Una Luz en la Oscuridad.

2.- Ojos ciegos

El amanecer llegó con un rayo de luz que ilumino el rostro de Jaden, se había vuelto a vendar los ojos antes de dormir, aquella noche había ocurrido algo, y él sentía curiosidad de saber el ¿Qué?, la briza era fresca y del bosque llegaba un aroma tranquilizante que le había hecho olvidar todo su pasado.

Kalan ya se había despertado, ordenaba las cosas dentro de su mochila, dejando fuera lo que necesitaba para el desayuno y las que vendería, enviando hasta el fondo los objetos que quería conservar y que podían aguantar el peso de los demás. Jaden tomó con cuidado el primer objeto que pudo encontrar a tientas, tras palparlo con cuidado se percató que era una pequeña figura de cerámica, posiblemente un perro o una nutria.

-¡oh! has despertado miau

-Kalan ¿estás listo para ir al mercado?-, dijo Jaden dejando la figurilla en donde la había encontrado.

-Aun no miau-, dijo el gato bajando de la mochila con lo último que tenía para comer-, primero tengo que ir a la embajada a resolver un problema de papeleo, sobretodo porque pronto llegaremos a la capital, de ahí es posible que cambie de planeta, planeo ir a Teera V antes de partir a Olimpia y de ahí tomar un portal a Andrómeda si es posible miau.

Jaden olfateo lo que fuera que el gato estuviese asando en la fogata, era un aroma similar al pescado pero se escuchaba de igual forma a una pasta o una crema. Las burbujas de aquel liquido lo hacían sonar espeso, pero el aroma a pescado era agradable.

-¿Has visto a los ladrones de ayer miau? han desaparecido

-Si-, contesto Jaden buscando su nuevo báculo- anoche paso una nave patrulla y se los ha llevado mientras dormías. ¿Qué es lo que cocinas?

Kalan no respondió, se limitó a servirle a Jaden y entregarle el plato con aquella crema que había preparado, le entrego una cuchara y le indicó con un movimiento de mano donde debía comer. Jaden sentía que el felino le estaba jugando alguna broma mientras sentía la forma del plato y comprobaba la viscosidad de la crema.

-¿Qué planeas Kalan?

-Es un platillo común en mi pueblo natal miau, es bueno para la salud, aunque es recomendable comerlo una sola vez al mes.

Jaden tenía la sensación de que no debía probar aquel brebaje, la desconfianza y la confianza estaban jugando en su cabeza, dándole vueltas conforme se acercaba la primera cucharada de aquella comida de gatos.

El sabor y la textura maravillaron a Jaden, quien no pudo parar de comer aquella extraña crema que le hacía sentir lleno pero a la vez extraño. Kalan miraba divertido a su compañero mientras el también disfrutaba de su porción de comida. Hasta que los dos habían terminado, Jaden le entrego el plato vacío al Felino quien lo limpió y metió dentro de su mochila.

-Ahora si Kalan, dime ¿Qué era esa cosa?

-Bueno, veras- dijo el gato escondiéndose detrás de su mochila –un concentrado de hígado de pescado, con algunas hierbas e intestinos de camarón molidos, la cabeza de un bacalao y algo de sal.

Al instante Jaden no pudo hacer nada más que vomitar aquel concentrado de hígado, tomó su bastón e intentó asestarle un golpe al felino que se había escondido en algún lugar, aquel juego del gato y el ratón termino cuando Jaden asesto un duro golpe contra la cola de Kalan, quien soltó un gran maullido de dolor.

La mañana siguió avanzando, ambos jóvenes llegaron al pueblo sin decir palabra alguna de lo que había ocurrido, la cola le palpitaba de dolor a Kalan y a Jaden le dolía el estómago. Su descontento el uno con el otro termino cuando se adentraron en la ciudad de Solís, una ciudad de edificios de piedra y madera del bosque, los hogares eran de dos o tres pisos de alto, algunos incluso colgaban de entre los grandes árboles que crecían por la ciudad, era sorprendente lo rápido que los humanos habían adoptado un estilo de vida similar a los elfos, respetando la naturaleza y conviviendo con cada ser vivo que no les temiera, era un gran paso para una raza que se había ganado la enemistad de muchas otras.

La ciudad era atravesada por un rio de aguas dulces, por el cual flotaban varias barcas de pescadores, los puentes para cruzarlo eran de piedra, y estaban decorados de manera en la que se asemejaban al espinazo de un dragón. El edificio más grande estaba construido en la ladera de una pequeña montaña, se asemejaba a una torre élfica la cual era rodeada por una enorme serpiente tallada en la piedra.

La plaza era un lugar en el que se reunían mercaderes de toda raza, cuyos productos eran ofrecidos al público a cambio de monedas de plata y bronce, uno que otro en monedas de oro. En el centro de la explanada se encontraba un gigantesco pilar por el que serpenteaba la imagen de una gran serpiente tallada en piedra, representación de Erpentaria, la titanide creadora del planeta.



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En el texto hay: elfos, magia, magia fantasia

Editado: 27.09.2020

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