la música y la diversión. Además, no necesitamos complicarnos la vida con detalles."
Mientras tanto, en el lado de las chicas, Valeria y su equipo estaban obsesionadas con los pequeños detalles. Desde el tipo de luces hasta la combinación de colores de los manteles, todo tenía que ser perfecto.
Valeria (concentrada en su lista): "Si vamos a hacer esto, lo haremos bien. Todo tiene que ser coordinado. Y por supuesto, la comida será gourmet, nada de papas fritas y pizzas baratas como seguramente harán los chicos."
El Día de la Fiesta
Llegó el gran día y, como era de esperarse, ambos eventos fueron un reflejo de los estilos de cada grupo. La fiesta de los chicos era un caos divertido, llena de música alta, tragos y bailes desenfrenados. Sin embargo, había olvidado algunos detalles importantes, como suficientes sillas para los invitados y una mesa decente para la comida.
Por otro lado, la fiesta de las chicas era impecable, con una decoración deslumbrante, comida deliciosa y un ambiente relajado... aunque un poco formal para lo que algunos esperaban de una fiesta.
Escena: El Veredicto
Al final, ambos grupos se dieron cuenta de algo importante: las diferencias entre hombres y mujeres no hacían a un género mejor que el otro. Ambos eventos fueron un éxito a su manera, y lo que realmente importaba era el esfuerzo y la diversión que habían compartido.