- PROLOGO -
—¡DIMITRI! — grito lo más alto posible, pero lo suficiente para que me escuchen, todos se giran mirándome, me acerco.
—¿Por qué me evades? — le pregunto un poco nerviosa de su respuesta, pero él no es el que responde.
— lo hace porque eres una idiota... mira por tu culpa perdimos una cantidad de dinero que ni te imaginas — dice sarcásticamente.
—¿dinero? — pregunto...