Sandra transcribe unos documentos en la lapto. Era día de trabajo y debía terminar el papeleo ese día.
Esas semanas han sido un infierno para ella. Los periodistas la seguían persiguiendo, la esperaban a las afueras de su apartamento. Ella los equiva y no dice nada, pero sus fotos aparecían en las noticias. A Julián también lo aconsaban, él negaba todo y decía la verdad, pero Silvana seguía haciéndose la sufrida y lloraba ante los periodistas.
También sus compañeros de la universidad y del trabajo le preguntaban al respecto, hasta desconocidos que vieron sus fotos en las redes sociales. Ante el mundo ella sólo era la amante de Julián que lo sedujo con lástima.
Estaba harta de todo eso. Ella amaba a Julián, pero no podría soportar más todo eso, su salud se ha visto afectada. Toda las preocupaciones y estrés le estaba haciendo daño. Los dolores de cabeza eran fuertes y se sentía más débil. Intentaba seguir con su ritmo de vida habitual, pero le estaba costando un poco.
Nadie sabe el dolor de un lúpico hasta que lo viven en carne propia. Los dolores tan horribles y molestos que no te dejan ni levantar, pero ella no iba a permitir que su enfermedad se activara de nuevo, eso detendría toda su vida otra vez.
Se levantó de su asiento y todo le daba vueltas tuvo que volver a sentarse. Unos compañeros de trabajo se dieron de cuenta y se acercaron dándole aire con una carpeta como si fuera un abanico. Otra le ofreció un vaso de agua.
El jefe le permitió irse a descansar y una de sus compañeras que tenía auto la llevó hasta su apartamento.
Su celular sonó, pero ella no sentía ganas de atender. Se fue a su habitación dejando su celular en la sala y durmió por varias horas.
Se despertó y el malestar se había calmado. Cristal se levantó de su camita para saludarla. Ella la cargó y fue hasta la sala. Se preocupó al ver muchas llamadas pérdidas de Julián y también mensajes.
—Amor te estoy llamando y no contestas. Llámame cuando leas el mensaje.
—¿Amor estás bien? Contesta.
—Me estas haciendo preocupar, por fa, atiende.
—Amor ¿Estás bien? ¡Contesta! Estoy demasiado preocupado.
—AMOOOOOR!!!!! :c
Sandra inmediatamente llamó a Julián.
—¿Sandra, amor? ¿Estás bien?
—Sí amor, sólo me sentí un poco mal en el trabajo y me regresé a dormir -responde ella tratando de calmarlo. La voz de Julián se escuchaba muy preocupada.
—Me tenías preocupado mi amor, pensé que era algo grave, pero ¿todavía te sientes mal?
—Sólo fue un malestar que ya pasó.
—Te llamaba porque te tengo una excelente noticia -el ánimo de Julián cambió drásticamente.
—Por fin una buena noticia dentro de tanto caos.
—Pero no te la voy a decir.
—¿Estás bromeando? -responde Sandra con seriedad.
—No, ve el canal 3 a las 5pm y te enterarás.
—Amor, sabes que no me gusta que me dejen con la intriga.
—Te alegrará la noticia -dice Julián emocionado.
Continuaron conversando, pero en ningún momento Julián le comentó de que se trataba la noticia, quería que fuera sorpresa.
***
—Johana, tu gato me ve extraño -dice Gus en casa de Johana observando también a Victorio.
—Amor, para ti Victorio te ve extraño todo el tiempo.
—Si lo hace. Es como si viera a un enemigo.
—Quizás esté celoso porque paso tiempo contigo.
—El novio soy yo no él -se queja Gus. Johana es amante de los gatos y Victorio era su gatito consentido.
—Los animales son muy apegados a sus dueños.
—Tú eres la que está muy apegada a él.
—Lo encontré en la calle cuando era un gatito de unos días de nacido. Ni siquiera había abierto los ojos -dice Johana acariciando a Victorio que está sobre su regazo- Fui su mamá, me encargué de alimentarlo y cuidarlo.
—Lo tienes demasiado consentido.
—Si yo no lo hubiera conseguido hubiera muerto solito. Quiero darle todo el amor que no tuvo ni de su madre gatuna. Que tristeza que animalitos pasen por tanto sufrimiento.
—Pero ahora parece el rey de tu casa -comenta Gus.
—Él es todo un rey.
—Y está muy gordo
—Ya empezó la dieta, aunque cuando me pone esa mirada no puedo resistir darle algo de lo que estoy comiendo -responde Johana.
—Te está manipulando un gato.
—Algo que ni tú puedes hacer -dice Johana con una sonrisa. Le da un pequeño beso a Gus.
Ellos no son muy románticos y en público no son cariñosos porque les da vergüenza, pero aunque no se demuestren su afecto como lo hacen Julián y Sandra, se aman mucho.
—¿Debo usar las mismas tácticas de un gato? -le susurra Gus en su oído.
—Te quiero ver intentarlo.
Ellos se abrazan en el sofá. Victorio sigue en las piernas de Johana. Gus lo intenta acariciar y éste lo rasguña.
—Tantos años y todavía no te ganas la confianza de Victorio.
—Él no quiere a otro macho aquí -responde Gus amenazando a Victorio con el puño.
—Le llegas a golpear y yo te golpeo más fuerte -le dice Johana con firmeza.
—Él empezó.
—Victorio está dormido. No quiere que lo toques -lo defiende Johana acariciando a su gato.
—Nunca me ha dejado tocarlo -se molesta Gus. Victorio ni una sola vez ha mostrado afecto hacia él.
El celular de ambos sonaron al mismo tiempo. Era un mensaje de Julián en el grupo.
—Vean las notícias del canal 3 a las 5pm. No se lo pierdan.
Lo leyeron y se miraron.
—¿Qué sucederá?
—No sé, pero parece algo bueno -responde Gus.
—En las notícias de farándula a salido mucho la ex de Julián. No la soporto -dice Johana molesta- Sandra ha estado mal por toda la prensa. Provoca arrastrar a esa tipa hasta que diga toda la verdad.
—Que violenta. Esas son las malas influencias de Margret -re ríe él.
—Ella tiene que pagar por hacerlos sufrir y además fastidiar su hermosa relación que tanto nos costó unir.
—Julián me dijo que lo resolvería pronto.
—Todavía faltan 3 horas para las 5 -comenta Johana observando la hora en su celular- Muero por saber que sucederá.