Liam despertaba feliz de su reparadora noche de sueño, fuera de su rutina normal, esta vez no tenía que preocuparse por preparar ningún caladero ni alistar libros sobre plantas extrañas. Se levanto de la cama y bajo a la cocina, en donde lo esperaba su familia, habitualmente su padre estaba preparando el desayuno mientras su madre le ayudaba
-buenos días hijo – le saludo su padre
-hola – contesto bostezando
-dormiste bien hijo? – pregunto su madre
-sí, ah, te ayudo con el desayuno papá? – pregunto Liam
-ah, claro, mientras yo limpiare la meza – Liam se acercó a la cocina y termino de preparar el desayuno, que estuvo listo en no más de cinco minutos, cosa que sorprendió a su padre
-bien, todo listo – dijo su madre con toda la familia sentada ya – empecemos
-hm… entonces que cosas aprendiste en la es… - su padre se detuvo un momento a mirar su desayuno – Liam… este desayuno…
-que le pusiste? – dijo Tom con un tocino en su boca
-pues… lo normal – contesto tranquilamente y tomo un sorbo de jugo de naranja
-esta… delicioso! – dijeron su padre y su hermano al mismo tiempo
-ah, gracias jaja – dijo Liam apenado recordando su año en Hogwarts
-si les enseñan a cocinar así ya tengo una razón más para ir – dijo Tom llenándose la boca
Liam y su madre rieron un poco y continuaron desayunando. Parecía que Liam tenía mucho que contar a su familia.