Una Luna para cada Lobo

Capítulo 3

  Julián atendió una llamada, era de un compañero de trabajo. No quería hablar con él, pero no quiso ser grosero.
—Julián ¿cómo estás? Te invito hoy a una fiesta. Estarán sólo gente con dinero, famosos, empresarios ...
—No estoy de ánimo -responde Julián cortante. No le agradaba esas fiestas de gente rica, se sentía incómodo de que todos miraran sólo la cantidad de dinero que posees. 《El dinero no siempre trae la felicidad》 piensa él.
—¡Vamos Julián! Debes aprovechar tu poder. Cualquier mujer se iría a la cama contigo esta noche. Imagínate todas las bellezas que estarán. Yo no me lo pienso perder -insiste él.
—No gracias.
—Siempre rechazas mis invitaciones. Debes dejar de ser tan aburrido. Muchos darían lo que fuera por tener tu dinero. Si cambias de opinión avisame.
 Julián se acostó en su gran cama y revisaba las redes sociales en su celular. En eso ve una publicación del cumpleaños de Lion. Había muchas fotos en la que se notaba lo mucho que se divirtieron y muchos comentarios de todos ellos.
  "Lion se encontraba frente a su pastel con los brazos levantados" 
  "Magnu subiendo el volumen al equipo de sonido mientras Gus estaba comiendo en un sillón"
  "Sandra, Johana y Margret posando y otra foto esta vez de los hombres, Lion, Gus, Magnu y Óscar"
  "Johana y Gus bailando como locos"
  "Óscar sirviendo los aperitivos"
  "Todos levantando sus bebidas a modo de brindis"
  "Sandra y Margret abrazando a Lion"
  "Óscar junto a una mujer hermosa" 《La chica de turno》 pensó Julián.
  "Margret levantando su cerveza con la boca abierta" 《De seguro estaba cantando con su gran voz desafinada》
  "Todos sus amigos posando en una foto en grupo"
《Me lo perdí este año. Es el único cumpleaños que puedo asistir gracias a mis vacaciones y esta vez no pude》
  Recibió una llamada de Sandra. A él se le dibujó una sonrisa en el rostro.
—Hola, hola -se escuchaba la voz alegre de ella.
—Hola loquita ¿cómo estas? ¿te sientes bien?
—Muy bien ¿Y tú?
—Bien -responde él algo apagado.
—Ayer celebramos el cumpleaños de Lion.
—Lo felicite por videollamada, se quejó mucho de que no pueda estar allá  -contestó Julián recordando lo fastidioso que se puso Lion.
—Ya era costumbre verte todos los años.
—Vi las fotos de la publicación. Ustedes nunca se comportan.
—Pasaron muchas cosas en esa fiesta y tú no te hagas el inocente que tú eres de los más desordenados -responde Sandra riéndose.
—¿Yo? ¿cómo crees? -contesta Julián fingiendo indignación.
—Que no te conozca que te compre.
—Me hubiera encantado estar con ustedes como los otros años, pero esta vez el trabajo no me lo permite -dice Julián molesto.
—Te estábamos esperando, pero eso son cosas que pasan.
—Mi jefe sabe que esta época son mis vacaciones, pero esta fue imposible. Debo estar aquí para cualquier reunión.
—Lo sé, que mal. Pero nos veremos cuando termines con el trabajo -le dice Sandra animándolo.
  Terminó la llamada y continuó con su trabajo. Tenía que firmar unos papeles. En eso tocan la puerta de su oficina.
—Hola Julián ¿Podemos hablar? -le dice Germán un compañero de trabajo.
—Siéntate ¿De qué quieres hablar? 
—Silvana está muy arrepentida.
—¡Deténte! Si vas hablar de tu prima no voy a escucharte -dice Julián. No quería que nadie se la mencionara.
—Deberías perdonarla. Ella es el tipo de mujer que cualquier hombre daría la vida por tener.
—Pero yo no soy esa clase de hombre. 
—Sólo porque dijo que eras un banco para sacar dinero. Para todas las mujeres somos eso, dinero -responde Germán como si eso fuera la verdad.
—Una verdadera mujer no está con un hombre por dinero y además estuvo con otro y posiblemente con otros más sin que yo supiera -contesta Julián. Él sabía que existían mujeres que realmente amaban de verdad- Además también dijo otras cosas.
—Deberías caer en la realidad. Todas las mujeres nos buscan por dinero. Quien diga lo contrario es mentira y un desliz lo tiene cualquiera -insiste Germán.
—Por lo visto te has rodeado sólo por esa clase de mujeres.
—Tú todavía piensas en ese amor de adolescente, todo romántico y bello,  pero la verdad es que eso no es así.
—Yo pienso lo que quiera -responde Julián con seriedad.
—Piénsalo. Silvana es la mujer que te conviene.
  Julián estaba harto que su jefe, sus compañeros de trabajo y sus conocidos le insistieran que volviera con su ex.
 Todos le decían que era la mujer que le convenía por ser una actriz y modelo famosa. Él reconocía que era una belleza por fuera, pero no por dentro.

***
  Sandra terminó la llamada y se acostó a leer un rato. Era un libro que compró hace poco, le llamó mucho la afección, fue muy recomendado en Internet. Era una comedia romántica llamada "un enredo de amor"
  Cristal estaba acostada a su lado haciéndole compañía 《Los animales son los seres más inocentes,  no sé como gente sin corazón los maltrata》 pensó Sandra. Ella adoraba a los animales y por esa razón decidió estudiar veterinaria, para ayudar a los animales que la necesitaran.
  Luego de unas horas se quedó dormida y fue despertada por el sonido de su celular. 
  Era un mensaje y al ver de quien era la ira apareció en ella.
—Hola Sandra, estoy muy arrepentido. La verdad no sé por qué sucedió, fue un grave error de mi parte. Yo sólo te quiero a ti ¿podemos hablar?
《IMBÉCIL ¿QUÉ BUSCAS AHORA? TERMINA DE DESAPARECER DE MI VIDA 》 pensó Sandra con lágrimas en los ojos.
  Era su ex novio Efraín con quien había terminado hace un mes. Lo había encontrado besándose con una compañera de trabajo y luego se enteró que llevaban varios meses de amantes. Eso a Sandra le destrozó el corazón. Ella siempre fue muy cariñosa y atenta con él y él le hizo algo así. 
  Ella decidió ignorar el mensaje. Luego de unas horas llegó otro.
—Sé que estás muy lastimada por eso, pero yo también estoy sufriendo por haberte perdido. Merecemos otra oportunidad ¿no crees? Éramos muy felices juntos.
 Sandra estaba tan enojada que él tomara lo que sucedió como si no fuera nada. Sólo borrón y cuenta nueva. 
《No, la que fui traicinada fui yo. No tomaste en cuenta mis sentimientos》
—Éramos, tú mismo lo has dicho. Eso es pasado -ella decidió responder para dejarle bien claro que jamás lo perdonaría.   
—Corazón, por favor. Sé que fui yo el culpable de todo y me arrepiento muchísimo. Perdóname.
—Nunca te perdonaré. Ve a buscar a tu amante. Ella si quiere estar contigo.
—Eso sólo fue una aventura que no debió suceder. Es que ella me provocaba todo el tiempo.
—¿Y tú eres un animal que no puede aguantar sus instintos? No me vengas con esa estúpida excusa.
—No es excusa. Me arrepiento mucho ¿Qué puedo hacer para demostrartelo?
—Nada, ya me demostraste que tú no vales la pena. Y es mejor que dejes de intentarlo porque jamás te perdonaré.




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