Una loca sorpresa

Capítulo 14: Dogan

Los votos de Lexy y Fox son sencillos y tiernos, con esa clase de romanticismo que conmueve sin necesidad de adornos. Los de mi hermano los escribí yo, basándome en lo que me confesó que sentía por Lexy. Al escucharlos en su voz, confirmo que quedaron justos para ellos.

Trato de no mirar hacia Viper porque sé que Charlotte la observa de reojo, aunque intente disimularlo. No es que nos haya sorprendido en algo indebido ni que sospeche la verdad, pero percibe algo extraño. Con Skyler no reaccionó así cuando hablé con ella, lo cual me confirma que su incomodidad va por otro lado.

Viper sonríe, una sonrisa que no es para mí. Cuando cruza la mirada conmigo parece molesta, como si la hubiera ofendido sin darme cuenta. Estoy casi seguro de que no fue así. Si bien la duda persiste.

Dirijo la vista hacia Charlotte. Su postura está rígida, los labios forman una sonrisa forzada. Tal vez todavía recuerde la forma en que le hablé en el pasillo. No estoy seguro de si es bueno que lo oculte o preocupante que no lo exprese.

Respiro hondo y decido concentrarme en lo que importa. Mi hermano y Lexy están cerrando sus votos frente a todos.

—Yo, Fox, te tomo a ti, Lexy, como mi esposa, para amarte, cuidarte, respetarte y serte fiel hasta que la muerte nos separe.

La playa guarda silencio, apenas interrumpido por el rumor de las olas y el murmullo lejano de algún invitado. Fox coloca el anillo, y Lexy sonríe emocionada mientras la brisa acaricia su cabello.

—Yo, Lexy, te tomo a ti, Fox, como mi esposo, para amarte, cuidarte y respetarte hasta que la muerte nos separe.

—¡Faltó la fidelidad! —exclama el amigo de Fox de pie a mi lado. Las risas llenan el lugar.

—Lo dejaré pasar porque ya estamos casados en realidad, y confío en que no será infiel —responde Fox entre carcajadas.

El oficiante aprovecha el ambiente distendido para declararlos marido y mujer.

Fox la rodea por la cintura y la besa, hasta que Archer interrumpe buscando llamar la atención de sus padres. Fox lo carga en brazos, los aplausos suben y el pequeño los saluda como si fueran todos para él.

Los recién casados caminan juntos con su hijo. Yo me dispongo a seguirlos, esperando que Viper me tome del brazo, pero Skyler aparece a mi lado y se enlaza conmigo. Viper, en cambio, se va con Dilan.

No digo nada. Avanzamos hacia la recepción. Charlotte no tarda en aparecer y lanza una mirada incómoda a Skyler, que permanece concentrada en los novios y no se da cuenta.

—¿Puedo llevarme a mi novio? —pregunta Charlotte con ironía.

Entonces Skyler la mira.

—Claro, es tuyo, no mío —responde sin alterarse. Luego me observa—. Aunque antes necesito un consejo masculino. ¿Crees que le gusto a Dilan o solo me mira mucho por alguna otra razón?

Sonrío, divertido por su franqueza.

—Creo que le gustas.

—No soy tan directa como Viper, aun así, quizás, debería serlo—sonríe—. Disculpen.

Se retira ligera, y Charlotte se aferra a mi brazo.

—Las amigas de Lexy son muy peculiares. Al menos Skyler es más ubicada. Viper fue grosera conmigo en el pasillo.

—Charlotte, escucha… —digo en voz baja y relamo mis labios—. Tienes que dejar de ver a las amigas de Lexy, o a cualquier mujer, como competencia. Un poco de celos puede ser normal, demasiados terminan sofocando.

Ella baja la mirada.

—Lo sé… lo siento. Es que te amo mucho y quiero una vida contigo. A veces me da miedo que aparezca alguien más y me dejes. Te prometo que me controlaré. Sé que nunca me engañarías.

Las palabras me pesan. La corbata me aprieta el cuello y las manos me tiemblan. Porque sí, la engañé, aunque no de forma consciente. Y sé que no puedo seguir ocultándolo. Apenas volvamos a Londres tendré que hablar claro sobre lo que pasó con Viper y sobre mis dudas. Hoy no. Hoy es el día de mi hermano.

Charlotte me besa. Apenas respondo y me aparto con la excusa de ir a felicitar a los novios.

El bullicio de la sala me envuelve. Música de fondo, aplausos, risas y charlas. Fox me recibe con un abrazo fuerte, sin necesidad de palabras. Me sacude darme cuenta de lo feliz que se ve, tan seguro de su decisión. Abrazo también a Lexy, que ya siento como parte de la familia.

Charlotte se acerca a Fox y él apenas corresponde su abrazo, se aparta como si quemara. Con Lexy es incluso más distante. Es evidente que entre ellos no habrá amistad, al menos en el corto plazo.

Nos apartamos para dejar lugar a los demás. Miro a Viper que ríe con su acompañante, y por un instante me devuelve la mirada antes de apartarla como si nada. Pensé que habíamos hecho las paces. Su indiferencia me molesta más de lo que quiero admitir.

—¿De qué hablaron tú y Viper cuando la viste en el pasillo? —pregunto, directamente, rompiendo mis propios pensamientos.

—Nada importante. Llevaba a tu sobrino, él me tiró del cabello y ella lo festejó en lugar de corregirlo. Le dije que no me gustaba su actitud, discutimos un poco y se fue. Una maleducada. ¿Por qué te importa?

Sacudo la cabeza.




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