Una Jugada Del Destino [libro #01]

- CAPITULO 4 -

Lunes...

Me despierta un mensaje:

Dimitri:

-Espero que tengas un lindo día, no la pases tan mal sin mí. (emoji guiñando un ojo)

Yo:

-Lo intentare...

Dimitri:

-Se que lo aras, recuerda saca tu lado fuerte

Yo:

-Sabes que no lo tengo, ¿puedes venir en la tarde?

Me deja en leído

Aquí vamos de nuevo cambio de humor o solo no se dio cuenta del mensaje...

Esta semana va a ser muy pesada, por el simple hecho de que voy a estar sola, a pesar de que he pasado poco tiempo con Dimitri, me acostumbre a su presencia, a sus cambios de humor repentinos, a su sonrisa, a escuchar su voz diciéndome sumisa o al simple hecho de ver esos lindos ojos verdes... no sé qué me pasa, he estado 17 años sola, porque ahora me afecta esta sensación, solo ha sido una semana con él, solo una.

¿será que me gusta?... no creo he pasado muy poco tiempo con él es imposible, ¿es posible que me guste alguien en tan solo días? ¡AAAAHH ¡esto es frustrante, como me gustaría tener alguien con quien hablar, alguien que me explique lo que siento.

Mi madre abre la puerta —ya levántate llegaras tarde—

La miro — ya me levanto dame 5 minutos—

Mi mama me mira incrédula — levántate ya te conozco— mira al suelo y me vuelve a mirar — lo siento trate hablar con tu padre, pero no acepto que siguiéramos pagando la terapia—

JA hablaron o más bien pelearon — no te preocupes má, prometo ya no hacerlo— le digo levantándome de la cama.

—no se si creerte, pero solo te diré esto, lo vuelves a hacer y te enviare a un hospital psiquiátrico, no me importa si para hacerlo me tengo que divorciar de tu padre— tiene una cara seria, pero a la vez se le ve que le duele decirme esto.

Quedo boquiabierta — má lo juro, no lo volveré a cortarme — digo jadeando.

Sale de la habitación y cierra la puerta.

¡Vaya manera de empezar el día ¡ahora mi única medicina para calmar mi ansiedad me llevara al psiquiátrico, porque mi vida tiene que ser una mierda siempre, no puede haber por lo menos un día donde lo pase totalmente feliz o por lo menos que no me sienta tan mal conmigo misma.

-

He llegado al instituto, siento un nudo en mi pecho y estoy empezando a temblar por la ansiedad que me da quedarme sola, reviso mi celular y aun no responde. Mientras voy caminando al instituto veo que están entrenado, pero sé que él no estará ahí, así que sigo directo a mi casillero.

Al llegar noto que esta rayado con marcador, leo lo que dice:

Es tu culpa que Samara tenga el brazo roto, te vamos a hacer lo mismo a ti a ver si te gusta

Es en serio ahora todo el mundo me va a culpar de esto, para empezar, yo nunca he hecho algo para provocarla, pero claro como es de las populares, obviamente todos la van defender a ella, el problema es que no sé quién es la supuesta persona que me va romper el brazo, saco las cosas que necesito para la clase y me dirijo al aula.

Mientras camino, noto como todos me miran con desagrado, miedo y otros con cara de preocupación, en ese momento me pongo a pensar en la amenaza del casillero, veo como Samara viene caminando y detrás de ella viene un grupo de chicas, se detienen a 4 metros delante de mí.

—te doy 5 segundos para que corras ratoncito— me mira con maldad — uno— empieza a contar y antes de que diga otro número salgo a correr, estoy corriendo por todos los pasillos de arriba hacia abajo y en viceversa, pero me encuentro con una de las chicas, ella empieza a gritar llamando a las demás, salgo nuevamente a correr, mis piernas no pueden más, estoy muy agotada, pero como ángel que cae del cielo veo al director, salgo corriendo hacia él, alcanzó a gritar, pero mi grito se corta, una de las chicas consiguió atraparme, todas las demás se hacen en círculo, veo como Samara se acerca — buena carrera ratoncito— después de eso me pega una cachetada, en ese momento recuerdo "Se que lo aras, recuerda saca tu lado fuerte" las palabras de Dimitri me llegaron a la mente, como estoy inmovilizada lo único que se me ocurre hacer es gritar tan algo, para que cuando me callen la boca ya sea demasiado tarde, - ¡AAAAAAAHHHHHHH¡- grite con todas mis fuerzas, -cállate mata rata- dice Samara, mientras una de las chicas me ahorca.

—que está pasando— grita el director, Samara se queda perpleja, al parecer ella no lo había visto.

— señor director no está pasando nada— dice en un tono dulce, el director no le cree y se acerca.

—AYUD...— fue lo último que dije, antes de que mi vista se quedara en negro

Empiezo a escuchar a todos gritando y pidiendo ambulancias, mientras los maestros están al mi al rededor, no entiendo que está pasando, pero de nuevo todo queda en negro.

Martes...

2:00 PM




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