Una huella en la oscuridad

Capítulo 26: Alek

No puedo creer en lo que está diciendo Erihanne. Es imposible que mi hermana tenga magia oscura. No, no puede ser. Ella no puede tener ese tipo de magia tan siniestra. Tan horrible. La misma que mató a nuestros padres. Estoy empezando a perder los nervios. No me creo que esto esté pasando. No a ella. Debería haber estado con ella. Debería haberla protegido como no pude proteger a mis padres. Siento que la historia se vuelve a repetir. No quiero perderla a ella también. No lo soportaría.

—¡Tiene que ser un error! ¡Ella no puede tener magia oscura! —digo dejándome llevar por la ansiedad.

La hechicera niega con la cabeza y no dice nada más. Doy varios pasos de un lado a otro, nervioso. Observo como Claudine intenta calmar a Naja al otro lado de la casa. Parece estar aterrada, no deja de temblar y su cara está más pálida. No la veía así desde que era pequeña, cuando le daba miedo estar en la oscuridad de la noche. Ella no se merece pasar por esto. Y siento que es por mi culpa.

—Eres una hechicera, ¿No puedes hacer nada para sacar esa magia de ella? ¡Ya lo hiciste una vez!

—No es lo mismo. Aquella vez la hechizaron, la magia oscura estaba en su cabeza, por eso pude sacársela —empieza a decir con voz calmada—. Pero ahora es diferente. Ahora esa magia forma parte de ella. Es imposible quitarle la magia a alguien a no ser que el propio maagilyn que se la dio lo haga. Pero me temo que eso no podrá ser por ahora.

Bajo la vista al suelo. He estado toda la vida intentando proteger a Naja de cualquier peligro, de cualquier cosa que pudiera hacerle daño. Ahora siento que le he fallado, no he podido salvarla de las garras de Eraxium. Juro por los dioses que ese hechicero oscuro me las va a pagar muy caro. Estoy deseando tenerlo cara a cara para darle su merecido por haberle hecho esto a mi hermana.

Noto como Erihanne pone una mano sobre mi hombro.

—No es el fin del mundo, por mucha magia oscura que tenga seguirá siendo ella. Y cuando recuperéis la gema todo volverá a ser como antes —me dice con una sonrisa.

Suspiro intentando recuperar la calma y sonrío.

—Sí… Supongo que tienes razón.

—Bien. Ahora ve con ella. Te necesita a ti y a vuestros amigos en este momento.

Asiento y me despido de ella. Salimos de la casa para ir junto a los demás, que nos están esperando fuera con un aire de nerviosismo. En cuanto nos ven se acercan rápidamente hasta nosotros. El primero en hablar es Ray, que parece más nervioso que nunca.

—¿Qué es lo que le pasa a Naja? —pregunta.

Naja mira al suelo, aún incapaz de hablar y yo la abrazo con cariño. Claudine es la que habla en su lugar.

—Al parecer Naja ahora tiene… magia oscura…

Todos se quedan en silencio, seguramente sorprendidos y asustados por la noticia. Mi hermana empieza a llorar como si su vida se hubiese derrumbado e inmediatamente Ray la abraza con fuerza.

—Oh no… —dice Shunaxx llevándose una mano a la boca.

—¡¿Pero cómo...?! —pregunta Lucas sorprendido.

—La gema del rey… —intuye entonces Oshan.

Asiento y les explico lo que Erihanne me ha dicho hace un momento. Vuelve a crearse un silencio, cada uno perdido en sus pensamientos. A Naja es a la que le debe de estar costando más asimilar todo esto. Sus pensamientos tienen que ser un caos en este momento. Me gustaría poder hacer algo para ayudarla.

—Entonces… ¿Es no se le puede quitar esa magia? —dice Ray cada vez más preocupado.

—No hasta que el Rey Maagilyn recupere su gema.

—Entonces solo tenemos que ir a la Torre Oscura, arrebatarle la gema a Eraxium y devolvérsela —dice Lucas entusiasmado de repente.

—¿Solo? No lo digas como si fuese algo tan fácil, idiota —le responde Alexa golpeándole en la cabeza—. Sigue siendo una misión muy difícil y peligrosa. No sé que es lo que haremos cuando lleguemos.

—Ya se nos ocurrirá algo, no hace falta que nos enfrentemos a toda la torre. Solo basta con vencer a Eraxium —digo con un aire decidido—. Pasado mañana partiremos hacia Sikar. Recordad que tenéis que estar preparados para el frío, allí no hace tan buen clima como aquí.

 

Después de decir eso me marcho para aclarar mis ideas. Todo este asunto me ha hecho recordar a mis padres y el día en que murieron a manos de aquel hechicero oscuro. Aún les quedaba tantas cosas que hacer, tantas aventuras que vivir...Tantas cosas que enseñarnos a mí y mi hermana. Todavía recuerdo lo felices que se veían cuando Naja nació o cuando hablaban sobre las múltiples aventuras que tuvieron antes de que yo naciese. Me gustaba jugar con sus dos grandes lobos grises y dormir junto a ellos.

Me duele el pensar en que no han podido vernos crecer a ninguno. Ahora ya ni siquiera recuerdo como eran sus voces ni su forma de hablar y sus rostros empiezan a ser borrosos. Los echo tanto de menos… Daría lo que fuese para que volviesen a estar junto a nosotros. Para que Naja pudiera conocerlos

Pero eso ya no podrá pasar nunca.

 

***

 

He acabado volviendo a la posada donde estamos pasando las noches. Lucas también está aquí y le ha pedido unas bebidas al posadero. No suelo beber alcohol pero creo que hoy lo necesito más que nunca. Me alegro de que Naja se haya ido a dormir, no me gustaría que me viera así. Parece que ha pasado el día junto a sus amigos.

Paso un par de horas charlando con Lucas y finalmente hemos acabado hablando sobre los problemas amorosos de mi mejor amigo. Él ha bebido más que yo y parece que empieza a hacerle efecto, puedo verlo solo escuchando la forma en la que habla.

—Da igual a cuántas chicas conozca, ninguna es como Alexa —dice con la cabeza sobre la mesa—. La quiero a ella. Quiero que se fije en mí, ¿por qué no se fija nunca en mí?

—Puedo decirte una lista llena de razones.

—¿Por qué eres tan cruel? —dice mientras se levanta torpemente—. Me voy a dormir.



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En el texto hay: amor, amistad, fantasia magia

Editado: 08.12.2020

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