Una luz en la oscuridad

Capitulo 8

POV Ivón

Voy deprisa por medio del espeso bosque y tropezando con una piedra caigo al suelo y volteo a mirar atrás y noto que el pelirrojo me está siguiendo.

Me pongo de pie y sigo corriendo con todas mis fuerzas hasta que llego a un pequeño lago o algo así y veo a un hombre junto a un caballo allí—por favor, ¡ayudeme!—vocifero y me detengo donde él está y me observa de arriba abajo relamiendose los labios luego.

—Pero, ¿qué tenemos aquí?—dice él acercándose a mí y yo con desconfianza por como me miró comienzo a retroceder despacio sin saber muy bien que debería hacer con el hombre al frente mío pues, se acercó hacia mí y con el pelirrojo persiguiendome detrás...

—Solo debo seguir corriendo si, eso haré—me muevo a un lado del señor de unos cuarenta años para salir corriendo un poco más lejos hasta que encuentre a cualquier otra persona, menos esta que pueda ayudarme sin embargo, él me agarra del brazo—¡no!, suelteme—intento soltarme de su agarre.

—No planeaba estar con una chica pero, eres muy hermosa no perderé esta oportunidad de divertirme un poco —me tumba al suelo y caigo de espalda e intento ponerme de pie para huir no obstante, el se viene encima de mí y me voltea poniéndome boca abajo aún yo resistiendome él era más fuerte que yo no podía casi moverme porque estaba sobre mí.

Entonces, cuando me sube la falda comienzan a salir lágrimas de los ojos míos—¡sueltela, infeliz!—escucho de pronto la voz de otra persona y siento que se quita el peso de ese hombre de mí y que puedo moverme con más facilidad.

Volteo y lo que veo es al pelirrojo golpeando al señor que iba a violarme dejandolo con la nariz rota con un buen golpe que le propinó en el rostro él señor se acerca a su caballo, se sube en el y se marcha.

Yo me quedo solo mirando al pelirrojo muy agradecida por lo que hizo—¿có-cómo te llamas tú?—él viene hacia mi y me da su mano para ponerme de pie y la tomo.

—Mi nombre es Andrew, ¿cúal es el tuyo?—me pregunta.

—Soy Ivón—contesto sin más—gracias—le digo y el asiente con la cabeza.

—Tenemos que volver...

—Pero, tengo que irme.

—Sino vas con otra persona específicamente un hombre no creo que te vaya bien por estos lados además, estas bajo mi cuidado no puedo dejarte ir—dice y pienso en que tal vez tiene razón.

Me acuerdo que no hay que tentar a Dios y que hay que cuidar nuestro templo que es nuestro cuerpo y decido regresar hasta tener algo planeado para salir y encontrar a Xiang—esta bien, volveré contigo—nos vamos caminando en total silencio hasta que llegamos al corral de las vacas—seguiré ordeñando vacas contigo.

Él vuelve a lo suyo también sin apartar por mucho tiempo su vista de mí haciendo que me sonroje un poco porque, no estoy acostumbrada a que me miren tanto.

Pasan como varios minutos u horas no se muy bien después de ordeñar tantas vacas no tengo mucha noción del tiempo en estos momentos ya que, los horarios parecen ser distintos en este país con el mío.

—Vamos ahora con las gallinas a recoger un par de huevos para almorzar hoy.

—Sí—sin más que decir lo sigo adónde están ubicadas estando estas como a diez metros del corral de las vacas.

Él me pasa una canasta y yo comienzo a llenarla de loa huevos de las gallinas—por lo menos esto es más sencillo que ordeñar vacas—pienso.

Cuando terminamos vamos a una cocina donde hay varias mujeres preprarando comida para el almuerzo y mi estomago ruge del hambre pues, no he vuelto a comer nada desde ayer en la tarde.

—Sígueme—Andrew habla conmigo y yo reacciono.

—¿Adónde?—no pude evitar preguntar mientras le seguia los pasos por detrás.

—Vienes conmigo a almorzar pues, eres como nuestra invitada.

—Oh, que bien —miro lo que parece ser el lugar de almorzar donde estaba antes cuando vine, en la que hay muchas mesas y sillas solo que ahora están sentados todos comiendo.

Andrew se dirige a una mesa larga de unos seis metros donde hay varias canastas o calderos con comida y yo tomo un plato que está en una esquina con un cubierto en forma de cuchara y después de ver a Andrew coger su comida y yo también, lo sigo hasta una mesa donde hay dos hombres comiendo y al momento no sabía si debía sentarme con ellos o no y me quedo parada junto a la mesa mientras que Andrew se sienta.

Él me mira y haciendo señas con su mano señala la silla frente a él—muy bien—me siento allí y comienzo a comer la sopa espesa con papas y cebollas encontrándolo muy sabroso.

Cuando termino de comer escucho un grito de una mujer y me sobresalto—dè fo shealbh. (Tradución:que rayos).

Comienzan a murmurar en ese idioma extraño hasta que entra una mujer exaltada y con notorio nerviosismo en su voz—m-mharbh iad Carl.(Tradución: ma-mataron a Carl)—decía y yo frunzo el ceño levantandose algunos de las mesas acercándose a ella y yo sin entender que es lo que pasa miro a Andrew.

—¿Qué sucede?—le pregunto.

—No estoy seguro pero, tal parece que mataron a alguien—cuando escucho eso me pongo de pie y el me observa fijamente.

Un hombre que estaba hablando con la mujer me mira también y camina hacía mí—necesito que veas a una persona para ver si se puede hacer algo...—al decir esto último mira a Andrew para ver si lo aprueba supongo o si está de acuerdo.

—Vamos a ver entonces—él se levanta poniéndose a mi par y seguimos al hombre afuera donde nos lleva a una esquina del castillo donde se ve a un señor tirado boca abajo y me agacho a su lado y yo hago como que lo voy a voltear y Andrew pone su mano en mi hombro—solo voy a recibar si está realmente muerto y que le pasó.

—¿Cómo vas a saber que le pasó?—me pregunta.

—Créeme que si lo sabré—contesto y lo volteo tocándole haciendo que se abran mis ojos espirituales y veo a alguien con capucha de color marrón oscuro agachado al lado del hombre y yo lo miro como muerto. Cambia la visión y veo que le cosen la boca y le hacen cortes en el cuerpo para coger su sangre después, todo se ve...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.