Una huella en la oscuridad

Capítulo 37: Naja

Me despierto con un estruendo muy cerca de mi habitación. Aliska también se ha despertado y se mantiene alerta con las orejas alzadas. Launeex también parece preocupada. Algo está pasando fuera, tengo que ir a ver que ocurre.

Me visto todo lo rápido que puedo y salgo al exterior. Corro por los pasillos de la Torre hasta llegar a un gran salón pero me choco con alguien que corría en dirección contraria. Me encuentro con los ojos negros de Akuro, que me mira con un terror que nunca había visto en él.

—¡Naja! Ven conmigo, por favor. ¡Eraxium está en peligro! —me dice rápidamente tomándome por los hombros.

Al ver que tardo en reaccionar tira de mi brazo antes de que pueda decir nada y me lleva a través de los pasillos y escaleras. Tropiezo varias veces pero consigo recomponerme rápidamente. Desde que salvé a su cuervo parece estar más amable conmigo. Pero no es el momento de pensar en eso

—¡¿Qué estáis haciendo ahí todavía?! ¡Tenemos que ayudar al maestro Eraxium!

—Launeex —dice Hedeom que está a su lado—. Tu padre ha venido, pero no está muy contento. Hay tres maagilyns más y han estado atacando a los alumnos. Te están buscando. Ahora están acorralando al maestro Eraxium. Creo que tu serás la única capaz de calmar a los maagilyns.

—¡Por favor! ¡Podrían matar a Eraxium! —dice Kala desesperada. Parece estar muy preocupada por él.

Launeex asiente y les seguimos hacia una especie de salón donde los cuatro hemos estado hablando y practicando estos días. Todos los alumnos observaban aterrorizados como tres maagilyns transformadoe en dragón dan vueltas alrededor de dos figuras.

Entonces lo veo.

Eraxiun se encuentra de rodillas en el suelo y frente a él hay otro maagilyn que no está transformado.

Un maagilyn azul oscuro con varias líneas negras zigzagueando alrededor de su cuerpo. Me fijo en sus ojos, negros como un abismo sin fin.

El rey maagilyn. El padre de Launeex. Sin pensar e ignorando la llamada de Hedeom y de Launeex corro hacia ellos rápidamente, colándome entre las patas de uno de los maagilyns. Me coloco entre Eraxium y el rey.

—¡Parad! ¡Él no tiene a vuestra hija!

Me llega la voz de Eraxium desde atrás, casi como un susurro.

—Naja…

Vuelvo la vista hacia él. Tiene los ojos llenos de lágrimas y una expresión que no se descifrar. Parece estar destrozado y abatido a pesar de no tener ninguna herida. No pensaba verlo así, desde siempre me ha parecido alguien poderoso e imperturbable. Pero ahora…

Ahora parece una persona totalmente diferente. La persona de ojos tristes que vi la primera vez que nos vimos.

—Vete de aquí. Es peligroso, Naja —me dice con una voz ronca.

<<Esto no va contigo, humana>>

Es uno de los maagilyns dragón el que me habla.

Todo pasa muy deprisa entonces. Veo como un dragón verde de ojos dorados levanta una de las garras. Veo como la garra viene hacia mi con demasiada velocidad. Mi mente se llena de imágenes que van pasando deprisa. Imágenes de toda mi vida. Imágenes de mi hermano, de Aliska, de la anciana, de mis amigos...De Ray.

Cierro los ojos con fuerza esperando la garra que ahora está justo encima de mí. Escucho el grito de Eraxium a mi espalda.

Y entonces escucho el gimoteo de un lobo muy cerca de mí. Abro los ojos rápidamente y siento como todo se derrumba a mi alrededor.

A pocos metros de mí veo a Aliska en el suelo con una enorme cicatriz en el costado, sangrando. Totalmente quieta y respirando con dificultad.

—¡Aliska!

Corro hacia ella todo lo rápido que puedo, entre lágrimas y casi tropezándome. Su respiración es débil. Demasiado débil.

Hedeom y los demás se acercan a mí rápidamente y observan a mi amiga con horror. Todoa se detienen a mi alrededor. Se que me están hablando. Pero yo no puedo hablar

No puedo hacerlo.

Aliska…

Se ha sacrificado para salvarme…



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En el texto hay: amor, amistad, fantasia magia

Editado: 08.12.2020

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