Llegamos a Sikar más pronto de lo que pensaba. Ahora frente a nosotros se extiende un paisaje blanco y lleno de árboles nevados. Es la primera vez que estoy en Sikar y me parece un lugar precioso. En mi aldea solía nevar en invierno pero nunca se formaba tanta nieve como aquí.
Aunque todo me parezca maravilloso, la situación en la que estamos no me deja disfrutarlo tanto como me gustaría. No puedo dejar de pensar en que Naja se haya ido con Erazium a la Torre Oscura. No sé en qué momento Eraxium fue a verla.
Probablemente fue cuando le grité después de que hiriera a Shunaxx. ¿Significa eso que todo esto ha pasado por mi culpa? Si no le hubiera gritado no se habría ido...Y Eraxium no habría tenido la oportunidad de pillarla sola. Y no se la habría llevado con ella. Ahora estaría aquí con nosotros…
—Oshan —me llama Shunaxx mirándome con preocupación—. ¿Estás bien?
—Sí —digo mientras trato de apartar esos pensamientos de mi mente—. Solo estoy preocupado.
—Yo también. —Entrelaza sus dedos con los míos y apoya su cabeza en mi hombro. Su mano está cálida al contrario que la mía—. Pero tenemos que confiar en lo que le dijo a Naja a Ray. Si es verdad lo que le dijo Eraxium no les harán daño a ninguna.
—No confío en Eraxium.
—Allí también estará ese hechicero, Hedeom. No creo que él sea malo a pesar de lo que es, Oshan.
Yo tampoco pienso que ese hechicero sea mala persona, lo ha demostrado por como se comportado conmigo o incluso con el maestro Elibeus. Pero en esa Torre también estarán los otros dos, y muchos otros hechiceros más que ni siquiera conozco y que podrían ser peligrosos.
Suspiro y mi pareja se pone de puntillas para besar mi mejilla. Su gesto me causa mucha ternura y siento la necesidad de abrazarlo. Me obligo a dejar de pensar en cosas horribles que podrían pasar.
Miro hacia el frente mientras caminamos hacia la ciudad de Sikar. Cada cual va a lo suyo. Alek y Claudine van por delante, cada uno sumido en sus propios pensamientos; Lucas y Alexa están conversando a su lado, aunque más bien es Lucas el que habla ya que Alexa solo lo está ignorando y Ray camina delante de nosotros en un silencio.
Puedo saber que está pensando en ella. Estoy seguro de que estará muy preocupado. Todos lo estamos. Desde que viajo junto a ellos nunca había habido tanto silencio en el grupo. Siempre solían hablar, casi siempre todos a la vez. Cada uno teniendo una conversación distinta. Ahora el único que está hablando es Lucas que parece intentar que romper ese silencio que se ha formado a nuestro alrededor.
Shunaxx toma a Shera entre sus brazos cuando ésta cae dentro de un montón de nieve. Ella se sacude rápidamente el pelaje, salpicándonos con pequeños copos de nieve que se pegan a nuestras capas.
—¿Cuánto falta para llegar? —e dice de repente Shunaxx a Alek mientras va junto a él.
—No debe faltar mucho —contesta él de una forma más brusca de lo normal. No ha estado de buen humor desde que Ray le dio la noticia.
Entonces un copo de nieve me cae en el brazo. Y luego otros dos más. Miro al cielo para ver como unas nubes negras se van acercando, tapando el sol que hasta hace poco brillaba sobre nosotros.
Parece que viene una tormenta de nieve.
—¡Está nevando! —dice Shunaxx, entusiasmado de pronto. Creo que nunca ha visto nevar.
—Sí, y será mejor que nos demos prisa en llegar a la aldea si no queremos que nos pille esa tormenta. —dice Alek quitándole la emoción del rostro.
Aceleramos el paso todo lo podemos pero al poco tiempo, a pesar de nuestro esfuerzo de darnos prisa, empieza a nevar con más fuerza. Comienza a hacer más frío y cada vez se hace más difícil ver lo que hay más allá de nosotros. Tomo a Shadow entre mis brazos y lo envuelvo con mi capa para darle calor y para que no se pierda.
Un viento gélido nos empuja hacia atrás y cada vez nos cuesta más caminar. Miro a los demás con esfuerzo, con una mano frente a los ojos para que no me caiga nieve dentro. Todos parecen estar muy cansados y sus caras están enrojecidas por el frío. Y creo que todos tenemos la impresión de que estamos perdidos. Alek se ha parado y mira a su alrededor, sin saber por donde ir a continuación. La nieve y el viento no nos dejan ver que hay más allá. Todo parece igual.
Intento usar mi magia de agua para apartar la nieve. Pero es imposible. Una tormenta es demasiado fuerte para mí. No puedo hacer nada. Finalmente dejo caer los brazos, agotado. No sé que vamos a hacer ahora.
Doy vueltas sobre mí mismo intentando ver alguna cueva cercana donde resguardarnos. Pero sigo sin ver absolutamente nada más allá de nosotros. Veo como todos los demás tiemblan de frío. Todos abrazan a sus animales para que entren en calor. Shunaxx se abraza a mí y noto como tiembla. Lo rodeo con el brazo que tengo libre.Todos nos acercamos los unos a los otros para darnos calor sin saber que otra cosa hacer.
Entonces en medio de la ventisca, a unos pasos más allá de nosotros, veo algo que llama mi atención: una especie de zorro blanco nos observa con unos ojos que parecen estar hechos de luz. Parece que ni el viento ni la nieve le afectan y un brillo dorado parece rodearlo.
Al principio pienso que la baja temperatura y el cansancio me estaban jugando una mala pasada, pero entonces veo como Shadow y todos los demás están mirando en la misma dirección, asombrados o confundidos.
Me pongo en pie con dificultad y ayudo a Shunaxx a levantarse. Los demás nos imitan y todos nos vamos acercando al zorro blanco. Creo que tanto yo como ellos sentimos que tenemos que ir junto a él. Éste empieza a caminar. Temo que acabe perdiéndose entre la nieve pero para nuestro alivio gira la cabeza para observarnos. Es como si quisiese guiarnos a algún lugar.
Pasan lo que parecen ser una hora interminable hasta que el zorro se para y se sienta en el suelo junto a alguien. Cuando subo la mirada veo a una mujer bastante alta con el cabello y la piel totalmente blanca, al igual que un largo vestido que llega hasta el suelo. Tiene los ojos de un color azul tan intenso y brillante que no parece ser los de una persona normal.